miércoles, 20 de febrero de 2008

Mal de amores II

Se compró la estufa de butano el mismo día en que su marido la abandonó por aquella puta. Por primera vez no pasó frío aquella noche, pero a la mañana siguiente decidió dejar abierto el gas y apagar el fuego.

1 comentario:

Beatriz Montero dijo...

Qué difícil es escribir microcuentos tan buenos como éstos.