sábado, 20 de marzo de 2010

Día Internacional del Cuentacuentos: 20 de marzo

El 20 de marzo, con el inicio de la primavera, se celebra el Día Mundial de la Narración Oral.

International Storytelling Netwok participates in the World Storytelling Day with a long storytelling session in La Havana, Cuba, led by Mayra Navarro. Participants:

La Red Internacional de Cuentacuentos participa en el Día Internacional de la Narración Oral con una larga sesión de cuentacuentos en La Habana, coordinado por Mayra Navarro. Participan:

Aldo Méndez / CUBA: COMO TE LO CUENTO…

Jícarade Cuentos /CUBA : Dania Gutiérrez. OSHÚN

Tirso Clemades / CUBA: SEXUALIDAD Y VIHda

Proyecto PARA CONTARTE MEJOR / CUBA: Lavinia Ascue /Ricardo Martínez / Beatriz Quintana / Benny Seijo: Si de animales se trata…

TALLER ContArte / CUBA: Nelson del Risco / Videlia Rivero: AMÉMONOS

Lissette Pinillo y Nivaldo Peñalver / CUBA : BALOMPIÉ CON WEMBA

Taller Permanente del GTH / CUBA: Ada Ofelia González: No os asombréis de nADA

Juanita Urrejola / Chile: CUENTOS…


La iniciativa surgió en Suecia, "Alla berattares dag" (El día de los cuentacuentos), en 1991, y con el pasar de los años se han venido sumando cada vez más países.

Se trata de que la mayor cantidad posible de narradores cuenten historias en todo el mundo, en todos los idiomas, durante todo el día y la noche.

En el año 2005 fueron 25 países de 5 continentes que realizaron eventos para conmemorar este día.

En 2006 siguió creciendo la marea de los cuentacuentos.

En 2007 fue la primera vez que un concierto de la narración se celebró en Terranova, Canadá.

En 2008, Holanda y los países bajos participaron en el Día Mundial de la narración con un gran evento llamado "Vertellers de Aanval": el 20 de marzo, tres mil niños fueron sorprendidos por la repentina aparición de cuentacuentos en sus aulas.

Cada año hay un tema sugerido para los cuentos. Estos son los que se han propuesto hasta ahora:

2004 - Pájaros
2005 - Puentes
2006 - La Luna
2007 - El nómada
2008 - Sueños
2009 - Vecinos
2010 - Luz y sombra
2011 - Agua

Así que desde la Red Internacional de Cuentacuentos nos unimos a la fiesta colectiva mundial, y felicitamos a todos los cuentacuentos que dedican buena parte de su vida y sus esfuerzos a contar historias. ¡Feliz día, narradores!

Más información en

www.freewebs.com/worldstorytellingday/

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Imagen: Logo del Día Mundial del Cuentacuentos, de Mats Rehnman

jueves, 18 de marzo de 2010

Esa manía de cumplir años

Debido a que ayer fue mi cumpleaños, y porque eso suele ir unido a una serie de festejos en forma de felicitaciones, regalos y piñatas, me ha dado por pensar, cosa rara en estos tiempos descerebrados, en lo que significa esa cosa rara que le pasa a todo el mundo: cumplir años. A todos menos a mi hermano Javier, que se quedó anclado hace 16 años en los 49, y dice que él no cumple ni uno más, porque hacerse viejo es una mierda, y la jubilación se la regala al Estado, porque él va a seguir siendo para siempre joven, forever young, aunque algo desmejorado por las canas y las ojeras. Peter Pan se quedó corto. Al resto de los hermanos nos sale barato el día de su cumpleaños, eso sí, pero a mí me preocupa ese extraño bucle en el tiempo, porque cuando éramos pequeños él tenía 10 años más que yo, y ahora yo le saco seis.

Así que considerando la vida como una curva de esas que tanto les gusta dibujar a los economistas, donde primero se crece a partir de cero (la fundación de la empresa, el nacimiento), para luego llegar a un cénit, y después vivir el descenso, pues me da por pensar (bobadas, ¿qué querías?) que los primeros años, pongamos hasta los 25 ó 30, la vida va en aumento: a las mujeres les crecen las tetas, a los hombres la picha, se adquiere poder, dinero, casa, sabiduría (no todos, algunos se hacen diputados), libros, infidelidades, piojos, amigos, hijos, hipotecas (¿serán lo mismo?), orgasmos, desilusiones, experiencia…
Después toca estar unos poquitos años en el cénit. Y luego, a partir de los 35 ó 40, el descenso, lento pero implacable, hasta el cierre de la empresa, por defunción más que nada. En ese declive llegará el cáncer de próstata, el de mama, el alzheimer, los músculos blandos, los entierros de los amigos, las visitas al médico y a la iglesia (no habrá salvación, ni aquí ni allí), el insomnio, las arrugas, las verrugas, las gafas de cerca, la calvicie, el cansancio, y la sensación de derrota tras haber luchado tanto para llegar a ser un inútil incapaz de retener el pis, hasta el punto de que muy pronto volverá a usar pañales desechables.

Qué raro es el desaprendizaje. Y qué injusto. Cuando un bebé se mea, su pis fresquito es fuente de risa y vitalidad; cuando un anciano se mea, su orina oscura es vergüenza de la incontinencia, puro presagio de la muerte. Los desvaríos de un niño se llaman imaginación desbordante; los de un anciano son simple demencia. El beso de un niño es alegre, el del viejo es amargo. Qué mal edificado está el armazón de la cultura, que sigue premiando al cuerpo victorioso de los que crecen, y castiga a los derrotados por el tiempo. ¿Cómo no va a querer mi hermano Javier renunciar a la vergüenza de hacerse mayor, de envejecer? “Vive rápido, muere joven, y deja un bonito cadáver”. Las enseñanzas de James Dean han calado mucho más a fondo que las de Confucio y Heidegger unidos.

Pero si regresamos a la antropología economicista, desde los 35 hasta los 85, siendo generosos, hay un tobogán descendente que termina en la tumba. No es un tobogán en línea recta, ni mucho menos. Más bien parece una curva modelo panza de burra: al principio el descenso apenas es perceptible, y en los últimos años es de vértigo, pero haciendo un promedio mentiroso, cada año nos morimos un 2 por ciento. Cada año, por nuestro cumpleaños, somos un 2 por ciento más torpes, más bobos, más feos, más doloridos, más arrugados, más incontinentes, más impotentes, más malolientes, más enfermos, más… muertos. Puesto que yo ahora cumplo 55, tengo un 40 por ciento de mi vida, mi cerebro y mi cuerpo desgastado. Es como si tuviera gangrenado un brazo, una pierna, un pulmón, un huevo, un ojo, un oído, el bazo, el páncreas y un riñón. Peor que el pirata patapalo. Tal vez pueda parecer que no es exactamente así por aquello de que la curva de la muerte no es igual en los 20 primeros años de descenso (de los 35 a los 55) que en los 20 últimos que nos llevan al cementerio. De hecho a mí no me parece que esté tan hecho polvo. Pero es una deducción engañosa, porque el tiempo y su aprovechamiento tiene una curva idéntica pero inversa a la del deterioro, y eso provoca que la capacidad de hacer y deshacer, de viajar o gozar, se verá muy reducida de los 65 a los 85. Así que lo que no vivamos, hagamos, aprendamos o gocemos de los 35 a los 55, difícilmente lo podremos hacer después de los 65.

Todo esto parece muy sombrío. Una putada de la que nadie nos había hablado antes.

Pero solo lo parece. En realidad no es así, o no debería ser así. Que la muerte llega, eso es evidente, pero que la muerte sea una putada no lo es tanto. La muerte tiene que ser el descanso final, el retiro merecido y conseguido, el sueño eterno y feliz, el atraque en el puerto de destino, por fin, ya era hora. No se trata de querer llegar antes para alejarnos de este valle de lágrimas (vivo sin vivir en mí… y muero porque no muero), sino de llegar al final de la maratón cansados y satisfechos, mirar un instante hacia atrás, y poder decir: lo conseguí. Y descansar. Al menos hasta la siguiente reencarnación, a la que llegaremos tan desmemoriados que ni siquiera sabremos que tenemos vidas heredadas a nuestras espaldas.

