No lo programé así. A veces sucede que la escritura lleva a otros
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Joder, qué poco me gusta escribir con abstracciones y silencios. Lo siento.
En fin, que a pesar de eso, para no dejar a Malena allí enterrada, he podido entresacar algo (no mucho, qué le vamos a hacer) algún rastro de lo que sucede. Ya veis que hay un salto, en el que de pronto se rompe la frontera que separa al autor y al personaje. Pues eso, y mucho más, es lo que está entretejido en toda la novela reescrita.
De pronto, ya lo imagináis, ha dejado de ser una novela de adolescentes, porque la deconstrucción a los adolescentes solo les interesa si cae a la altura de las tetas.
No puedo decir más.
Quedan seis o siete capítulos, ya programados, que saldrán a razón de uno cada dos días. El primero, mañana.
Hale, que tengáis buen día. Yo me voy a merendar pan y membrillo.
Imagen anónima capturada con Google
5 comentarios:
Pero mira que eres cachondo Enrique, hasta para contarnos este inciso, este galimatías... tienes gracia y salero, y talento!
Usté, tranquilo, a lo suyo, que nosotros por aquí andaremos!
Maestro, te sigo por lo bien que te explicas...
Pues aquí estaremos siguiendo a Malena con un vaso de leche y una galleta.
Aqui seguiremos, esperando a Malena, con un cortadito y una magdalena.
Joder, esto se pone interesante.
Vamos a ver que sale del pan y del membrillo.
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