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viernes, 4 de mayo de 2012

Ya está en las librerías "Cuatro muertes para Lidia"


Ya está en las librerías mi última y mejor novela, "Cuatro muertes para Lidia", Ed. Bruño, Madrid 2012. Reserva tu ejemplar antes de que se agote.


"La adolescencia es un viaje iniciático a través de un desierto de emociones en carne viva. Solo cuando alcanzamos la última estación descubrimos que los huesos han crecido, que somos otros, y que lograremos perpetuarnos gracias a esa nueva piel endurecida que defiende nuestro cuerpo."

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Propuesta para una novela

No empieces por el argumento. Esta vez lo tendrás que hacer a partir del protagonista insólito. Un protagonista con garra, y que sea él quien te diga de qué va el argumento de su historia.

Para construir un personaje insólito piensa en alguien que te importa un carajo. Alguien que, si desapareciera, a ti incluso te iba a alegrar el día. Por ejemplo… por ejemplo… el director general de la Guardia Civil.

Ya la hemos cagado, con ese no hay personaje. Y con un concejal, tampoco. Y con el principito Felipito tampoco. Esos siempre son personajes planos, huecos, bobainas. No sirven ni para secundarios, con eso te digo todo.

Oh, no, oh, no, que José María Gironella escribió una trilogía repleta de esos personajes heróicos. Pues claro. Desde hace un tiempo hay sospechas de que el millón de muertos enterrados bajo los cipreses creyentes antes del estallido de paz eran, en realidad, los lectores de Gironella.

Empecemos de nuevo:

Para construir un personaje insólito piensa en alguien que nunca será famoso, pero que hace un trabajo insólito. Luego cámbiale el sexo, la nacionalidad, las tendencias sexuales, añade una tara física, aumenta su autoestima hasta el ridículo, regálale un pasado vergonzoso, dos manías insoportables, una habilidad infrecuente y un hermano cavernícola dependiente de él. Ya sé que es como una receta de cocina, pero es que si no te quedas mirando al techo pensando pensando, y al final dices: “Es que no se me ocurre nada interesante”. Así que mejor aplicamos la receta y nos tiramos al vacío. No, a la vecina, no; al vacío, que es como decir que nos ponemos a escribir. Y no, tampoco el plural de “nos ponemos a escribir” es mayestático, ni de humildad, solo es una forma de acompañarte en este comienzo de camino, para que no te sientas tan huérfano. Tú hazte a la idea de que yo soy tu entrenador, tu guru, tu maestro, tu coach, tu Paolo Coello particular, o Luisa L. Hay, o Jorge Bucay, o Krisnamurti, o Cioran, o Hegel, o San Pancracio, o quien te dé la gana, a mí qué más me da, yo soy el que te da el empujón, y si tuviera una pistola en la mano te iba a llevar más derecho que un palo, tanto joder ya con las explicaciones.

Así que, hale, a escribir, que ya tienes a un personaje. Puede que de un modo raro, metafórico, hayas llegado a tu autorretrato, pero no lo sepas aún. Es un secreto. Niégalo incluso delante de tu psicoanalista.

De nada, oye, que para eso estamos.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Cuento, novela, epidermis, útero y espacio

Hay un espacio irreal sobre el que se escribe, descrito en el cuerpo textual de la misma escritura, y un espacio real físico y tangible desde el que se escribe. En este breve apunte trataré justamente de la inversión de factores que aquí es evidente, pues lo irreal imaginado se convierte en real y objeto de estudio, mientras lo real pasa de tener la menor importancia (durante la producción, en el tiempo en el que yo escribo, en el espacio concreto que me rodea mientras escribo, espacio que no está reflejado de modo directo en este escrito, y que de modo indirecto y subconsciente apenas aparecerá en las erratas, asociaciones y lapsus linguae que ni el propio autor sería capaz de descifrar), y que llegará a su término con el olvido temprano de la memoria de ese espacio y su completa desaparición, cuando el producto está acabado y en manos de otros.