Lo que yo quiero ahora es reconocer la belleza terminal de la derrota, disfrutar de la hermosura de los cuerpos desgastados y curtidos por el tiempo (nos ha jodido, barriendo para casa). La belleza infantil y adolescente es fácil, no necesita esfuerzo, es inmediata, y hasta podría decir que es un poquito cursi. Es como un coche nuevo, como el inicio del amor, como el primer viaje de vacaciones. Es pan comido, no tiene densidad, no hay matices, es tan simple como los dibujos de Walt Disney. En cambio la belleza del cuerpo desgastado es la del vino curado, la del viaje fuera de las rutas turísticas habituales, la de la hermosura construida de forma personal e intransferible por un cuerpo que acumula un tesoro de experiencias y vivencias en su interior. El cuerpo joven es un cofre hermoso, pero que todavía está hueco por dentro. El cuerpo viejo es un baúl herrumbroso y destartalado, pero lleno de sorpresas en su interior. Esa es la paradoja.

Como diría Neruda en sus memorias, “confieso que he vivido”, ahora a mí me toca disfrutar de la belleza del naufragio, del final del imperio, de la hermosura fronteriza de la decadencia. Lo anterior ya ni siquiera me interesa. Hay que saber estar, saber mirar, y haber vivido para descubrir que en la trastienda de la vejez hay tesoros ocultos de los que nadie nos habló nunca. Es el secreto mejor guardado de los ancianos. Quizá nunca lo ocultaron, pero nadie lo escuchaba. Cosas de viejos, déjale, que chochea.

Pues allá tú. Tú te lo pierdes. No sabrás cómo vivirlo, y te odiarás a destiempo.

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Las cuatro fotos son de cuando yo tenía entre 19 y 23 años. Me las envió ayer Elías. Casi no me reconozco.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Crónica de la Presentación de la RIC en Barcelona

Regresamos de Barcelona antes de que cayera la gran nevada. Yo no fui. “No he de callar, por más que con el dedo, ya tocando la boca, o ya la frente, silencio avises, o amenaces miedo”, que diría Quevedo. Y sigue “¿Siempre se ha de sentir lo que se dice? ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?”

La presentación de la Red Internacional de Cuentacuentos en el Ateneo fue genial. El Ateneu estaba en obras, y la calle Canuda también, pero eso no impidió que nos juntáramos allí una buena cantidad de letraheridos enredados con los cuentos. La sala estaba al 120 % de su capacidad (gente sentada en el suelo, de pie, atascando la puerta). Incluso Pau Pérez, Jordi Muñoz, Muriel Villanueva y Pep Durán estaban sorprendidos, porque nunca habían visto la sala Sagarra tan atestada, y eso que acuden a diario al Ateneu.

Tal y como estaba previsto, primero nos presentó Muriel Villanueva, responsable de relaciones internacionales de la Escola d’Escriptura del Ateneu de Barcelona, y luego hablaron Alekos, Beatriz Montero, y el que firma esta crónica.

Después empezaron los cuentos. Abrieron la sesión dos antiguas alumnas de los cursos de narración oral del Ateneu, Mª Àngels Gil e Inés Macpherson, con cuentos de Pere Calders y Benedetti. Después Rubén Martínez Santana resumió la creación del universo y del género humano sin palabras, con orquesta propia y efectos especiales digitales (con los dedos), una genialidad. Gracias, Rubén. Alekos le dejó su espacio a Hanna Cuenca, recién aterrizada desde Bogotá, vía Festival de teatro de Elche, que contó un cuento de neoprincesas urbanas. Beatriz Montero sacó a un sapo del estanque y lo colocó, desnudo, en la cama de la princesa. Al menos eso fue lo que la princesa le dijo al rey cuando por la mañana se los encontró a los dos desnudos en la cama. Y al final Pep Durán abrió su maleta y nos deleitó con sus memorias húmedas de la librería Robafaves, con letras náufragas destiladas de las páginas de los libros.

Antes de salir nos encontramos con Martha Escudero (gracias por tus dos artículos, Martha), con Ignasi Barjau (contes i cuentos), con Kristinoshka, con Sergi Bellver, y con muchos narradores de Barcelona. Para celebrarlo nos fuimos a cenar ropa vieja y pollo con aguacate al Raval, cruzando al otro lado de las Ramblas. ¡Qué rico!

Y al día siguiente, de paseo. La boquería, el puerto, la Sagrada Familia, el barrio gótico... Turismo puro y duro, recuperación de la memoria (yo vivía en la pensión Fernando del barrio chino cuando Franco tuvo el buen gusto de morirse de una vez). Regresé a la antigua escuela donde impartí mis primeras clases, San Felip Neri, en pleno barrio gótico, detrás de la catedral, y me volví a dejar fusilar en sus paredes de piedra que aún conservan las huellas de metralla de los fusilados en la guerra civil.

Al caer la noche regresamos al casco viejo, y nos acercamos primero al Harlem jazz club, uno de los templos de la narración oral barcelonesa, y después a casa de su vecina, Valentina, a escuchar cuentos de Joan Boher, presentados por Cristina Salvador. Y otra vez a beber cerveza, antes de que llegaran las nieves.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Presentació a Barcelona de la Xarxa Internacional de Contecontes (RIC)


Presentació a Barcelona de la Xarxa Internacional de Contecontes (RIC) - International Storytelling Network

Dijous 4 de març, a les 19.30 h, a la sala Sagarra (4a planta) de l'Ateneu Barcelonès, C/ Canuda, 6.

Hi intervindran els coordinadors de la Xarxa,
Beatriz Montero,
Enrique Páez i
Alexis Forero (Alekos),

i la responsable de relacions internacionals de l'Escola d'Escriptura,
Muriel Villanueva .

A la segona part de l'acte, explicaran contes:

Pep Durán,
Alexis Forero (Alekos),
Ma Àngels Gil,
Inés Macpherson,
Rubén Martínez i
Beatriz Montero.


Si voleu més informació sobre la xarxa, cliqueu al següent enllaç: http://www.cuentacuentos.eu/

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Presentación en Barcelona de la Red Internacional de Cuentacuentos (RIC) - International Storytelling Network.
Jueves 4 de marzo de 2010, a las 19.30 h, en la sala Sagarra (4a planta) del Ateneu BarcelonèsC/ Canuda, 6.

Intervindrán los coordinadores de la RIC,
Beatriz Montero,
Enrique Páez y
Alexis Forero (Alekos),

y la responsable de relaciones internacionales de l'Escola d'Escriptura,
Muriel Villanueva.


En la segunda parte del acto contarán cuentos:

Pep Durán,
Alexis Forero (Alekos),

Ma Àngels Gil,
Inés Macpherson,
Rubén Martínez y
Beatriz Montero.

Si quieres más información sobre la RIC, clica el siguiente enlace: http://www.cuentacuentos.eu/

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La Xarxa Internacional de Contecontes (RIC) - Red Internacional de Cuentacuentos (RIC) - (International Storytelling Network) - es un portal de narradores orales abierto a todos los in teresad os en la difusión del cuentacuentos, la animación a la lectura, la creación literaria y las artes escénicas. Esta plataforma de interconexión y divulgación del trabajo de cuentacuentos agrupa a más de 560 narradores de 40 países en los cinco continentes.

Entre sus objetivos prioritarios se cuenta la preservación y recuperación del patrimonio cultural oral e inmaterial de la humanidad, la defensa de las lenguas en peligro de extinción, la difusión del oficio de los narradores orales, la dinamización de las bibliotecas y centros escolares, la creación literaria, y la expansión de las artes escénicas. Ante el deterioro y el retroceso de la oralidad frente a las nuevas tecnologías, los cuentacuentos dan la voz de alarma para mantener viva la herencia de Sherezade y el milenario arte de contar cuentos.

sábado, 27 de febrero de 2010

Si el corazón pensara

Leer novelas de amigos escritores siempre me produce una extraña inquietud. ¿Y si no me gusta, qué le digo? Porque un amigo puede ser muy buen amigo, y al mismo tiempo ser un mal novelista, y un excelente jugador de mus, y un pésimo ciclista, y un magnífico catador de vinos, y un cantante que desafina. Los amigos, y los hermanos, y los amores, son como son, son lo que son, y en algunas tareas funcionan bien, y en otras mal. No hay que pedirle peras al olmo.

Pero cuando me leo la novela de un amigo, y me gusta, me pongo contento. De pronto me veo liberado del penoso ritual de tener que decirle: “Mira, qué quieres que te diga, a mí me parece que tu novela hace aguas de cuando en cuando, aunque hay momentos brillantes, desde luego”. Porque si no tiene siquiera algún que otro momento brillante, entonces mi amigo novelista no solo no es novelista, sino que ni siquiera se da cuenta de que no lo es. O sea, que ni tiene madera de novelista, ni de crítico.

