miércoles, 26 de septiembre de 2012

Deconstrucción de “El gato que está triste y azul”

Sostiene Roberto Carlos en su famosa canción que uno de sus quehaceres era Cuando era un chiquillo, que alegría, jugando a la guerra noche y día”. Así vamos mal, claro. Son los dos primeros versos, que yo no me lo invento.


Pero eso no tiene demasiada importancia, de momento, excepto para afirmar, ya desde ese inicio, que el narrador es intradiegético, y cuenta la historia en primera persona. Desde el yo, personal, y omnisciente solo sobre sí mismo, si es que se conoce un poco y no se autoengaña, como casi todos. Y limita su omnisciencia, por tanto, a lo privado, y pasado o presente. No más. Y a lo que le alcanzaren los sentidos y fuere capaz de interpretar.

El problema está en que Roberto Carlos, que es brasileño, pero no es futbolista, porque  entre otras cosas es cojo desde hace muchísimos años, y nunca le intentaron contratar en el Real Madrid, al menos no para jugar al fútbol, digo, que Roberto Carlos, poco después, en la misma canción, dice que “El gato que está triste y azul nunca se olvida que fuiste mía”


Y lo dice varias veces, porque es el estribillo. Y hasta lo repite en el título, por si nadie se había enterado.


Pero digo yo, ¿Cómo va a saber el narrador, el cantante, Roberto Carlos, ese que jugaba con alegría a la guerra noche y día, que el gato “nunca se olvida que fuiste mía”? ¿Acaso se lo ha dicho el gato? Eso es cosa bien difícil, habremos de convenir. ¿Habla o entiende Roberto Carlos el idioma gatuno? Yo creo que no, ni él, ni Rudyard Kipling, ni Jack London, ni San Francisco Javier, por más que se hagan amigos de todos los animales del barrio. El narrador en primera persona no puede ser omnisciente, y no puede saber los pensamientos de los gatos que no sean él mismo. Y Roberto Carlos no es el gato. 

Por cierto, no hay temas menores en el estudio o la hermenéutica del texto, que conste. El autor de este artículo, Enrique Páez, se sitúa al margen de las batallas entre apocalípticos e integrados, y piensa, como el chileno Ariel Dorfman, que más vale vigilar al enemigo de cerca, porque siempre es de clase. Clase social, no escolar. 

Así que Roberto Carlos, o el narrador de “El gato que está triste y azul”, miente. Se contradice según todas las leyes de la narratología. Es un narrador inconsistente, fulero, bocazas. Y eso sin necesidad de irse a las cualidades del gato, que en ese momento, para definirlo, es aquel que “está triste y azul”. Ese, y no otro. Pero si está triste (tal vez se pueda deducir por su comportamiento hosco y huraño, aunque bien parece que eso es trasladar emociones humanas a los gatos, pero bueno, vale, tiene un pase), pero que además de triste esté azul, eso no tiene sentido. 


Que esté ahora triste, y luego contento, pues bueno, es un gato neurótico, como tantos. Pero que esté azul… no puede ser. Ya es difícil que sea azul, pero tal vez sea una marca de nacimiento, y resulta que es azul. O puede ser un gato transgénico. Pero no. No es que "sea" azul, es que "está" azul. Lo que quiere decir que otras veces no está azul. Cambia de color. ¿Como los camaleones? ¿Acaso va al tinte una vez por semana? ¿Qué coño le pasa a Roberto Carlos, es que no puede escribir y cantar un solo verso con algo de sentido común?

Esta no es una canción surrealista del movimiento Dadá, que conste. Ni un experimento de la gramática generativa y transformacional de Chomsky. No. Aquí no vale compararlo con lo de Paul Éluard  de que “Los elefantes son contagiosos”, porque Roberto Carlos no pretente desnudar las estructuras del idioma con deconstrucciones que dejen la semiótica al descubierto. Para nada. A Roberto Carlos simplemente se le va la puta olla a Camboya, y hasta ahora nadie se lo había dicho.

Y eso solo ribeteando el entramado textual, que tiene un acompañamiento musical y vocal de importancia, porque si no, no nos sabríamos de memoria esa memez antinarratológica. Aunque también habrá quien diga que la pieza melódica es la que tiene un acompañamiento textual que le sirve de soporte sonoro a la voz de Roberto Carlos. Se entiende, claro, porque esa canción no sería la misma cantada con la voz de pito de Ana Torroja que con la voz molona y mojabragas de Manolo Otero (el antiguo novio de María José Cantudo, hay que ser muy viejo para saber de lo que hablo). 


Nota al margen: Lo de molona y mojabragas es una imagen robada a Ángel Zapata, que me perdone, pero ya me habría gustado a mí haberla inventado así, a pelo, y entrar en el Parnaso para la eternidad. 

Pero digo que de las conexiones entre el texto, el paratexto y el contexto deberían interesarse la Pragmática con Umberto Eco a la cabeza, el estructuralismo de Barthes, la deconstrucción de Derrida, y la Lingüística del Texto. Yo no. 

Yo ya no doy más de sí, porque después de oírle a Ángel cantar esa canción en el karaoke que está en el sótano de la Plaza de los Mostenses de Madrid, a medio camino entre el cine Azul y el restaurante Da Nicola, dentro del parking,  (que de ahí veníamos, después de cenar con la gente del Taller de Escritura), ya no me la puedo quitar de la cabeza.