Pero nos interesa aquí y ahora hacer una pequeña reflexión de la analogía entre el cuerpo físico del autor, genérico-abstracto y personal-concreto al mismo tiempo, y el género de la escritura durante el proceso de la escritura, del acto de escribir. Se ha señalado innumerables veces, y nuestra opinión es coincidente en ese punto, a pesar de que Poe sostenga lo contrario en su autoanálisis de la escritura de El cuervo, que la escritura del cuento es más externa, epidérmica, centrípeta, divergente, exacta, milimetrada, medida, concentrada, microscópica y cerebral que la de la novela, a la cual correspondería una escritura más interna, visceral, centrífuga, interiorizante, convergente, egotista e intestinal. Eso es lo que al menos la mayoría de los autores (no de los críticos) han manifestado con respecto a su propia escritura. José Luis Sampedro, por ejemplo, asegura que el trabajo de un escritor (él habla de novelistas, su especialidad) se asemeja al de un minero, que cada mañana debe descender a la mina, garganta adentro a través de su propio cuerpo, para buscar entre los intestinos los materiales y las piedras que serán necesarias para la construcción de su historia. Aunque la historia que vaya a escribir trate de sirenas. La escritura, según él, nace de allí, del submundo de las entrañas. Y termina afirmando que no en vano, al escribir con las entrañas, estamos elaborando productos entrañables, que la escritura es lo más entrañable que tiene el hombre. Así se escriben las novelas, con más intestino que cerebro, aunque Flaubert y Vargas Llosa a veces parezca, sólo lo parece, que digan lo contrario (vease La orgía perpetua, de Vargas Llosa).

También con la lectura, dando un salto al lector y a la pragmática, pasa lo mismo: un cuento, habitualmente, es admirado desde afuera, como construcción. Nos admiramos de su equilibrio, de la cabriola sorprendente que el autor nos ofrece, como un buen chiste, como una ocurrencia, un destello, un relámpago que nos ilumina brevemente; en cambio en la novela existe una fusión con el autor y los personajes, se lee desde dentro, olvidados ya de que estamos ante un producto literario, confundidos y convencidos de que aquello es un fragmento de vida, y no ya de la vida del autor o de los personajes, sino de nosotros mismos, los lectores, que en un último proceso de identificación y empatía, vivimos, sufrimos y gozamos de y con las peripecias de sus personajes. Y si así no sucediera, entonces existirá un doble fracaso: del autor como demiurgo, que ha sido incapaz de secuestrarnos de nuestra realidad para trasladarnos a la suya, y de nosotros como lectores, que hemos sido incapaces de despegarnos de nuestra piel y vestirnos con la piel de otro.

Así pues, el proceso de escritura de un cuento, según Cortázar (seguidor y traductor de Poe), tal y como explica en su ensayo “El cuento breve y sus alrededores”, es un acto de catarsis y extrañación:

“Un verso admirable de Pablo Neruda: Mis criaturas nacen de un largo rechazo, me parece la mejor definición de un proceso en el que escribir es de alguna manera exorcizar, rechazar criaturas invasoras proyectándolas a una condición que paradójicamente les da existencia universal a la vez que las sitúa en el otro extremo del puente, donde ya no está el narrador que ha soltado la burbuja de su pipa de yeso. Quizá sea exagerado afirmar que todo cuento breve plenamente logrado, y en especial los cuentos fantásticos, son productos neuróticos, pesadillas o alucinaciones neutralizadas mediante la objetivación y el traslado a un medio exterior al terreno neurótico; de todas maneras, en cualquier cuento breve memorable se percibe esa polarización, como si el autor hubiera querido desprenderse lo antes posible y de la manera más absoluta de su criatura, exorcizándola en la única forma en que le era dado hacerlo: escribiéndola.”


En un cuento no debe faltar ni sobrar nada. Es una obra de encaje de bolillos, de relojería milimétrica, de prestidigitación, como la del mago que saca un conejo del sombrero. La pluma del escritor de cuentos es un bisturí que abre el cuerpo del lenguaje, lo sangra y lo recompone con asepsia, precisión y mascarillas. En un cuento cuenta (importa) cada palabra, cada frase, y sobre todo lo que no se cuenta, lo que queda elidido, pero que existe, y que solo se recompone y prolonga en la lectura y participación del lector, que juega con el escritor a un juego no declarado ni previsto, pero siempre presente, de adivinanzas y tinieblas.