Es algo así como aquello que nos decíamos en el patio del colegio: “Chaval, tú eres tonto, y en tu casa no lo saben”. Un mensaje hermético para muchos. Yo siempre me quedaba pensando: “¿En mi casa no lo saben porque también son todos tontos? Pues vaya una familia de mierda que tengo. O a lo mejor es que no lo saben por otro motivo que, como yo soy tonto, no se me alcanza.” Dudas metafísicas que me hacían regresar a clase taciturno y enfurruñado.

La novela de mi amigo Antonio Rodríguez Almodóvar, “Si el corazón pensara” (Ed. Alianza) me ha gustado, aunque no sea perfecta. Gracias a Homero, profeta de los novelistas, la novela perfecta no existe. Si existiera sería como el jardín de los senderos que se bifurcan borgiano, y englobaría en su texto a todas las novelas del mundo. A la novela de Antonio Rodríguez Almodóvar le veo algunas fisuras, alguna que otra vía de agua, que no hunde el cascarón de su proyecto. Esa es una de las ventajas de las novelas largas (467 páginas) sobre los cuentos o relatos: el ritmo va marcado por mareas, y no por olas (por párrafos, y no por frases). Además se pueden permitir digresiones antinarrativas sin que su conjunto quede herido de muerte, cosa que no sucede con los relatos, obligados a ser mucho más técnicos, más milimétricos. El cuento, ya lo dijo Poe, comparte más características con el poema que con la novela.

¿Qué pasaría “si el corazón pensara”? La respuesta está antes de las dedicatorias, muy al comienzo del libro, y es una cita de Fernando Pessoa: “Si el corazón pensara, se detendría”.

Antonio quizá no lo sabe, pero es un gran novelista que aún está constreñido por el pensamiento. De algún modo la frase de Pessoa que le da el título a la novela, se aplica a la novela misma, de modo que cada vez que el narrador, Antonio, piensa, la novela decae, casi se detiene. Si el novelista pensara, su novela se detendría. Y así es. Los momentos más brillantes son justamente todos aquellos (afortunadamente la mayoría) en los que el novelista no piensa, el narrador se olvida de analizar o de hacer historia, y se deja arrastrar por el corazón desbocado de Rosa, Currito y Amparo. Entiendo perfectamente que Antonio Rodríguez Almodóvar haya gozado despellejando a Franco, a los falangistas, a Queipo de Llano y a cuanto obispo y/o fascista se le pusiera a tiro de sintagma. Son deudas históricas, y alguna vez tenía que cobrarlas. Poder llamar a Franco Gran Sapo, Tirano, Gran Genocida, general Ísimo de Moros Hambrientos y Legionarios Avarientos, Jefe de la Manada, Sumo Traidor, y otras tantas verdades más tiene que dar mucho placer, aunque la novela se resienta. “Ande yo caliente, y ríase la gente”, parece decir Antonio, que de seguro sabe que ese narrador subjetivo no es el más adecuado para narrar una novela, pero es que da tanto gustito…

Hay muchos momentos gloriosos. Mucho sexo. Mucha historia. Fútbol, putas, políticos, extraperlo, monjas, sindicalistas, policías, falangistas, obispos y anarquistas. Y unos personajes que crecen cada vez que pierden la cabeza y amordazan al narrador a golpes de corazón. Y grandes metáforas. Como la de ese sargento negro norteamericano, dueño de unos “grandes ojos de dinosaurio rezagado en la evolución natural de las especies.”

Antonio Rodríguez Almodóvar es el mayor folclorista de España, por no decir el único. Sus “Cuentos al amor de la lumbre” y los “Cuentos de la Media Lunita” reúnen la mejor y mayor colección de cuentos de tradición oral existente en la actualidad. Al final de la novela, como recordatorio de su trabajo de décadas en torno a la tradición oral, aparecen El Medio Pollito, el Gallo Kirico que se fue a las bodas de su tío Perico, y la historia de La hormiguita presumida y el ratón Pérez.

El final de la novela es uno de los grandes aciertos, muy al contrario de lo que le suele ocurrir a Arturo Pérez Reverte. El final de “Si el corazón pensara” es digno de un gran conocedor de las estructuras novelescas. El lector no quedará defraudado lo más mínimo (prohibido leer las últimas páginas por adelantado).

lunes, 22 de febrero de 2010

En Madrid, con humo y bebecuentos

Estoy en Madrid, y siento cualquier cosa menos añoranza. No hay emoción de regreso del exilio. No hay sonrisa boba al pasar por delante del portal de mi antigua casa. Supongo que me he ido asilvestrando, y ya el humo de la ciudad me marea. También es verdad que Ángel Zapata e Inés fuman mucho, y no es un humo surrealista ni cenetista, sino humo de tabaco negro, que hace años tenía sabor a besos, y ahora solo sabe a cenicero.

El sábado estuve dando una clase de cuatro horas a los alumnos del máster de narrativa de la Escuela de Escritores. Les puse la cabeza como un bombo, pobres, entre palimpsestos y haikus deconstructivos. Hay que espabilar, que si no a la que te descuidas Belén Esteban y Ana García Obregón se escriben una novela tridimensional con cuatro tetas de silicona, y se funda una nueva poética de la postmodernidad. Cuando te sientes a escribir, antes métete una guindilla por el culo, verás cómo hay más movimiento en tus argumentos y los personajes tienen más chispa. Es la escritura orgánica, vegetal, atávica. Verás que risa.

Bea estuvo contando Bebecuentos en el auditorio de la Casa de América, en Cibeles, y provocó un atasco de cochecitos en los pasillos del palacio de Linares. Más de 300 asistentes, entre bebés y padres, sentados incluso en el escenario, rodeándola por completo. Canciones de cuna, pompas de jabón, besos con babas. Una fiesta.

Y muchos amigos, eso sí. Pero a la próxima nos vemos en Tenerife

viernes, 19 de febrero de 2010

La lluvia horizontal

Hoy se puso a llover de abajo arriba. No, yo no estaba haciendo el pino, solo estaba asomado al balcón, de cara al mar, con el barranco de las breñas por delante. Primero empezó a solplar el viento. Viento del norte. El que trae la lluvia. La vi venir, llegaba desde La Palma, pero el viento cada vez soplaba más fuerte, a ras de mar, haciendo borreguitos sobre las olas. Al llegar a las rocas de la costa, el viento empezó a escalar los riscos y a arañar las chumberas. Y llegó la lluvia, y las gotas escalaban la torrentera hasta llegar al balcón de casa, de abajo arriba. Si llevara faldas, se me mojarían las bragas.

Luego empezaron a volar las tejas. Más de cuarenta.

Después tuve que ir a buscar los canalones de recogida de agua de lluvia al jardín del vecino.

Tres camisetas de manga corta en la antena de la televisión.

El cartero sobrevolaba los dragos.

Mañana nos vamos a Madrid, pero regresaremos el domingo.

domingo, 14 de febrero de 2010

Carnaval 2010

Hace diecinueve años, cuando publiqué mi primera novela, "Devuélveme el anillo, pelo cepillo", escribí en el prólogo: "Me gusta disfrazarme. A todos los escritores nos gusta."

Es evidente. Escribir es vivir otras vidas, ponerse en la piel de los personajes, ser otros. O sea: disfrazarse.

Son disfraces sintácticos, cosidos con lexemas y morfemas, que transportarán a los lectores a otros mundos. Pero antes que a los lectores, lo hace con los escritores.

En eso somos como niños. El espacio transicional desde donde los autores escriben, es el cuarto de juegos de los escritores. Hay mucho de infantil en la escritura: pasión, emoción, credibilidad, inmersión, empatía... hasta el punto que Baudelaire decía que "el genio es la infancia recuperada".

Así que de pronto, si este escritor que escribe esto, de pronto vive en Tenerife, se encuentra con que medio millón de personas deciden una vez al año disfrazarse, bailar, transgredir y vivir por unas horas, por unos pocos días, otras vidas, otros mundos, otras pieles.

Este año yo me convertí en cardenal purpurado, con bonete y mirada torcida.

Bea es una diablilla sexy, un súcubo: un demonio en forma de mujer sensual, una perdición, la carne que tienta al débil (qué suerte ser débil y caer en las tentaciones).

Entre los habitantes de Tenerife, hay división de opiniones: a favor o en contra de los carnavales. Pero eso solo sucede si has nacido y vivido aquí, y de pronto toca rebelarse contra lo que se ha mamado desde la cuna. Rebelión o sumisión, ese es el dilema de los chicharreros. Los hay que huyen de la isla, se van a la Gomera, o a Güimar; y los hay que se entregan a la fiesta, ese rito pagano que ni siquiera Franco pudo erradicar de Canarias.

