martes, 31 de julio de 2012

Reseña de CUATRO MUERTES PARA LIDIA


Gracias a Cris Monteoliva por esta reseña en su blog 


CUATRO MUERTES PARA LIDIA. Enrique Paez


Título: Cuatro muertes para Lidia
Autor: Enrique Paez
Editorial: Bruño
Págs: 128
Precio: 8,90 €

La adolescencia puede ser una etapa muy feliz, aunque también una época un tanto confusa y llena de obstáculos que salvar. La cosa se recrudece si algo grave ocurre cuando, digamos, tienes quince o dieciséis años. Llegar a la edad adulta sin alguna cicatriz se hará cada vez más difícil conforme comiences a entender ciertas cosas, a raíz de dicho incidente grave o de otros sucesos posteriores. Y si no me crees, adéntrate en “Cuatro muertes para Lidia”, la nueva novela de Enrique Páez de la que hoy os hablaré.
Todo arde alrededor de Lidia, su hermano Carlos y su padre, y salir del pueblo, a pesar de la incertidumbre de lo que habrá más allá de las llamas, se convierte en la máxima de las prioridades. El objetivo está claro en las mentes de los tres: hay que encontrar a mamá, separada de ellos hace tiempo, y construir juntos un futuro viable. De si lo conseguirán o no, de qué es lo que les depara ese futuro, te enterarás solo si te decides por este libro juvenil y apocalíptico de ritmo trepidante.
Como decía antes, la adolescencia es a veces una etapa complicada. Porque no, no es nada fácil dejar de ser niño, abrir los ojos a eso que llaman realidad, aceptar que pronto serás un adulto en un mundo de adultos y nadie podrá protegerte de los monstruos que están por venir. Pocos, eso sí, podrán decir que han vivido su etapa final de adolescente literalmente entre llamas, tal y como lo hace Lidia, la narradora y protagonista de esta novela de aventuras apocalípticas.
La verdad es que Lidia ya lo tenía difícil como adolescente antes del fuego: su hermano gemelo murió cuando ella era aún demasiado pequeña como para entender las crueldades de la vida, su hermano mayor tiene la edad mental de un chico de cinco años (lo que la obliga a cuidar de él continuamente) y, para, colmo, no sabe si Héctor, el muchacho que le gusta, es o no su novio. El fuego no hace más que empeorar las cosas: separando a su familia, forzando a su padre a guiarla a ella y a su hermano por un camino incierto, poniendo cada vez más obstáculos en la carretera al infierno… ¿Merecerá la pena tanto esfuerzo?
Dicen que lo que importa es el viaje, no el destino final. Esto resulta absolutamente cierto en “Cuatro muertes para Lidia”, una novela corta pero terriblemente intensa donde lo que cuenta es la evolución de los personajes a lo largo de sus páginas, tanto física como mentalmente. El camino se encargará de ponérselo cada vez más difícil a todos, aunque, como ya imagináis, sabrán superar los obstáculos hasta el incierto destino. No sin cicatrices, eso sí. Porque esta no es una historia de superhéroes invencibles, sino de personas normales intentando sobrevivir a pesar de todo.
Por último, no hay que olvidar que, además de una historia de trasfondo psicológico y casi filosófico, “Cuatro muertes para Lidia”, es una novela apocalíptica, con todos los elementos que pueden atraer a los amantes (jóvenes o no tan jóvenes) de este género tan de moda últimamente: una catástrofe natural de origen desconocido, unos personajes que se rinden mientras otros deciden seguir adelante pase lo que pase, monstruos con forma de hombres, enfermedades del pasado que vuelven al presente tal vez para quedarse, personas que se sacrifican por otras, escenas crueles pero necesarias, y, sobre todo, mucha, pero que mucha emoción.
“Cuatro muertes para Lidia”, en definitiva, es una novela breve que, sin embargo, tanto te dará que pensar durante y después de la lectura. Atrévete ahora a emprender el viaje junto a Lidia y su familia, en busca de un futuro mejor más allá de las llamas, y descubre lo duro que puede ser el camino para esta adolescente que, ya tan joven, ha de cargar con tantos pesos sobre su espalda. ¿Llegarás al final del camino sin una cicatriz? ¿Conseguirás olvidarte de Lidia tan fácilmente? ¿Me harás caso y te decidirás por este libro sin que yo tenga que seguir haciendo preguntas retóricas?
La adolescencia es para casi todos una montaña rusa de emociones que superamos como podemos. Aunque siempre hay quien lo tiene más difícil. Dime si no es cierto después de leer “Cuatro muertes para Lidia”, una novela que sin duda te sorprenderá.
Cristina Monteoliva