En la novela, por contra, se permiten hilachos sobrantes en forma de digresiones más o menos oportunas, historias secundarias, frases poco afortunadas y exceso de adjetivos o adverbios. No importa ahí la exactitud, porque una novela no es una báscula de precisión, sino la construcción de una historia que está más allá de cada frase, la modificación y crecimiento de un personaje, la construcción o destrucción de un espacio narrativo. Si en un cuento hay un mar que palpita con la fuerza de las frases como olas , en una novela son los párrafos como mareas los que construyen la historia. Hay grandes novelistas de frases torpes y cacofónicas que sin embargo construyen universos vivos y asombrosos; como hay cuentistas magníficos, velocistas de 100 metros lisos, que se pierden en el exceso de vida salvaje de la novela maratoniana.

El cuento, en su contemporaneidad, no puede sino ser un animal ciudadano, cortés, educado, minimalista, premeditado y controlado; mientras que la novela, antigua y atávica como la épica, es una animal salvaje, indomable, imprevisible, desbordante, excesivo y descontrolado. El salto de la novela al cuento es el mismo salto del campo a la ciudad, del XIX al XX, del aire libre al ambiente cerrado. No recuerdo que se haya hecho ningún estudio acerca de la diferencia de espacios entre el cuento y la novela, pero estoy casi seguro de que los personajes del cuento habitan, normalmente, en lugares cerrados, bajo techo, íntimos y familiares, conocidos y rutinarios, casi femeninos (en las cualidades esenciales de lo femenino-interior), mientras que los de la novela serán con más frecuencia espacios abiertos, sin paredes ni vallas (o en lucha contra ellas), sociales, ajenos, desconocidos y selváticos, casi masculinos, en ese mismo sentido tópico de lo esencial masculino-exterior.

No me cabe duda de que la anterior aseveración puede ser considerada por alguien como políticamente incorrecta, y que no será del gusto de las corrientes de igualitarismo sexual, que pretenden disfrazar hasta el lenguaje con vestidos unisex, pero no está demostrado que esa corriente de la political correctness sea la que más se acerca a la verdad o al rigor científico, histórico, hermenéutico o humanístico.

Pero se podría ir algo más allá, en el paralelismo y la posible sexualidad del espacio. Desde luego, hay un espacio interior en la mujer que no puede ser obviado: el espacio intrauterino, en donde se gesta el mayor prodigio de la naturaleza, la auténtica creación en sí misma, la obra que tiene vida per se, y no de modo metafórico, analógico ni alegórico, sino genético y biológico puro y duro. Si el milagro de la creación, tal cual, sucede, se manifiesta, crece y explosiona dentro del cuerpo de la mujer (un espacio interior, protegido y protector, amable y amado, añorado hasta la muerte), no es del todo descabellado pensar que el varón, el hombre observador y hacedor, pero incompleto y torpe comparado con la destreza de la mujer que fabrica no utensilios o reflejos de la vida, sino la vida en sí misma, reproductora, multiplicadora y perpetuadora de la propia especie, ponga más ahínco o interés en sublimar su ausencia de gestación en gestaciones paralelas, pálidos espejos de la vida auténtica que nace y crece dentro del vientre de la hembra. Y a este respecto, es el propio Anzieu Didier en El cuerpo de la obra (pág. 92-93) quien recuerda y cita a E. Jones, “De la nature du génie” (1956):

“Tan sólo el término de ‘inspiración' evoca un acto de absorción física. Los poetas hablan a menudo de la gestación de sus sueños, y las palabras ‘concebir' y ‘procrear' se aplican igualmente a actividades corporales. Un escritor puede decir que está pariendo una idea o que está de dolores de parto al hablar de su estado intelectual. Además hay que subrayar que a veces sucede --y este era el caso de Freud-- que la gestación del pensamiento que precedía a la iluminación estuviera acompañado por el tipo de malestar que recuerda los dolores del parto. El hecho de que las mujeres dispongan de medios más directos para expresar este instinto explicaría, entonces, el hecho innegable de que el pensamiento creador más importante sea casi una prerrogativa del sexo masculino. Es el equivalente --el único al que puede aspirar-- del don de creación, de parto corporal concedido a la mujer .”

Desgraciadamente, no son buenos tiempos estos en los que vivimos ahora para hacer afirmaciones como las precedentes, porque parece que contradicen los estudios de género, siempre necesarios, que se realizan sobre la diferencia entre masculino y femenino a lo largo de la historia. Y no queremos nosotros aquí y ahora levantar la polémica, sino añadir, para lo que pudiera servir y para quien le pueda interesar, un rasgo más con respecto a la creación que no suele estar presente en dichos estudios de género, más interesados en hacer justicia y desenmascarar las presiones machistas históricas y auténticas del lenguaje y la sociedad que en otras explicaciones que, insistimos, no son alternativas sino complementarias.