Los que venimos de fuera, o estamos instalados desde hace poco, nos dejamos vencer por las tentaciones. Llevamos décadas de atraso en los asuntos de la risa y los disfraces.

martes, 9 de febrero de 2010

Fallo del Primer Concurso Internacional “Cuento en corto” de narraciones orales en vídeo

Reunido el jurado del I Concurso Internacional “Cuento en corto” para narraciones orales en vídeo, compuesto por profesores de la Escuela de Escritores de Madrid y coordinadores y miembros de la Red Internacional de Cuentacuentos:

Enrique Páez (España), Javier Sagarna (España), Beatriz Montero (España), Armando Quintero (Venezuela), Germán Solís (España), Alicia Barberis (Argentina), Martin Ellrodt (Alemania), Benita Prieto (Brasil), Diego Parra (Colombia), Jota Villaza (Colombia), Ángeles Lorenzo (España) y Armando Trejo (México).

Analizados y evaluadas las 154 obras presentadas al Concurso, el jurado acordó lo siguiente:

Conceder una mención especial con categoría de finalistas a los siguientes vídeos que compitieron en la última rondas de votaciones establecidas por el jurado:

Título: El cuento de la princesa y la rana
Narra: Djeliba Baba el Cuentacuentos (USA)
Escribe: Djeliba Baba el Cuentacuentos
(Vídeo nº 81)

Título: Venganza
Narra: Mauricio Grande (Colombia)
Escribe: MAURICIO Grande
(Vídeo nº 148)

Título: El niño godiño pericondiño
Narra: Fernando Cárdenas Caballero (Colombia)
Escribe: Fernando Cárdenas Caballero
(Vídeo nº 45)

Título: El escritor
Narra: Edgardo Franzetti (Argentina)
Escribe: Edgardo Franzetti
(Vídeo nº 7)

Título: Piedrita bajo la almohada
Narra: Laura Dippolito (Argentina)
Escribe: Giselle Rattaus
(Vídeo nº 75)

Título: Yacoub, el narrador de cuentos
Narra: María Laura Vélez Valcárcel (Perú)
Escribe: Cuento popular
(Vídeo nº 115)

Título: La niña buena
Narra: Rodolfo Castro (Argentina - México)
Escribe: Hector Hugh Munro
(Vídeo nº 94)

Título: Un hombre sabio
Narra: Fernando Cárdenas Caballero (Colombia)
Escribe: Fernando Cárdenas Caballero
(Vídeo nº 58)

Título: La rana juana
Narra: Marcela Romero (México)
Escribe: Tradición popular
(Vídeo nº 93)

Conceder el Premio al mejor Cuento en Corto dotado con 500 euros y un curso trimestral en la Escuela de Escritores, al vídeo:

Título: Future Folklore part 1
Narra: Dan Yashinsky (Canadá)
Escribe: Dan Yashinsky
(Vídeo nº 154)



Para la concesión de este premio, el jurado valoró la calidad literaria, la originalidad del tema, la adecuación de las texturas de la voz del narrador al contenido del cuento, la expresividad gestual, las aportaciones artísticas al arte de la tradición oral, la puesta en escena y la calidad técnica de la obra presentada en vídeo.

El jurado quiere felicitar calurosamente al ganador del Concurso, Dan Yashinsky, a los nueve finalistas, y a todos los participantes en el Concurso por la calidad y la calidez de las obras presentadas, y les invita a todos a participar en la próxima convocatoria del Concurso Internacional “Cuento en corto” que se convocará en el último trimestre de 2010.

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Winners of First International Video Short Story Contest in oral narratives

The Jury composed for teachers of the School of Writers in Madrid and coordinators and members of the International Storytelling Network:

Enrique Paez (Spain), Javier Sagarna (Spain), Beatriz Montero (Spain), Armando Quintero (Venezuela), Germán Solis (Spain), Alicia Barberis (Argentina), Martin Ellrodt (Germany), Benita Prieto (Brazil ), Diego Parra (Colombia), Jota Villaza (Colombia), Ángeles Lorenzo (Spain), Armando Trejo (Mexico),

analyzed and evaluated the 154 works submitted to the Competition. The jury agreed:

To grant a special mention category finalists to the following nine videos that competed in the final rounds of voting established by the jury:

(81) El cuento de la princesa y la rana
Narra: Djeliba Baba el Cuentacuentos (USA)
Escribe: Djeliba Baba el Cuentacuentos
(Vídeo nº 81)

Venganza
Narra: Mauricio Grande (Colombia)
Escribe: MAURICIO Grande
(Vídeo nº 148)

El niño godiño pericondiño
Narra: Fernando Cárdenas Caballero (Colombia)
Escribe: Fernando Cárdenas Caballero
(Vídeo nº 45)

El escritor
Narra: Edgardo Franzetti (Argentina)
Escribe: Edgardo Franzetti
(Vídeo nº 7)

Piedrita bajo la almohada
Narra: Laura Dippolito (Argentina)
Escribe: Giselle Rattaus
(Vídeo nº 75)

Yacoub, el narrador de cuentos
Narra: María Laura Vélez Valcárcel (Perú)
Escribe: Cuento popular
(Vídeo nº 115)

La niña buena
Narra: Rodolfo Castro (Argentina - México)
Escribe: Hector Hugh Munro
(Vídeo nº 94)

Un hombre sabio
Narra: Fernando Cárdenas Caballero (Colombia)
Escribe: Fernando Cárdenas Caballero
(Vídeo nº 58)

La rana juana
Narra: Marcela Romero (México)
Escribe: Tradición popular
(Vídeo nº 93)


Grant Award for Best Video Short Story in endowed with 500 Euros and a three months online course in the School of Writers (Madrid), the video titled:

Future Folklore part 1
Narra: Dan Yashinsky (Canadá)
Escribe: Dan Yashinsky
(Vídeo nº 154)

For granting this prize, the jury valued the literary quality, originality of the theme, the adequacy of the textures of the voice of the storyteller, the expressive gesture, the artistic contributions to the art of oral tradition, and staging technical quality of the work presented in video.

The jury warmly congratulates the winner of the contest, Dan Yashinsky, the nine finalists, and all participants in the contest for the quality and warmth of the works, and invites to them all to participate in the next edition of the International Competition "Story in short" to be convened in the last quarter of 2010.

jueves, 4 de febrero de 2010

Crónica del Festival de Agüimes

Desde la isla de enfrente, Gran Canaria, Antonio Lozano nos hizo señales con un pañuelo rojo: “Veníos al Festival, que celebramos 20 años y habrá tarta, piñata, cuentos, y ron Arehucas”. Y allí nos fuimos, Bea y yo, con coche y todo dentro del barco Bencomo Express.

En el hotel Villa de Agüimes Viviana nos recibió, y nos dio la habitación 6. Pero esa tenía cuatro camas individuales, así que se la cambiamos a Elena Castillo, nuestra vecina de Santa Cruz, por la suya, la número 5.

--Cuidado, que dicen que en esta habitación se alojó Garzón Céspedes cuando era él el que programaba el Festival --nos advirtieron bajando la voz.

No somos supersticiosos, pero antes de dormir miramos debajo de la cama por si se hubiera escondido allí. Y luego dentro del armario. “Sal, Francisco, que no te vamos a hacer nada”. Pero Garzón no estaba, así que nos echamos a dormir tranquilos.

El viernes 22 de enero abrió la función inaugural Antonio López, con su guitarra al hombro, mientras Fele, su mujer, lo miraba con ojitos tiernos. Beatriz Montero contó la mejor versión del Medio Pollito que jamás se haya oído nunca. Siguió el canadiense Marc Laberge, the quiet man, director del Festival interculturel du conte du Québec, con cuatro cuentos breves. Luego Ana Griot (León), Elena del Castillo (Tenerife), Jean Michel Hernández (Francia) y Coralia Rodríguez (Cuba). Todos muy guapos, con tablas y con buen repertorio. Para mi gusto, la mejor función de todo el Festival, y eso que después hubo muchas y sabrosas.

Según pasaban los días empezaron a gotear narradores de cuentos de todos los colores: Boniface Ofogo, Boni, con una película sorprendente bajo el brazo, filmada en el funeral de su padre unos meses antes en Camerún. Antonio González (un lobo y un ratón escondidos en su garganta) y Ana Torrellas (Benedetti en escena), de La Carátula de Elche, medio valencianos medio venezolanos, junto con Nazario, hermano de Antonio González, especialista en escenografía, luces y sonido. Grandes bebedores de ron. Vidas enteras guarecidas en los escenarios.