jueves, 26 de julio de 2012

Entrevista y reseña en La Biblioteca Imaginaria


Conversando en diferido con ENRIQUE PAEZ


Comenzamos esta nueva actualización veraniega de La Biblioteca Imaginaria con la refrescante entrevista que tan amablemente nos ha concedido vía email el escritor y profesor de escritores Enrique Paez.
Enrique, autor de numerosas obras juveniles de éxito tanto dentro como fuera de las fronteras españolas, ha publicado recientemente “Cuatro muertes para Lidia”, una novela apocalíptica de gran profundida que, como siempre, veréis reseñada tras este artículo (¡No seáis impacientes!). Hablamos con él sobre este tema, pero también sobre otros. Si queréis saber cuáles, no dejéis de leer esta entrevista. Yo os dejo ya con ella:

¿Cuándo comenzaste a escribir?
A las trece años, como casi todos los adolescentes. Empecé con un diario, poemas, quejas, cartas y reflexiones metafísicas. Luego, poco a poco, se fueron colando todos los personajes a esa fiesta de la escritura.

¿Y cuándo supiste que la escritura era algo más que una afición?
Siempre lo supe. La escritura, en mi caso, es una prolongación de mi brazo, un desagüe de mi cerebro. No concibo la vida ni el pensamiento sin la escritura.

¿Por qué literatura juvenil?
Quizá por identificación personal. Yo sigo siendo un poco adolescente en muchos aspectos, y no me cuesta nada adoptar sus procesos mentales. Los conceptos de justicia, amor, dolor, honor y poder están más agudizados y más equilibrados en la mente adolescente.


Además de escritor, eres profesor de escritores. ¿Cuál de tus dos facetas te resulta más fácil?
Es mucho más fácil enseñar que ejercer. Para escribir hay que dejarse la piel en el papel, mientras que enseñar a escribir se hace desde un lugar más retirado, más protegido. Las dos son tareas placenteras, pero la de escribir es mucho más arriesgada.

Como profesor publicaste hace unos años “Escribir. Manual de técnicas narrativas”, un libro por el que aún muchos lectores de mi blog personal me siguen preguntando. ¿Te has planteado escribir una segunda parte para seguir ayudando a los escritores noveles?
Alguna vez lo he pensado. No tanto una segunda parte de técnicas narrativas para ayudar a romper el bloqueo literario, sino una ampliación en torno a cómo y qué comentar en los escritos de otros, una especie de guía para profesores de escritura creativa a partir de mi experiencia personal.


¿Cómo surgió la idea de escribir “Cuatro muertes para Lidia”?
A raíz de la muerte de mis padres, con 15 días de diferencia uno del otro, yo me vi ante un espacio personal devastado. Sabía que tenía que escribir una novela de viajes, de superación, de crecimiento, de tránsito de un lugar a otro. Tenía modelos tan ilustres como la Odisea, o el Quijote, pero la clave estética del espacio arrasado me la dio Cormac McCarthy con “La carretera”. No es el mismo espacio, ni los personajes, ni el trasfondo, ni siquiera el punto de vista narrativo, pero sí el mismo universo estético. Es una propuesta de escenario minimalista, casi inexistente, para que los personajes destaquen sobre el fondo negro.

¿Se parece Lidia a alguien que conozcas o es un personaje totalmente ficticio?
Lidia se parece a mí, inevitablemente, aunque tenga otro sexo y otra edad. Como decía Flaubert: “Madame Bovary, c'est moi”. Todos los personajes son trasuntos del autor, por identificación o por rechazo. Y se parece también a mis dos hermanas, y a miles de adolescentes de ambos sexos.


¿Crees que sobrevivirías en el mundo de Lidia?
Ya lo he hecho. Ese mundo apocalíptico destruido no es más que un espacio subjetivo, es el mundo visto desde los ojos de una adolescente en un momento de su vida. Todos hemos vivido momentos así a lo largo de nuestra vida, y podemos sobrevivir a esos tiempos terribles. Esa es la esencia de la “resiliencia”, la capacidad para sobreponernos y continuar viviendo, aunque con cicatrices y memorias oscuras, claro está. 

¿Qué futuro le puede deparar a una joven como Lidia en un mundo tan devastado?
Ahora mismo casi parece que ese futuro devastado está más cerca que nunca, por culpa de los bancos y los gobiernos. A pesar de todo yo creo en la capacidad de regeneración del ser humano. Puede que tarde, pero todos los bosques vuelven a crecer después de un incendio. 

