lunes, 25 de febrero de 2008
El lector sensible
Un lector aprensivo lee un libro sobre un hombre asustadizo que lee un libro el cual trata de un hombre muy impresionable que lee un libro. Cuando casi está llegando al final del libro, el lector aprensivo que está leyendo el libro sobre el hombre asustadizo que lee un libro, se suicida por culpa del libro que está leyendo. Esto sobrecoge al personaje asustadizo del libro que está también leyendo un libro de un hombre impresionable que lee un libro, y también se descerraja un tiro antes de acabar de leer su libro; por lo que el libro queda siempre inacabado, en un limbo de espejos perplejos, como de sobra ha demostrado ya la lingüística del texto.
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13 comentarios:
Sin terminar, como la sinfonía inacabada de Schubert.
Feliz debate.
Buenos días australes. A mí me recuerda a Continuidad de los parques, un cuento impresionante y una buena razón para querer a Julio Cortázar. O para admirarlo. Para quererlo merece más la pena leer sus entrevistas o ver el reportaje de A fondo que le hicieron en los setentas y que ahora se puede encontrar en casi cualquier kiosko de Madrid, y de España supongo.
Qué vértigo, es como deslizarse por una espiral infinita.
Chico hay una pelicula, me parece que se llama el numero 17, que trata de esto mismo.
Un claro ejemplo de como puede sugestionar al ser humano..
Si es que somo inteligentes... O no!
María Jesús: buena relación / paralelismo.
Esaque: Tengo el relato y la entrevista, la compré en el kiosco hace dos años :-)
Bea: una espiral... escalera de caracol?
Emilio: Préstame la peli, si la tienes. O se la pediré a Emule :-(
La lectura nunca finaliza, pero la escritura sí. Aquí está este texto para demostrarlo, formado por un número preciso de palabras y una cantidad indefinida de lectores: la eternidad en unas cuantas líneas. Me ha encantado. Saludos.
A ver MetaEnrique,
yo me hecho la picha un lio.
Tenemos 3 lectores: Aprensivo, Asustadizo e Impresionable. Si no entiendo mal Aprensivo lee que Asustadizo está leyendo un libro en el que Impresionable lo pasa fatal
¿no? Así que mi pregunta es: si el que se suicida primero según tu fidedigno relato es Aprensivo, que es el lector último, ¿cómo se enteran los otros dos? Veo dos posibilidades, o bien el metaescritor se lo ha dicho o bien el lector último (Aprensivo) sólo existe realmente en la mente del primer lector (Impresionable). Me gusta más esta última explicación, porque no está bien hacer responsable al metaescritor, que realmente no ha aparecido por aquí
(debe estar escribiendo metarelatos). ¿No se podría añadir alguna metafrase en tu cuento para orientar sobre este aspecto?
¡Me encanta esto de hablar con los autores!
Un abrazo, tigre devoraenriques.
Basilio
“A” va al cine a ver una peli donde el prota “B” también va al cine a ver otra peli que a su vez su prota “C” decide, como si no tuviera otra cosa que hacer, ir al cine. Retorcido, pero vale.
Ahora bien, si a “A” se lo carga un asesino a sueldo justo antes de acabar la peli, ¿Cómo cojones se entera “B”?, salvo que salga de la pantalla. Algo se me escapa.
Quique, porfa, explícamelo que me pierdo. Suena a recursivo, pero no pillo.
Besos para Bea, que a su vez se los dará a Elias, el cual trasmitirá a su abuela paterna para que, si llegas a tiempo, te los de a ti. ¡Hala!, esto es para practicar.
Nena
("MetaEnrique" jajajaja, Basilio).
Qué bueno el juego con los espejos. Qué inquietante.
Gracias por el buen ratito de lectura.
Besos.
Y ahora que pensaba volver a tu taller un añito más a qué taller puedo ir yo mi adorado Enrique. Claro, seguro ni me recuerdas. Estuve en 2001, y participe en el libro: "Vino un chino y nos vendió un mechero" con mi humilde cuento Tersifón. Soy José Fernández del Vallado. Me apena que cierres; te dejo un abrazo y si me recomiendas un taller, mucho mejor. Lo necesito. aquí te dejo el enlace de mi blog si sabes de alguno recomendable me lo dices y si no, pues no pasa nada. Le echas un vistazo a mmi blog. Saludos!!
Hola Enrique,
A mí me gustan mucho este tipo de textos. También me ha recordado a Cortazar y al sabor de algún que otro cuento de Quim Monzó, quien entremezcla personajes que da gusto...
Un abrazo,
David
Leo: Gracias.
José: Claro que te recuerdo. Me alegra que sigas escribiendo, viajando y haciendo buenas fotos.
David: En el relato "Ajolote" de Cortázar, un pez y su observador se intercambian espacios, y en "La muerte boca arriba" también hay suplantaciones a través del sueño. Tienes razón. Y Quim Monzó juega también con personajes encadenados en un relato que ahora no recuerdo el nombre, era...
Enrique:
Maravilloso tu texto, me fascinan los relatos circulares. Gracias por compartirlo.
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