Nicolás Buenaventura y Pilar llegaron desde París con un espectáculo de cuentos zen, “Maestra palabra”, mínimo, exquisito y bien modulado. Hola y adiós, porque al día siguiente se fueron al carnaval de Barranquilla, en Colombia. Buena suerte, compañeros.

Coralia, la bella mulata, arrancó leyendas de reinas yorubas del interior de la tierra. “Había una vez un cocodrilo verde” que se llamaba Cuba, mi hermano, tú ya sabes mi amol. Bea y yo le compramos en la calle Triana de Las Palmas una camisa para su compañero Michel, un rubio de dos metros que le esperaba en Suiza. Días después Coralia asistió como alumna a mi Taller de Escritura, y se descolgó con un monólogo excelente, una voz propia irreductible. Espero que siga escribiendo. Y contando, claro.

Cuando llegó a Agüimes mi amigo Alberto Pérez, los que estábamos allí ya nos habíamos bebido unas cuantas botellas de Arehucas. Alberto, con su orquesta volátil flotando en el aire y un catarro de los de suspender espectáculos, hizo un esfuerzo titánico para contar y cantar un rock and roll. Mítico. La propuesta músico-narrativa más novedosa de todo el Festival, sin duda.

Durante el segundo fin de semana llegó el diluvio de narradores: Félix Albo (Valencia), Magdalena Labarga y Masissa Amado (Palique), Alekos acompañado por su tiple y el Conde Sisebuto, Bonai Capote (Guinea), Pep Bruno (un poco despistado, algo perdido), Antonio Abdo con Pilar Rey (La Palma), el Taller de Juglares de Gran Canaria, Oswaldo Pai (Zaragoza) con sus bolas malabares, y Kiko Cadaval con culito de oro, un bebé nonato flotando en formol, y todo Galicia en la mochila.

Y todos los que no se subían al escenario, pero estaban por allí: Carlos Gil Zamora de Artezblai (Bilbao), Cristina G. Temprano (Lanzarote), Francis, Mario, María Jesús, Viviana, Fele, Pino y Antonio Lozano (Agüimes), el novelista Pablo Martín Carbajal (Tenerife), Lola López del Instituto Cervantes de Marrakech, y algunos más que si se me olvidan no es por malicia, sino por alzheimer.

Volveremos, cómo no, todas las veces que Antonio Lozano quiera. Sus “Cenizas de Bagdag” se vino conmigo en la maleta, y muy pronto se convertirá en una aventura compartida gracias al misterio de la lectura y el pacto de suspensión de la incredulidad.

(Todas las fotos son de Enrique Páez y Beatriz Montero. Haz clic sobre ellas para verlas más grandes)

martes, 2 de febrero de 2010

La estafa de Asisa

Llevo asegurado en la compañía médica Asisa desde hace 25 años. Ahora, con la crisis, me resulta imposible pagar los recibos mensuales que me pasan al cobro cada dos meses, por lo que el pasado 19 de enero solicité por escrito que me dieran de baja de manera inmediata.

La asombrosa respuesta de Asisa es que, gracias a una cláusula escondida (tanto que yo aún no la he podido encontrar) en el contrato de 20 páginas que me hicieron firmar, ellos tienen derecho a obligarme a seguir pagando hasta el 31 de diciembre de 2010 (un año entero), quiera o no quiera, aunque esté en paro, aunque esté arruinado, aunque viva en el extranjero. Esa obligación nace de una interpretación sesgada de una cláusula engañosa en un contrato escrito con lenguaje premeditadamente oscuro, redactado por algún abogado especializado en desorientar al cliente y en retorcer el lenguaje jurídico para que a través de la letra pequeña y 20 páginas de texto, el cliente no sepa nunca que darse de baja en el futuro le costará el pago de las mensualidades de un año entero, para mayor gloria y beneficio de los grandes accionistas de Asisa. Alguna vez un abogado me dijo que esas eran las llamadas cláusulas abusivas de la letra pequeña, y que anulan los contratos por sí mismas. Ojalá, porque Asisa, para evitar que alguien de la orden al banco de no pagar, renueva sus recibos cada dos meses para que parezca una orden renovada y diferente cada vez.

Al firmar la póliza de seguro de pago bimensual, nunca me informaron esa artimaña de tener que pagar un año extra al solicitar la baja. Es más, el pago bimensual sugiere que uno puede darse de baja avisando con 15 días de antelación, tal y como ocurre con los suministros de teléfono, gas, electricidad, agua, alquiler de vivienda, arrendamiento de local comercial, o cualquier otro servicio que se anuncia, se contrata y se paga con periodicidad mensual o bimensual.

A mí me recuerda mucho a la historia de David contra Goliat: una corporación gigante que de modo opresivo obliga a seguir pagando a los ingenuos asegurados que creen que pueden darse de baja para poder sobrevivir a la crisis. Sería un buen argumento para revisar ese mito de David y Goliat, Ulises contra el gigante Polifemo, el estudiante débil contra el capacobardes del patio del colegio, la mujer prostituida contra su proxeneta, Caperucita y el lobo, Yoyes contra ETA, Atahualpa frente los conquistadores, los judíos contra Hitler, Aminetou Haidar contra la ocupación del Sáhara occidental, los secuestrados contra los secuestradores. Todas las historias son la misma historia: el mito se renueva y se reinventa a sí mismo a través de las acciones de los hombres.

La crisis nos afecta a todos, pero a unos más que a otros. Para salir de la crisis se precisan soluciones imaginativas, pero una de las más mezquinas de todas es obligar al débil a pagar en contra de su voluntad y sin contraprestaciones (no, no hay contraprestaciones, yo he renunciado a los servicios médicos de Asisa, así que no recibo nada a cambio), y con la amenaza de un bufete de abogados especializados en el engaño, un ejército de juristas armados con contratos de cláusulas afiladas, a las órdenes de la Gran Compañía, y pagados con el botín de las primas de los asegurados descontentos.

Yo solo soy un número de asegurado, es verdad, y no tengo tanto dinero como Asisa. Ellos tratan de quitarme, prolongándolo a lo largo de todo un año, 114,86 euros cada dos meses. Eso suma casi 600 euros. Para mí eso es mucho dinero, aunque para Asisa no sea demasiado. Yo no tengo tanto dinero como ellos para contratar los servicios jurídicos apropiados, pero tengo palabras. Muchas palabras. Soy un millonario de lengua, y no cambio mi capacidad de escritura por los 500 abogados de su gabinete.

Quizá con la crisis cien mil asegurados quieran darse de baja en Asisa, y con esta estrategia fraudulenta podrían ganar casi 60 millones de euros (o diez mil millones de las antiguas pesetas). Pero si Asisa quiere ganar 60 millones de euros, no debería hacerlo por la fuerza, con la navaja de una cláusula afilada en la garganta de los asegurados descontentos, sino ofreciendo mejores servicios, y consiguiendo que en lugar de querer darse de baja, deseen mantenerse dentro de Asisa, y convenzan a otros cien mil clientes más. Pero eso es cosa suya, que el departamento de marketing a mí no me paga un duro.

Así que resumiendo: Quiero darme de baja como asegurado de ASISA, y no me dejan. ¿Tendré que dejar de comer para pagar los futuros recibos de la compañía?

jueves, 21 de enero de 2010

Vámonos al Festival de Agüimes

El Festival de Agüimes cumple 20 años. Nos hacemos viejos. Y tú más.

Mañana Bea y yo nos subiremos a una barcaza de Fred Olsen, nos beberemos un café con posos en la cafetería bamboleante, y sorteando sargos y delfines desembarcaremos en Agaete una hora más tarde.

A Bea y a mí, a estas alturas, nos ha crecido en el pecho un corazón chicharrero, pero no tanto como para que los canariones nos caigan mal. Esto de rebautizarnos a la religión guanche ha sido una conversión rápida, parecida a la gracia tumbativa de San Pablo, que para hacer que creyera en Cristo de una vez, un arcángel rencoroso le derribó del caballo con la revelación en forma de zarpazo de luz. Como para no creer. Un día de estos se nos escapará alguna queja contra los godos hediondos de la península, ya veréis.

Así que con un atillo a la espada (es un decir, porque nos llevamos el coche y los portátiles) iremos al encuentro de unos cuantos amigos cuenteros. Alguno de ellos, como Alberto Pérez, es amigo desde hace más de treinta y cinco años, manda huevos, que bajábamos juntos la cuesta que va del Chaminade a la Facultad de Filosofía y Letras (el A, y al año siguiente el B) en el año 1973, 74 y 75. Los grises nos vigilaban de cerca. Tan de cerca que de cuando en cuando nos llevábamos una buena tanta de hostias. Su grito de guerra era siempre el mismo: "¡Disuélvanse!" Estaban tan acostumbrados a decirlo que en una ocasión me encontraron a mí solo en la cafetería, y me gritaron :"¡Usted, disuélvase!". Menudo acojone. Estuve a punto de licuarme con los dos azucarillos en la taza de café, por no llevarles la contraria. En tercero Alberto se fue a Lingüística, y yo a Literatura.