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Post Scriptum: Terminado este artículo, me pregunta Ruth, una ciberamiga bloguera y profesora en el País Vasco, si de él se puede deducir que las mujeres por el hecho de parir ya no tienen derecho ni talento para escribir. La observación me pareció tan alarmante que no me queda más remedio que declarar aquí que ni en mil años y cien reencarnaciones estaría yo diciendo eso. Para nada. No porque no me atreviera a decirlo si lo pensara, sino porque no lo pienso. Lo que aporto aquí, al final del texto, y tal vez no me haya expresado bien, es un apunte genético que pudiera explicar en parte, solo en una pequeña parte, el fervor de los hombres (género masculino) por tratar de dominar y manipular no solo la guerra y la economía, sino también la historia de las artes. Decir que las mujeres no pueden o no tienen capacidad para realizar tareas artísticas es un insulto. La frase, desafortunada por su pretendida totalización que afirma "el hecho innegable de que el pensamiento creador más importante sea casi una prerrogativa del sexo masculino" no es mía, sino de Didier, y ahí diferimos Didier y yo, porque él no tiene en cuenta un elemento fundamental, y es que la historia y la cultura han sido secuestradas, reescritas y manipuladas en exclusiva por el género masculino desde sus inicios hasta la fecha.

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Foto capturada con Google. Si es tuya dímelo y te cito o la borro.

lunes, 6 de julio de 2009

Apostillas al "Pacto de sangre"

Algunos lectores y lectoras de este blog se han sentido frustrados, decepcionados y hasta traicionados por el final brusco y extradiegético (desde el exterior del texto) de Pacto de sangre. Lo lamento, pero no puedo arrepentirme de haber finalizado así. No ha sido una venganza absurda contra los lectores, sino una necesidad imperiosa de acabar la historia con un golpe incomprensible, desafortunado, como la muerte misma. Malena muere (por más que ya esté muerta) en un momento en el que no le tocaba morir, sino seguir avanzando en sus aventuras de ultratumba. Esa es la teoría, pero la realidad es que a veces la muerte sorprende con la tarea a la mitad, y la vida se queda inconclusa. También las novelas a veces tienen muertes prematuras. Y con frecuencia tienen vidas (desarrollos) aburridas, exageradamente largas y monótonas. Solo unas pocas novelas, y vidas, tienen la intensidad justa, la longitud adecuada, los acontecimientos precisos, y un final glorioso que deja a los lectores y a los deudos con sensación de plenitud y agradecimiento. Eso es la novela de una novela. La realidad de la vida (y de las novelas) es otra, múltiple e insatisfactoria cientos de veces.

Tal vez Malena regrese, como a veces regresa un amigo que se fue a vivir muy lejos en unos momentos en los que éramos uña y carne. Pero, para qué engañarnos, los amigos casi nunca vuelven, y cuando vuelven, si es que vuelven, resulta que son otros, que han cambiado, que ya no existe la misma conexión que teníamos antiguamente, quizá porque tampoco ya nosotros somos los mismos, y decepcionamos también al amigo que regresa sin quererlo, aunque él tampoco nos diga nada.

Aunque creo que los amigos, y Malena, regresarán disfrazados con otra ropa. El amigo regresa siempre con otro nombre y edad, casi es imposible reconocerlo en el nuevo personaje que aparece de repente en nuestra vida, pero es el mismo, fíjate bien, es la misma esencia de la amistad reconfortante, como la pasión y el deseo, aunque disfrazada en las carnes de otro cuerpo. Las reencarnaciones no suceden en otras vidas después de la muerte: suceden en esta vida, delante de nuestras narices, pero nos cuesta reconocerlas.

En fin, que gracias a todos los que seguís estos escritos dispersos, unas veces más coherentes que otras. Yo seguiré intentando llegar cada día un poco más allá, por lo que las vías muertas y los fracasos están garantizados de antemano. Pero tal vez, ojalá, estas escaramuzas heterodoxas me lleven a un lugar nuevo, inexplorado. Habrá que intentarlo.