¿Qué esperas que encuentres los lectores en “Cuatro muertes para Lidia”?
Espero que encuentren esperanza a pesar de tener ante ellos un futuro que parece muy oscuro. Y espero que encuentren un modelo solidario como el de Lidia, para continuar. Y espero que encuentren consuelo al dolor de ser, simplemente, adolescentes.

¿Qué nuevos proyectos literarios tienes en marcha?
Tengo varias novelas esperando a ser escritas girando como planetas alrededor de mi cabeza, y estoy en la fase de selección. Al final sé que no seré yo, sino ellas, o ella, la que se imponga y exija ser escrita de modo inmediato, sin posibilidad de dilación. Yo me convertiré en un intermediario, como decía Cortázar, entre la historia que quiere ser escrita, y el lector que la está esperando.

Muchas gracias, Enrique, por tu tiempo, tus palabras y tus fotos personales. Esperamos que Lidia llegue a muchos lectores, y todas esas novelas que rondan tu cabeza pasen pronto al papel y las librerías.
Y a vosotros, amig@s lector@s, gracias por estar una vez más al otro lado de la pantalla, ¡también cuando hace tanto calor!

Cristina Monteoliva

viernes, 20 de julio de 2012

Cómo acabar con la cultura y la educación

Suben el impuesto del IVA un 525% para el material escolar (del 4% al 21%). 
Castigados los niños que compren "agendas escolares, blocs de exámenes, cartulinas de colores, ceras plásticas, compases, crespón, cuadernos de escritura, cubos y juguetes lógicos de madera, espumas de colores, forros de libros, cuadernos de caligrafía, cuadernos de música pautados, papel charol, papel kraft, papel de seda, papel vegetal, pasta de modelar (plastilina), recambios de papel, témperas." 
¿Estais seguros de que así saldremos de la crisis?

jueves, 12 de julio de 2012

Storytelling around the World (4) / Cuentacuentos en el mundo

In  Australia oral storytelling gained new life in the 1970s through storytelling guilds in Victoria and Western Australia and later in New South Wales and other states. These guilds have close ties with storytelling guilds in New Zealand and Singapore. The biennial international storytelling conference in Masterton (Glistening Waters) is one of the most popular events of the year. More info http://www.storyguild.org.au/

In India during the past ten years, storytelling has had a resurgence in primary and secondary schools, in the hands of trainers of teachers. A private college called Kathalaya (House of Stories) has already trained more than 35,000 teacher-storytellers to work in schools, mainly in the South of India (Bangalore, Chennai, Madurai, and Mumbai).

(Written by Enrique Páez, first published on Storytelling Magazine, April/May 2012, Volume 24, Issue 2, NSN, Jonesborough, Tennessee, USA).



Australia. En la década de 1970 la narración oral tuvo un renacimiento gracias a la formación de gremios de cuentacuentos en Victoria, Australia Occidental, y más tarde en Nueva Gales del Sur y otros estados. Estos gremios mantienen estrechos vínculos con los cuentacuentos de Nueva Zelanda y Singapur. La conferencia bienal Internacional de Cuentacuentos de Masterton (Glistening Waters) es uno de los eventos más populares del año. Más información http://www.storyguild.org.au/

India. Durante los últimos diez años, la narración de cuentos se ha implantado en las escuelas primarias y secundarias, gracias a los formadores de profesores. Una institución privada, llamada Kathalaya (Casa de las Historias), ya ha capacitado a más de 35.000 docentes-narradores que trabajan en las escuelas, principalmente en el sur de la India (Bangalore, Chennai, Madurai y Mumbai).

(Texto de Enrique Páez, publicado por primera vez en la revista Storytelling, abril/mayo de 2012, Volumen 24, Número 2, NSN, Jonesborough, Tennessee, EE.UU.)

martes, 10 de julio de 2012

Storytelling around the World (3) / Cuentacuentos en el mundo


In China, as far back as history goes, professional storytellers have travelled from place to place performing their stories for a few weeks. Although the storytellers of today are paid on a monthly salary, this is still their habitual way of life. The art of storytelling in China evolved to its traditional form from the Han dynasty (202 BC-AD 220) to the late Song (960-1279).

In Russia, currently  few people hear storytelling and even fewer realize how it can be used in the modern world. But there are some new places for researchers, like the Center of Applied Knowledge “Prime Life Education”, headed by Kirill P. Gopius, in Saint Petersburg. http://www.primelife-edu.com/ (use Google translator).