--Una mujer escopeta es la que acompaña a los novios durante el paseo para que no se metan mano detrás de un arbusto. En el cine se pone en medio de los dos. Suele ser una tía solterona, o la hermana fea de la novia. En el caso de que sea la hermana pequeña, tiene solución, porque se le puede sobornar con un helado o un algodón de azúcar, pero si es una tía solterona, más vale que el novio toque la zambomba-- me contaba Alberto de camino a la facultad.

Supongo que el nombre procedía por similitud con aquellos guardas de los parques de Madrid, con uniformes marrones, de camuflaje, una cartuchera roja de cuero cruzando el pecho, al estilo Pancho Villa, y una escopeta de dos cañones colgada a la espalda. Los niños de entonces, los que íbamos de cuando en cuando al Retiro o al Parque de Manuel Becerra, teníamos que ser malos de cojones para que el guarda del parque tuviera que llevar una escopeta. O a lo mejor no era para nosotros, los niños (yo no me acercaba mucho, por si acaso), sino para los novios indecentes, que se besaban en los bancos a la vista de todos.

--¿Cómo es posible que hagan eso en mitad del parque? ¡Serán guarros! Eso lo soluciono yo echando leches.

Escopeta al hombro y un aviso:

--Como le vuelvas a tocar la teta, duermes en el calabozo, bribón. Y tienes suerte de que esa no sea mi hija, porque ya te habría volado los huevos a perdigonadas. De momento, para que aprendas, diez pesetas de multa por escándalo público. ¿Qué pasa, que andáis con la moral distraída?

Alberto ha seguido siendo amigo desde entonces, ha estado en casi todas las presentaciones de libros del Taller de Escritura en la Sala Clamores, y en Madrid vivíamos a menos de 200 metros el uno del otro, en los alrededores de la plaza del Dos de Mayo.

Pero habrá más amigos, claro que sí.

El gnomo Alekos. Seguro que terminará por construir el museo del juguete en Guasca, por allá donde Pedro Páramo, si es que no lo arrasó ya todo el llano en llamas. Ya hemos hecho dos libros juntos, y nos faltan unos cuantos más por hacer.

Coralia Rodríguez, mamita cubana, negrota hermosa, lo mejor del Caribe iluminando la calle con sus trajes de colores.

Anita Griot, ¡vecina, que ya me subo para la fiesta!

Maísa Marbán, Magdalena Labarga, Marissa Amado…

Y Antonio Lozano. Qué raro que no nos hubiéramos conocido mucho antes. Le llevo un ejemplar de “Abdel”, porque él también tiene un pedazo de corazón enquistado en África, y otro de “Escribir. Manual de técnicas narrativas”, porque sé que lo va a disfrutar.

En fin, que nos vamos de excursión a la isla de enfrente, que ya es hora de parar un poco, porque la Red Internacional de Cuentacuentos se ha hecho tan grande en tan poco tiempo, que ya casi ni me acuerdo de lo que es un paseo a la orilla del mar, y eso que está aquí mismo, tan cerca...

lunes, 18 de enero de 2010

Cleopatra

Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Percuntia tempora fati conqueror, in uentos inpendo uota fretumque; ne retine dubium cupientis ire per acquor; si bene nota mihi est, ad Caesaris arma iuuentus naufragio uenisse uolet. lam uoce doloris utendum est: non ex acquo diuisimus orbem; Epirum Caesarque tenet totusque senatus, Ausoniam tu solus habes». His terque quaterque uocibus excitum postquam cessare uidebat, dum se desse deis ac non sibi numina credit, sponte per incautas audet temptare latebras quod iussi timucre fretum, temeraria prono expertus cessisse deo, fluctusque ucrendos classibus exigua sperat superare carina.

jueves, 14 de enero de 2010

Sophie

Al amanecer Sophie, una mujer negra, ensangrentada y medio desnuda, araña los escombros de su casa a las afueras de Puerto Príncipe, en Haiti. Sabe que sus cuatro hijos pequeños y su marido están debajo de las paredes derruidas. Sophie no puede verlos, pero escucha un gemido intermitente, de cuando en cuando, y ese lamento le taladra el tímpano hasta lo insoportable, y al mismo tiempo le da alguna esperanza. Sophie remueve adoquines con una fuerza que desconoce, y cada piedra que mueve queda marcada con una huella de sangre procedente de sus manos. Sophie no se rinde. Al levantar una puerta tumbada descubre una pierna diminuta que asoma entre el polvo. Es la de su hija Anne, lo sabe por la sandalia rosa que aún lleva puesta. Se abalanza desesperada, pero en el mismo momento en el que toca la pierna de Anne, tan frágil, tan fría, sabe que está muerta desde hace varias horas. Va a desenterrarla, pero el mismo gemido intermitente, a sus espaldas, le hace regresar al centro de la casa y escarbar con furia. Ahora lo escucha con más nitidez, y se estremece al escuchar un lamento que ni siquiera parece humano. Podría ser su marido, o alguno de sus otros tres hijos, supervivientes del terremoto. Ayudándose de una palangana metálica a modo de pala, desescombra y remueve hasta llegar al origen de los sollozos. Al fin lo consigue, pero no es su marido, ni ninguno de sus hijos. Todos están muertos. Sophie está sola, porque el gemido que arranca debajo de las piedras es de Blaqui, el perro de los niños.

lunes, 11 de enero de 2010

Aurora

Lí poder tranquilizar, perdonar y enterrar a los padres, siempre ll

Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Percuntia tempora fati conqueror, in uentos inpendo uota fretumque; ne retine dubium cupientis ire per acquor; si bene nota mihi est, ad Caesaris arma iuuentus naufragio uenisse uolet. lam uoce doloris utendum est: non ex acquo diuisimus orbem; Epirum Caesarque tenet totusque senatus, Ausoniam tu solus habes». His terque quaterque uocibus excitum postquam cessare uidebat, dum se desse deis ac non sibi numina credit, sponte per incautas audet temptare latebras quod iussi timucre fretum, temeraria prono expertus cessisse deo, fluctusque ucrendos classibus exigua sperat superare carina.

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Imagen: "Amanecer" de Néstor Martín-Fernández de la Torre (1887-1938)

domingo, 10 de enero de 2010

Begoña (4/4)

Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Percuntia tempora fati conqueror, in uentos inpendo uota fretumque; ne retine dubium cupientis ire per acquor; si bene nota mihi est, ad Caesaris arma iuuentus naufragio uenisse uolet. lam uoce doloris utendum est: non ex acquo diuisimus orbem; Epirum Caesarque tenet totusque senatus, Ausoniam tu solus habes». His terque quaterque uocibus excitum postquam cessare uidebat, dum se desse deis ac non sibi numina credit, sponte per incautas audet temptare latebras quod iussi timucre fretum, temeraria prono expertus cessisse deo, fluctusque ucrendos classibus exigua sperat superare carina.
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Fin

sábado, 9 de enero de 2010

Begoña (3/4)

—Pero vamos a ver, ¿tú no tienes novia? ¿Elena no es tu novia? ¿Tú no eres lesbiana? —le pregunté yo al borde del infarto escupiendo en la taza del Café del Nuncio. Y probablemente también se lo preguntó el viejo, al borde de otro infarto con más posibilidades de ser mortal.

—Pues no, qué tontería —me dijo Anabel/Sofía—. Yo estoy con Elena porque me gusta ella como persona; pero si Elena se hubiese llamado Germán y fuese un chico, me habría enamorado de Germán. Yo me enamoro de las personas, no de su sexo.

Y levantó la barbilla en un gesto de orgullo.

Y a mí la picha se me puso a reventar. Vamos, no me jodas.

El caso es que poco a poco, según me contó, la mano del viejo llegó hasta las bragas, después se las quitó, y acabó en la cama con él. Sí, sí, con el de 80 años. Y no una vez, sino dos veces por semana, como poco. Begoña, o Anabel, me cago en dios, decía que esos días él le daba una propina de dos mil pesetas por haberse portado bien.

—Venga ya. Eso se llama prostitución —le dije enfermo de celos.

—Oye, no te pases. Yo lo hacía porque no me importaba, y a él se le veía tan contento que no sabía cómo pararle —me dijo Begoña, o como coño se llamase.

