miércoles, 27 de febrero de 2008

Disciplina

No sabes quién ha sido el cerdo que se ha tirado el eructo mientras escribías en la pizarra, pero esos mocosos de mierda no se van a reír de ti, así que ordenas que se pongan en fila por orden de lista, hombro con hombro, que levanten la cabeza, que miren al frente, y que crucen las manos a la espalda. Preguntas, pero no responden. No quieren dar la cara. Ahora están callados, y sabes que te temen. Alguno de estos cobardes está a punto de llorar, pero no acabará el curso sin que hayas hecho de ellos unos hombres de provecho. Antes de empezar te frotas las manos para calentarlas. Notas que una pequeña erección te crece bajo el hábito. Es la santa ira, te dices. Te acercas a un extremo de la fila y empiezas a repartir bofetadas desde Aznar hasta Zaplana.

15 comentarios:

josef dijo...

jajaja Excelente texto y maestro. Escrito por un "maestro perverso" que espero nunca se quite los "hábitos" malignos que lo crearon tal cual es. Muchas gracias por tu respuesta, pero no me recomiendas ningún taller de provecho en Madrid. Quiero escribir libros... si puedo, y acaso soy capaz... No lo sé. De todas formas si no lo haces será que no quieres comprometerte. Aunque no te preocupes ni estás obligado ni tienes porqué. Un saludo!!! Y sí; después de siete años algo tenía que mejorar digo yo. Claro que una gran parte te la debo a ti. Y si no, así me muera de asco jejeje.

Mª Jesús Lamora dijo...

Estoy más de acuerdo en la forma del escrito que en el fondo.
Saludos.

Ruth dijo...

¡Ja, ja, ja, qué bueno! Y eso por un eructo, que si le llegan a tirar una pelotita de papel van "daos".

Anónimo dijo...

Mi querido amigo Enrique:

Le habla un fascista. Quiero decirle que a parte de rojo es usted un conformista al que la literatura dió buen ojo. Le odio pero a la vez le admiro. Soy racialista, patriota y socialista. ¿Y a usted esto qué le importa? Nada. Simplemente se lo cuento para que se joda y para que un rojo sea el objeto que me ha hecho pasar una minímisima parte del tiempo de mi vida. Sabrá más de mí.

Reciba mi más cordial saludo y mi más perfecto gesto con el brazo en alto.
ISMAEL

Anónimo dijo...

Te veo muy democrático, te imaginaba mas de paredón y ojos vendados.
Si hubiese sido un flato, habrías olido traseros, como los buenos canes?

Enrique Páez dijo...

Josef:
Aún puedes apuntarte al Taller de Escritura de Madrid. Hay varios grupos. Entra en la página www.tallerdeescritura.com y busca los Cursos en Madrid, y los horarios.
Si no, el el Taller de Escritura Fuentetaja, y en la Escuela de Escritores (en Madrid ambos) hay muchos más cursos impartidos por antiguos alumnos míos.
Buena suerte.

Enrique Páez dijo...

María Jesús: Gracias por tu comentario. Me alegra que te guste la forma, aunque no coincidamos en el contenido. Afortunadamente no todos pensamos igual. A mí no me gustaría que todos pensaran como yo. Vaya tostón.

Ruth: Ánimo con tus alumnos/as.

Crayolin: A mí los fascistas no me gustan (y se me nota, y lo digo), pero los fascistas que leen y escriben, son menos fascistas. Escribir una frase como "Le odio y le admiro" le define como honrado y perspicaz. Felicidades. Pero tenga cuidado con lo que lee (hay rojos que escriben blogs). Reciba un afectuoso saludo con el puño en alto, compañero.

Ave Fénix: Los pedos son naturales, los paredones no. Preferiría que los paredones se usaran como pantallas de cine al aire libre. Bienvenido/a al blog.

Beatriz Montero dijo...

Desde el punto de vista literario el microcuento me parece tan fascinante que puede ser la sinopsis de una buena novela. Y ahora que lo pienso me recuerda a "La mala educación" de Almodóvar, donde también hay erección bajo el hábito ;)
Besos con el puño cerrado.

Anónimo dijo...

Enrique gracias por la bienvenida. Digo entonces: los eructos son también naturales, ergo las disciplina del eructo y del pedo ¿a dónde nos lleva?

Abrazos muñeco!

Enrique Páez dijo...

Ave Fénix:
¿A dónde nos lleva? A los demás no sé, pero a mí me lleva a escribir microcuentos.
Abrazos

Juan Carlos Márquez dijo...

Disciplina = Diszaplana


Un lujo de microcuento, Enrique. Te estás concentrando cada vez más, como las píldoras.

Enrique Páez dijo...

Gracias, Juan Carlos. Un piropo así de un buen cuentista no es moco de pavo. Genial tu juego de palabras. Avísame cuando tengas tu nuevo libro a la venta.
Abrazos,

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con lo de la dosis de concentración. Cómo decir tanto con tan poco. Genial, Enrique.

Además, con la edad me estoy volviendo roja, en vez de conservadora q es lo q dicen q toca... :-)

Enrique Páez dijo...

Hola, Elisa. Qué bueno verte por aquí. Estamos a la espera de tu blog.
Un beso

Anónimo dijo...

Gracias por lo de "a la espera". Solicito de Vuesa Merced un pelín de tiempo... finalmente me decido a volver al Taller para intentarlo yo también con un blog... y vas tú y me cierras!!! Así q estoy de búsqueda de un sustituto (aunque lo tuyo es complicado de sustituir!)

Entre todos me estáis inspirando, así q sólo me falta currármelo ;-)

Más besos