Imágenes anónimas capturadas con Google

lunes, 29 de junio de 2009

Pacto de sangre 29

Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Percuntia tempora fati conqueror, in uentos inpendo uota fretumque; ne retine dubium cupientis ire per acquor; si bene nota mihi est, ad Caesaris arma iuuentus naufragio uenisse uolet. lam uoce doloris utendum est: non ex acquo diuisimus orbem; Epirum Caesarque tenet totusque senatus, Ausoniam tu solus habes». His terque quaterque uocibus excitum postquam cessare uidebat, dum se desse deis ac non sibi numina credit, sponte per incautas audet temptare latebras quod iussi timucre fretum, temeraria prono expertus cessisse deo, fluctusque ucrendos classibus exigua sperat superare carina.

jueves, 25 de junio de 2009

Pacto de sangre 28

Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Percuntia tempora fati conqueror, in uentos inpendo uota fretumque; ne retine dubium cupientis ire per acquor; si bene nota mihi est, ad Caesaris arma iuuentus naufragio uenisse uolet. lam uoce doloris utendum est: non ex acquo diuisimus orbem; Epirum Caesarque tenet totusque senatus, Ausoniam tu solus habes». His terque quaterque uocibus excitum postquam cessare uidebat, dum se desse deis ac non sibi numina credit, sponte per incautas audet temptare latebras quod iussi timucre fretum, temeraria prono expertus cessisse deo, fluctusque ucrendos classibus exigua sperat superare carina.

martes, 23 de junio de 2009

Pacto de sangre 27

Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Percuntia tempora fati conqueror, in uentos inpendo uota fretumque; ne retine dubium cupientis ire per acquor; si bene nota mihi est, ad Caesaris arma iuuentus naufragio uenisse uolet. lam uoce doloris utendum est: non ex acquo diuisimus orbem; Epirum Caesarque tenet totusque senatus, Ausoniam tu solus habes». His terque quaterque uocibus excitum postquam cessare uidebat, dum se desse deis ac non sibi numina credit, sponte per incautas audet temptare latebras quod iussi timucre fretum, temeraria prono expertus cessisse deo, fluctusque ucrendos classibus exigua sperat superare carina.

domingo, 21 de junio de 2009

Pacto de sangre 26

Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Percuntia tempora fati conqueror, in uentos inpendo uota fretumque; ne retine dubium cupientis ire per acquor; si bene nota mihi est, ad Caesaris arma iuuentus naufragio uenisse uolet. lam uoce doloris utendum est: non ex acquo diuisimus orbem; Epirum Caesarque tenet totusque senatus, Ausoniam tu solus habes». His terque quaterque uocibus excitum postquam cessare uidebat, dum se desse deis ac non sibi numina credit, sponte per incautas audet temptare latebras quod iussi timucre fretum, temeraria prono expertus cessisse deo, fluctusque ucrendos classibus exigua sperat superare carina.

viernes, 19 de junio de 2009

Pacto de sangre 25

Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Percuntia tempora fati conqueror, in uentos inpendo uota fretumque; ne retine dubium cupientis ire per acquor; si bene nota mihi est, ad Caesaris arma iuuentus naufragio uenisse uolet. lam uoce doloris utendum est: non ex acquo diuisimus orbem; Epirum Caesarque tenet totusque senatus, Ausoniam tu solus habes». His terque quaterque uocibus excitum postquam cessare uidebat, dum se desse deis ac non sibi numina credit, sponte per incautas audet temptare latebras quod iussi timucre fretum, temeraria prono expertus cessisse deo, fluctusque ucrendos classibus exigua sperat superare carina.

jueves, 18 de junio de 2009

Pacto de sangre (inciso)

Es un poco complicado, porque esta novela tiene más de un 60 por ciento que no puede ser volcado en este blog. El porqué tampoco puede ser dicho. No es secretismo, ni ganas de hacer la puñeta, pero es que no puedo (físicamente sí puedo, pero no puedo por otros motivos extraliterarios).

No lo programé así. A veces sucede que la escritura lleva a otros derroteros inesperados, y todo este "Pacto de sangre" está entramado con otros párrafos, escritos en este último mes de silencio aparente, que lo sacan de la vía en la que está, y lo lanza a otro lugar. No sé si mejor o peor, pero definitivamente otro.

Joder, qué poco me gusta escribir con abstracciones y silencios. Lo siento.