—Pero vamos a ver, ¿tú no estabas contratada para hacer intercambio del idioma inglés? —le pregunté casi suplicando para que rectificase la historia.

—Al final ya ni hablábamos en inglés ni nada —me dijo pegando la espalda al respaldo de la silla—. Según entraba por la puerta me empujaba hasta la cama, me desnudaba deprisa y me echaba un polvo. Después, más tranquilo ya, nos tomábamos un té, y hablábamos del calor que hacía en verano en Madrid. Antes de irme él me metía un billete de dos mil pesetas en el bolso, o por dentro de las bragas, y nos despedíamos hasta la próxima. ¡No sabes qué energía tenía el tío, con 80 años!

Yo casi ni me lo podía creer. Allí estaba Sofía, o Begoña, tan tranquila, contándome cómo se lo montaba con un tío de 80 años sin que Elena, su novia lesbiana, se enterara de nada.

—¿Y aún sigues yendo a su casa? —le pregunté, sabiendo que no era posible.

—No, ya no. Al final me enfadé con él. Era un cerdo —reconoció.

—¿Por qué? ¿Qué pasó? —yo estaba al borde de un infarto sexual.

Anabel, o Sofía, dudó unos instantes. No sabía si contármelo o no. Parecía que le daba vergüenza.

—Bueno, un día llegué y me encontré con que estaba con un amigo un poco más joven que él, tendría unos 75 años, pero se conservaba bien. Me dijeron que se conocían desde la mili en Ceuta. Al principio me dio un poco de mal rollo, porque su amigo tenía la cara salpicada de huellas de viruela y ojos de viciosillo.

—No sigas por ahí, que vamos mal —le dije en un susurro, pero Begoña no me escuchó.


(terminará mañana...)

viernes, 8 de enero de 2010

Begoña (2/4)

Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Percuntia tempora fati conqueror, in uentos inpendo uota fretumque; ne retine dubium cupientis ire per acquor; si bene nota mihi est, ad Caesaris arma iuuentus naufragio uenisse uolet. lam uoce doloris utendum est: non ex acquo diuisimus orbem; Epirum Caesarque tenet totusque senatus, Ausoniam tu solus habes». His terque quaterque uocibus excitum postquam cessare uidebat, dum se desse deis ac non sibi numina credit, sponte per incautas audet temptare latebras quod iussi timucre fretum, temeraria prono expertus cessisse deo, fluctusque ucrendos classibus exigua sperat superare carina.

(continuará mañana...)

jueves, 7 de enero de 2010

Begoña (1/4)

Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Percuntia tempora fati conqueror, in uentos inpendo uota fretumque; ne retine dubium cupientis ire per acquor; si bene nota mihi est, ad Caesaris arma iuuentus naufragio uenisse uolet. lam uoce doloris utendum est: non ex acquo diuisimus orbem; Epirum Caesarque tenet totusque senatus, Ausoniam tu solus habes». His terque quaterque uocibus excitum postquam cessare uidebat, dum se desse deis ac non sibi numina credit, sponte per incautas audet temptare latebras quod iussi timucre fretum, temeraria prono expertus cessisse deo, fluctusque ucrendos classibus exigua sperat superare carina.
(continuará mañana...)

martes, 5 de enero de 2010

Mariponchi

Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Percuntia tempora fati conqueror, in uentos inpendo uota fretumque; ne retine dubium cupientis ire per acquor; si bene nota mihi est, ad Caesaris arma iuuentus naufragio uenisse uolet. lam uoce doloris utendum est: non ex acquo diuisimus orbem; Epirum Caesarque tenet totusque senatus, Ausoniam tu solus habes». His terque quaterque uocibus excitum postquam cessare uidebat, dum se desse deis ac non sibi numina credit, sponte per incautas audet temptare latebras quod iussi timucre fretum, temeraria prono expertus cessisse deo, fluctusque ucrendos classibus exigua sperat superare carina.

sábado, 2 de enero de 2010

Patricia

Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Percuntia tempora fati conqueror, in uentos inpendo uota fretumque; ne retine dubium cupientis ire per acquor; si bene nota mihi est, ad Caesaris arma iuuentus naufragio uenisse uolet. lam uoce doloris utendum est: non ex acquo diuisimus orbem; Epirum Caesarque tenet totusque senatus, Ausoniam tu solus habes». His terque quaterque uocibus excitum postquam cessare uidebat, dum se desse deis ac non sibi numina credit, sponte per incautas audet temptare latebras quod iussi timucre fretum, temeraria prono expertus cessisse deo, fluctusque ucrendos classibus exigua sperat superare carina.

viernes, 1 de enero de 2010

Adelita

Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Percuntia tempora fati conqueror, in uentos inpendo uota fretumque; ne retine dubium cupientis ire per acquor; si bene nota mihi est, ad Caesaris arma iuuentus naufragio uenisse uolet. lam uoce doloris utendum est: non ex acquo diuisimus orbem; Epirum Caesarque tenet totusque senatus, Ausoniam tu solus habes». His terque quaterque uocibus excitum postquam cessare uidebat, dum se desse deis ac non sibi numina credit, sponte per incautas audet temptare latebras quod iussi timucre fretum, temeraria prono expertus cessisse deo, fluctusque ucrendos classibus exigua sperat superare carina.

jueves, 31 de diciembre de 2009

El último día del 2009: resumen

En este año que termina me he cabreado varias veces con:

Los anuncios por teléfono
Moratinos
Los concejales de urbanismo
La diabetes
Los semáforos en rojo
Los obispos
Las tetas pequeñas en las películas porno
Rosa Díez
El viento
Mohamed VI
La oreja de Van Gogh
Los jueces
Ana Rosa Quintana
Mi banco
Los gusanitos negros del jardín
Moviestar
Los churros demasiado grasientos
Berlusconi
Los coches que no ponen el intermitente antes de girar
Hacienda
Los globos cuando explotan
Los mormones
Los controles en los aeropuertos
Natalia
El hambre
Los informativos de la tele
La Sgae
Esperanza Aguirre
La médica del ambulatorio
ETA
Las películas tópicas
El sueño
Coalición Canaria
La universidad elitista
El humo del tabaco
El Tribunal Constitucional
El vino blanco de Tacoronte
Las moscas
Conmigo mismo

Y más cosas, muchas más, pero como se acercan las campanadas, dejo esto aquí para ver si el año que viene desaparece. Se fue.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Feliz 2010


Asómate a la vergüenza
mujer de poca ventana,
y dame un poco de sed
que vengo muerto de agua.

(Nicanor Parra)

domingo, 20 de diciembre de 2009

No te fíes de los jueces

Hay veces que la historia de los pueblos coloca a los jueces en la desagradable tesitura de tener que enviar a prisión a homosexuales, a esposas infieles y a mujeres violadas que insisten en abortar. La ley es la ley, y ellos solo la aplican. Si hubiera otras leyes, aplicarían esas otras leyes. La ley es ciega, y los jueces se revisten de la misma ceguera, añadiendo la sordera y la ausencia de olfato ¿Cómo si no podrían aguantar la visión de las torturas, los gritos de los que denuncian injusticias, el hedor putrefacto de sus togas?

Otros compañeros de la judicatura, más desafortunados, tuvieron que firmar sentencias de muerte para los que se oponían a las políticas del gobierno o exigían elecciones democráticas.

Ahora bien, ellos están a salvo de esas fluctuaciones de la historia, y siguen ejerciendo cuando la democracia conquista el poder y saca de las cárceles a todos aquellos que cayeron en su pozo por sentencias de los jueces ciegos e imparciales.

Con la democracia los jueces fascistas, los mismos de siempre, están más contentos porque de repente se les respeta y son los garantes de la ley democrática y la Constitución. Son los mismos jueces, con las togas perfumadas de naftalina.

Ahora los jueces dicen que nos defienden de los parlamentos y las elecciones. Nos defienden de nosotros mismos, no vayamos a hacernos daño aprobando leyes sin su permiso. Ellos siempre tendrán la sartén por el mango, la interpretación escondida en el forro de sus calzoncillos.

En el futuro, cuando la revolución triunfe, los jueces se pondrán al servicio del gobierno revolucionario, y trabajarán diligentes para encarcelar a los que se opongan a todo lo que el gobierno disponga. La ley siempre es ciega, y los jueces serán sus lacayos obedientes. A ellos les va a dar igual quién mande, ni lo que mande. La verdad o la justicia es relativa: la dicta el jefe del Estado. Da lo mismo cuál sea el origen o la legitimidad del gobierno, porque el trabajo de los jueces está bien definido: estar al servicio del poder sin hacerse preguntas. Esa es su gloria, y su miseria.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Aminetu Haidar ya está en el Sáhara Occidental

Me alegro por Aminetu, me alegro por los saharauis, me alegro por las almorranas que le están saliendo a Mohamed VI, y por los mocos de vergüenza que le cuelgan a Moratinos.