(Written by Enrique Páez, first published on Storytelling Magazine, April/May 2012, Volume 24, Issue 2, NSN, Jonesborough, Tennessee, USA).



En China, ya desde los orígenes de su historia, los narradores profesionales viajaban de un lugar a otro, haciendo turnos para transmitir sus historias de pueblo en pueblo durante algunas semanas. A pesar de que los cuentacuentos de hoy en día tienen un salario mensual, y no dependen directamente de los ingresos procedentes de sus actuaciones, esta sigue siendo su forma habitual de vida. La datación de los primeros testimonios de este arte de la narración en China varía dentro de un lapso de tiempo de aproximadamente mil años, desde la dinastía Han (202 aC-220 dC) hasta finales de dinastía Song(960-1279).

Rusia. En el mundo occidental la narración de cuentos es una gran industria, pero en Rusia sólo unos pocos han oído hablar de ella, y menos aún darse cuenta de lo que puede ser utilizada en el mundo contemporáneo. Sin embargo, se han abierto algunos lugares nuevos para los investigadores, como el Centro de Conocimiento Aplicado "Prime Life Education", encabezado por Kirill P. Gopius, en San Petersburgo. http://www.primelife-edu.com/ (utilizar el traductor de Google para los que no saben ruso). 


(Texto de Enrique Páez, publicado por primera vez en la revista Storytelling, abril/mayo de 2012, Volumen 24, Número 2, NSN, Jonesborough, Tennessee, EE.UU.)

jueves, 5 de julio de 2012

¡Qué mala es la envidia!

Cuenta la leyenda que una vez una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga. Ésta huía rápido con miedo de la feroz depredadora, pero la serpiente no desistía. 
Huyó un día, y ella la seguía; dos días, y la seguía... 
Al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga se paró, y le dijo a la serpiente:


-¿Puedo hacerte tres preguntas?
-No suelo dar esa oportunidad a nadie, pero como te voy a devorar, puedes preguntar -contestó la serpiente.
-¿Pertenezco a tu cadena alimenticia? -preguntó la luciérnaga.
-No -contestó la serpiente.
-¿Yo te hice algún mal? -dijo la luciérnaga
-No -volvió a responder la serpiente.
-Entonces, ¿por qué quieres acabar conmigo?
-¡Porque no soporto verte brillar!


Y de ese modo, cada día nos encontramos con serpientes.



domingo, 1 de julio de 2012

Storytelling around the World (2) / Cuentacuentos en el mundo (2)

In Morocco Halakis (storytellers), musicians, charmers and dancers perform every day of the year before large crowds of people in Djemaa el Fna Square, Marrakech. Halakis say Djemaa el Fna is “...a sea. You can swim in the sea but you will never be able to entirely explore the sea of Djemaa el Fna;” “It is like a spring of Art;” “it is more than a school, it is a University.” In 2001 UNESCO named Djemaa el Fna as “a masterpiece of the oral and intangible heritage of humanity”.

In northern Canada and the Arctic region storytellers are called “storm fools” because people look forward to their coming in storms. They are the only ones who manage to establish contact and maintain cultural ties and communication among scattered communities, which are isolated during the winter.



(Written by Enrique Páez, first published on Storytelling Magazine, April/May 2012, Volume 24, Issue 2, NSN,  Jonesborough, Tennessee , USA)

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En Marruecos hay un lugar único en el mundo en el que los halakis (cuentacuentos), músicos, bailarines y los encantadores de serpientes actúan todos los días del año frente a grandes multitudes. Este lugar es la plaza Djemaa el Fna, de Marrakech. Los halakis dicen que Djemaa el Fna es "Un mar; se puede nadar en el mar, pero nunca serás capaz de explorar todo el mar de la plaza Djemaa el Fna"; "Es como un manantial de arte"; "Es más que una escuela: es una Universidad." En 2001, la UNESCO declaró la plaza Djemaa el Fna como "una obra maestra del patrimonio oral e inmaterial de la humanidad".


En el norte de Canadá, a los cuentacuentos de la región del Ártico se les llama "locos de la tormenta", porque la gente espera su llegada durante las tormentas, y son los únicos que logran establecer contacto y mantener los lazos culturales y de comunicación entre las comunidades dispersas, que están aisladas durante el invierno.



(Texto de Enrique Páez, publicado por primera vez en la revista Storytelling, abril/mayo de 2012, Volumen 24, Número 2, NSN,  Jonesborough, Tennessee , EE.UU.)