En fin, que a pesar de eso, para no dejar a Malena allí enterrada, he podido entresacar algo (no mucho, qué le vamos a hacer) algún rastro de lo que sucede. Ya veis que hay un salto, en el que de pronto se rompe la frontera que separa al autor y al personaje. Pues eso, y mucho más, es lo que está entretejido en toda la novela reescrita.

De pronto, ya lo imagináis, ha dejado de ser una novela de adolescentes, porque la deconstrucción a los adolescentes solo les interesa si cae a la altura de las tetas.

No puedo decir más.

Quedan seis o siete capítulos, ya programados, que saldrán a razón de uno cada dos días. El primero, mañana.

Hale, que tengáis buen día. Yo me voy a merendar pan y membrillo.

Imagen anónima capturada con Google

domingo, 14 de junio de 2009

Pacto de sangre 24

Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Percuntia tempora fati conqueror, in uentos inpendo uota fretumque; ne retine dubium cupientis ire per acquor; si bene nota mihi est, ad Caesaris arma iuuentus naufragio uenisse uolet. lam uoce doloris utendum est: non ex acquo diuisimus orbem; Epirum Caesarque tenet totusque senatus, Ausoniam tu solus habes». His terque quaterque uocibus excitum postquam cessare uidebat, dum se desse deis ac non sibi numina credit, sponte per incautas audet temptare latebras quod iussi timucre fretum, temeraria prono expertus cessisse deo, fluctusque ucrendos classibus exigua sperat superare carina.

lunes, 1 de junio de 2009

No es lo que parece

Porque lo que parece es que he abandonado, o poco menos, este blog.
Y sí, pero no.
Quiero decir, que no he dejado de escribir ni un solo día, y además lo nuevo que he escrito es de "Pacto de sangre", no me he ido a otros proyectos. Lo que pasa es que lo nuevo es una parte de la novela, intercalada, que no puede salir aún a la luz pública. Tiene que ser privada, al menos hasta que se publique, cuando ya no pueda ser frenada, mediatizada o prejuzgada. No es que me sienta violentado con vuestra lectura, que va, pero me temo que los capítulos y párrafos intercalados que estoy escribiendo, metaescritura, deconstrucción de la propia novela, atraerían a unos cuantos lectores que se sentirían directamente aludidos. Y esos nuevos lectores sí que intervendrían de forma activa.
Parece que me explico, pero no se entiende. ¿A que no?
Pues es que no puedo decir más, excepto que la escritura a veces, ahora sé que algunas veces, tiene que sumergirse para no contaminarse.
Y no me valdría como recurso cerrar la posibilidad de hacer comentarios, porque sonaría el teléfono: "Joder, Enrique, cómo se te ocurre escribir eso, te vas a ganar una hostia como no lo quites ahora mismo. Tú eres un cabrón", o cosas por el estilo.
En fin, que os hecho de menos, y echo de menos colgar nuevos párrafos aquí, pero volveré muy pronto, para al menos atar el desenlace de Malena y Rohel.
Besos por doquier.

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Imagen by Billpuerta

sábado, 16 de mayo de 2009

Pacto de sangre 23

Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Percuntia tempora fati conqueror, in uentos inpendo uota fretumque; ne retine dubium cupientis ire per acquor; si bene nota mihi est, ad Caesaris arma iuuentus naufragio uenisse uolet. lam uoce doloris utendum est: non ex acquo diuisimus orbem; Epirum Caesarque tenet totusque senatus, Ausoniam tu solus habes». His terque quaterque uocibus excitum postquam cessare uidebat, dum se desse deis ac non sibi numina credit, sponte per incautas audet temptare latebras quod iussi timucre fretum, temeraria prono expertus cessisse deo, fluctusque ucrendos classibus exigua sperat superare carina.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Pacto de sangre 22

Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Percuntia tempora fati conqueror, in uentos inpendo uota fretumque; ne retine dubium cupientis ire per acquor; si bene nota mihi est, ad Caesaris arma iuuentus naufragio uenisse uolet. lam uoce doloris utendum est: non ex acquo diuisimus orbem; Epirum Caesarque tenet totusque senatus, Ausoniam tu solus habes». His terque quaterque uocibus excitum postquam cessare uidebat, dum se desse deis ac non sibi numina credit, sponte per incautas audet temptare latebras quod iussi timucre fretum, temeraria prono expertus cessisse deo, fluctusque ucrendos classibus exigua sperat superare carina.