El regreso de Aminetu Haidar a El Aaiún es un triunfo del pueblo saharaui, no solo de Aminetu. La credibilidad del monarca/tirano de Marruecos y la del gobierno de España han quedado muy tocadas. La política de esconder la cabeza entre los excrementos ha quedado al descubierto (lo que hacen en el Sáhara desde hace 34 años es una gran cagada a cuatro nalgas, que iniciaron Franco y Hassan II y ahora terminan Mohamed VI y Zapatero).

A partir de ahora Aminetu Haidar estará cercada, ya lo está, en su casa de El Aaiún, y el ejército marroquí se encarnizará aún más con los saharauis que aún viven en el Sáhara occidental, y que no quieren exiliarse a tiendas de campaña en el desierto de Argelia, donde viven la mitad de sus familiares, 200.000 habitantes, refugiados desde hace décadas.

Aminetu Haidar seguirá luchando de modo pacífico por al autodeterminación y la independencia del Sáhara. El Frente Polisario, único representante del pueblo saharaui reconocido por Naciones Unidas, también. Y el que firma esta entrada, avergonzado por la actitud del gobierno socialista y del rey de España, estará apoyando la lucha por la libertad del Sáhara para siempre.

martes, 8 de diciembre de 2009

El olvido genocida del Sáhara

Aminetu Haidar ha conseguido que los españoles sintamos vergüenza por la actitud sumisa y humillada del gobierno frente al tirano Mohamed VI.

Solo una mujer enferma, decidida a entregar su vida por la libertad de su pueblo, ha levantado la voz que desde hace 34 años está silenciada por los militares de Marruecos y la connivencia española. El Rey y Zapatero piensan que el Sáhara es esa verruga fea, ese perro con sarna que España apartó de una patada. Ellos ya se han tragado la vergüenza histórica, la herencia más triste de un Franco en agonía, el olvido genocida de un Sáhara que fue español.

Me duele el Sáhara, y siento asco por la cobardía y abandono de todos los gobiernos de España frente a la dignidad de Aminetu Haidar y todos los saharauis pisoteados.

sábado, 5 de diciembre de 2009

En el Festival de Los Silos

En Los Silos, un poco más allá de Icod de los vinos, empezaron a contar ayer los narradores orales del Festival Internacional del Cuento organizado por Ernesto Rodríguez Abad. Allá nos fuimos Bea y yo para, sobre todo, encontrarnos con Oswaldo y Maryta Berenguer (hacía ya cinco o seis años que había pasado por su casa en Buenos Aires, en Mar del Plata y en Bahía Blanca). Al final del su espectáculo, Maryta me dedicó el tango "Naranjo en flor", cantado con una voz cálida y madura (ya hemos dejado de ser niños, por fortuna) y yo me acordé de la garganta de arena del polaco Goyeneche, y de Susana Rinaldi, el Tortoni, San Telmo, la Recoleta y mis dos sobrinos porteños, Dodi y Diego, más argentinos que el asado de los domingos.

Después nos fuimos a cenar con Coralia Rodríguez (¿qué hace una negra cubana viviendo en Ginebra, aparte de pasar frío?), Nelson Calderón (¿y un paisa de Medellín en la Gran Vía? Al menos no pasará tanto frío como Coralia), Juan Madrigal y su mujer (Costa Rica), Emilio Lome (México) y unos pocos narradores más.

Ernesto Rodríguez Abad siguió contando cuentos africanos, y nos hizo escuchar los ultrasonidos de una ciber-selva virtual, África remasterizada en sonidos industriales: un hallazgo.

En fin, que Bea acaba de regresar ahora mismo de contar en la Biblioteca de Santa Cruz, y nos vamos de nuevo a Los Silos, que hemos quedado a comer con esos que no paran de hablar ni aún con un bocadillo de queso entre los dientes. Luego os contaré más.

martes, 1 de diciembre de 2009

Aminetu Haidar, la memoria del desierto, la desmemoria del gobierno

Que un dictador agónico, como lo era Franco en noviembre de 1975, abandonara a su suerte y a su muerte al Sáhara, no creo que le extrañe a nadie. En el colegio estudiábamos que España era la suma de los territorios de la península ibérica más Baleares, Canarias, Ceuta, Melilla, el Sáhara y Guinea. Me recuerdo mirando el mapa de España con cierto orgullo cosmopolita: los españoles teníamos patria en dos continentes, los españoles podíamos ser negros como en Guinea, o árabes como en el Sáhara.

Franco dejó morir de hambre al Sáhara, y la cedió con desidia a Marruecos. A fin de cuentas los españoles saharauis no eran súbditos de primera: eran africanos, moros, musulmanes e independentistas, así que permitió que Marruecos invadiera el Sáhara, territorio español, sin mover un solo músculo. ¿Dónde estaba el orgullo patrio, la defensa del territorio, la protección de los españoles ultraperiféricos? Menos que palabras. Mentiras de sal y arena.

Pero si Franco actuó con desidia y cobardía, ¿cómo es posible que todos los gobiernos siguientes en España hayan actuado y actúen del mismo modo? Da igual que sean de UCD, del Psoe, del PP o del nuevo Psoe que ahora está en el gobierno: hay un pacto de abandono y vergüenza.

A Moratinos le extraña que Aminetu Haidar no quiera el pasaporte español. Será que Moratinos no entiende que Aminetu no quiere ser extranjera en su propio país, el Sáhara ocupado por Marruecos, donde están sus hijos y su casa. Con un pasaporte español, Marruecos podría expulsarla sin problemas por ser una extranjera indeseable.

A Moratinos le extraña que Aminetu Haidar no quiera el estatuto de refugiada política. Será que Moratinos no entiende que Aminetu sabe que con ese estatuto jamás podría regresar a su patria, el Sáhara ocupado por Marruecos, donde está su casa y viven sus hijos.

A Moratinos le extraña que Aminetu Haidar no quiera solicitar el pasaporte marroquí. Será que Moratinos no entiende que a Aminetu le han quitado el pasaporte que tardó décadas en conseguir, tras años de cárcel, y solo quiere recuperar el suyo, sin más. No quiere otro. Solo quiere regresar a su país, el Sáhara ocupado por Marruecos, ese territorio arrebatado a España con el permiso y la aceptación tácita de Franco y de los gobiernos demócratas posteriores.

¿Qué delito ha cometido Aminetu para que Marruecos le retire el pasaporte y la embarque de modo ilegal a España, y que España acepte sumisa las ilegalidades de Marruecos?
El mismo delito de siempre, el que Aminetu lleva cometiendo desde que era niña: decir que ella es saharaui. Al aterrizar en Marruecos procedente de Canarias, con su pasaporte marroquí en regla, en la casilla de nacionalidad, escribió "saharaui". Eso fue suficiente para enviarla al exilio. Eso fue suficiente para no devolverle el pasaporte. Eso había sido suficiente para encarcelarla largos años, para expulsarla de su casa y para negarle la entrada en su propio país, el Sáhara ocupado por Marruecos. España jamás movió un dedo en favor de Aminetu, ni en favor de los saharauis, ni antes ni ahora.

Los antiguos gobiernos de España dejaron morir al Sáhara de hambre, y después lo abandonaron en manos de su verdugo marroquí.

Los nuevos gobiernos de España dejan morir a Aminetu Haidar de hambre, y permiten que Marruecos se convierta en su verdugo.

Por una vez el Sáhara y Aminetu son una misma herida que sueña con una patria libre con identidad propia. Y juntos, el Sáhara y Aminetu, nos muestran un espejo de arena y abandono en el que descubrimos que Franco, Hassan II, Suárez, Aznar, Zapatero y Mohamed VI también son una misma cosa vergonzosa y vergonzante: los responsables de un genocidio histórico que sigue degollando a los que una vez fueron saharauis colonizados por España, y ahora son saharauis bajo la bota de Marruecos. Miles de ellos viven exiliados desde hace décadas en los campos de refugiados de Tinduf, en Argelia. Marruecos jamás ha cumplido ninguna de las resoluciones de la ONU que le exige que respete los derechos de los saharauis y celebre un referéndum. Para España han dejado de ser españoles. Para Marruecos no son marroquíes.

Será que no son españoles ni marroquíes. Moratinos, no te enteras: Será que son saharauis.