sábado, 9 de mayo de 2009

Pacto de sangre 21

Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Percuntia tempora fati conqueror, in uentos inpendo uota fretumque; ne retine dubium cupientis ire per acquor; si bene nota mihi est, ad Caesaris arma iuuentus naufragio uenisse uolet. lam uoce doloris utendum est: non ex acquo diuisimus orbem; Epirum Caesarque tenet totusque senatus, Ausoniam tu solus habes». His terque quaterque uocibus excitum postquam cessare uidebat, dum se desse deis ac non sibi numina credit, sponte per incautas audet temptare latebras quod iussi timucre fretum, temeraria prono expertus cessisse deo, fluctusque ucrendos classibus exigua sperat superare carina.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Pacto de sangre 20

Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Percuntia tempora fati conqueror, in uentos inpendo uota fretumque; ne retine dubium cupientis ire per acquor; si bene nota mihi est, ad Caesaris arma iuuentus naufragio uenisse uolet. lam uoce doloris utendum est: non ex acquo diuisimus orbem; Epirum Caesarque tenet totusque senatus, Ausoniam tu solus habes». His terque quaterque uocibus excitum postquam cessare uidebat, dum se desse deis ac non sibi numina credit, sponte per incautas audet temptare latebras quod iussi timucre fretum, temeraria prono expertus cessisse deo, fluctusque ucrendos classibus exigua sperat superare carina.

martes, 5 de mayo de 2009

Pacto de sangre 19

Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Percuntia tempora fati conqueror, in uentos inpendo uota fretumque; ne retine dubium cupientis ire per acquor; si bene nota mihi est, ad Caesaris arma iuuentus naufragio uenisse uolet. lam uoce doloris utendum est: non ex acquo diuisimus orbem; Epirum Caesarque tenet totusque senatus, Ausoniam tu solus habes». His terque quaterque uocibus excitum postquam cessare uidebat, dum se desse deis ac non sibi numina credit, sponte per incautas audet temptare latebras quod iussi timucre fretum, temeraria prono expertus cessisse deo, fluctusque ucrendos classibus exigua sperat superare carina.

lunes, 4 de mayo de 2009

Pacto de sangre 18

Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Percuntia tempora fati conqueror, in uentos inpendo uota fretumque; ne retine dubium cupientis ire per acquor; si bene nota mihi est, ad Caesaris arma iuuentus naufragio uenisse uolet. lam uoce doloris utendum est: non ex acquo diuisimus orbem; Epirum Caesarque tenet totusque senatus, Ausoniam tu solus habes». His terque quaterque uocibus excitum postquam cessare uidebat, dum se desse deis ac non sibi numina credit, sponte per incautas audet temptare latebras quod iussi timucre fretum, temeraria prono expertus cessisse deo, fluctusque ucrendos classibus exigua sperat superare carina.

sábado, 2 de mayo de 2009

Pacto de sangre 17

Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Percuntia tempora fati conqueror, in uentos inpendo uota fretumque; ne retine dubium cupientis ire per acquor; si bene nota mihi est, ad Caesaris arma iuuentus naufragio uenisse uolet. lam uoce doloris utendum est: non ex acquo diuisimus orbem; Epirum Caesarque tenet totusque senatus, Ausoniam tu solus habes». His terque quaterque uocibus excitum postquam cessare uidebat, dum se desse deis ac non sibi numina credit, sponte per incautas audet temptare latebras quod iussi timucre fretum, temeraria prono expertus cessisse deo, fluctusque ucrendos classibus exigua sperat superare carina.

viernes, 1 de mayo de 2009

Pacto de sangre 16

Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Percuntia tempora fati conqueror, in uentos inpendo uota fretumque; ne retine dubium cupientis ire per acquor; si bene nota mihi est, ad Caesaris arma iuuentus naufragio uenisse uolet. lam uoce doloris utendum est: non ex acquo diuisimus orbem; Epirum Caesarque tenet totusque senatus, Ausoniam tu solus habes». His terque quaterque uocibus excitum postquam cessare uidebat, dum se desse deis ac non sibi numina credit, sponte per incautas audet temptare latebras quod iussi timucre fretum, temeraria prono expertus cessisse deo, fluctusque ucrendos classibus exigua sperat superare carina.