Y eso que han pasado más de diez años ya.

jueves, 20 de septiembre de 2012

En los Wats del norte de Tailandia

En Chiang Mai, al norte de Tailandia, hay muchos más templos budistas que farmacias. Es otra manera de curarse, al menos del espanto este de vivir al borde del primer abismo del siglo XXI.



Las túnicas de los monjes van cambiando de color, del marrón al naranja claro, según ascienden en jerarquía y sabiduría. O a lo mejor es que el color se les va desgastando con los años de lavados. 

Los niños monjes juegan a la pelota junto a los estanques de nenúfares en los patios de los templos, pero les gustaría tener un móvil 4G conectado a Internet con aplicaciones de Android, como todos los niños del mundo, pero estos micromonjes se aguantan y rezan y juegan a los mismos juegos desde hace 700 años, en los mismos Wats renovados de Chiang Mai, al norte de Tailandia. 



Tailandia es de otro color. Este es el menú restaurante callejero de Chiang Mai, intramuros de la ciudad vieja. Precio medio por comida y persona: 1 euro (bebida incluida).

domingo, 9 de septiembre de 2012

Bartleby, preferiría no hacerlo

“I would prefer not to”, repetía testarudo Bartleby el escribiente cada vez que le pedían que hiciera algo que él no quería hacer. Y no lo hacía. ¿Por qué? Simplemente he would prefer not to, punto pelota. Herman Melville sigue vivo después de 120 años de su muerte a través de sus historias.


Dicen que Bartleby es el único personaje central, protagonista de una historia literaria, que rompe con las leyes de la narratología al ser un ser inactivo, reacio al movimiento, letárgico, que no avanza, ni cambia, ni toma decisiones, ni hace con sus actos que la historia crezca (las catálisis de Barthes en el Análisis estructural del relato).

Yo no lo veo así. Bartleby es para mí, el Ghandi de Wall Street, el primer insumiso,  un activista de la inacción, un protoindignado empapado de filosofía zen. Su resistencia es mucho más proactiva que los maravillosos secundarios comnpañeros de oficina Turkey, Nippers y Ginger Nut.



Me gustaría repetir, como un mantra, a muchas órdenes, solicitudes y demandas, lo mismo que Bartleby.


Márchate a Alemania a buscar trabajo.
I would prefer not to (preferiría no hacerlo).

Cásate.
I would prefer not to (preferiría no hacerlo).


Vota.
I would prefer not to (preferiría no hacerlo).

Compra bonos del Estado.
I would prefer not to (preferiría no hacerlo).

Renuncia a tus derechos sindicales.
I would prefer not to (preferiría no hacerlo).

Obedece.
I would prefer not to (preferiría no hacerlo).

jueves, 30 de agosto de 2012

Cien mil visitas

Hace unos días, no sé cuántos, pero pocos, este blog llegó a las 100.000 visitas. Han pasado algo más de cuatro años desde su inicio en 2008, unos centenares de entradas, muchos microcuentos, desvaríos, quejas, poemas, noticias, secretos, y hasta novelas (dos y media, una de ellas ya publicada con el nombre de "Cuatro muertes para Lidia").
Cien mil gracias por vuestras visitas.
Cien mil abrazos por vuestros comentarios.
Cien mil besos por vuestro apoyo. 

lunes, 27 de agosto de 2012

Con Teresa Andruetto en el IBBY de Londres

En el Instituto Goethe de Londres nos encontramos con la Premio Andersen 2012 (algo así como el Premio Nobel de la Literatura Infantil y Juvenil). Nos la presentó la bibliotecaria del Instituto Cervantes. Es la primera vez en más de 40 años que le dan ese premio a alguien que escriba en español. Teresa Andruetto es de Córdoba, Argentina, e intercambiamos libros y consejos.

Ella se queja de que los libros suyos, y los de los autores argentinos de la LIJ en general, apenas llegan a España, y yo me quejo de la inversa. A fin de cuentas el tema de este Congreso del IBBY era "Crossing Boundaries: Translations and Migrations".
Luego, por la tarde, recibió el Premio en el Museo de las Ciencias, en la ceremonia de cierre del IBBY 2012, con un discurso hermoso.
El próximo IBBY será en México, en el 2014. 

lunes, 20 de agosto de 2012

IBBY 2012: El mayor congreso de LIJ del mundo

Cada dos años se celebra el Congreso del IBBY en un país diferente. El último fue en España, en 2010, en Santiago de Compostela, y el próximo será... a finales de esta misma semana en Londres. Allí estaremos Bea y yo, participando con un seminario y un póster.

Ya estuvimos en el de Santiago de Compostela en el 2010, donde Bea dio una charla sobre Bebecuentos. Allí nos encontramos con Pep Durán, Anne Pellowski, Patrick Ryan, Antonio Rodríguez Almodóvar, Jordi Serra i Fabra, Gonzalo Moure, Victoria Fernández, Margareth Leam, Luisa Mora, Manuel Rivas, Paloma Sánchez Ibarzábal, Geta Wolf, Tea Bendix, y unos cuantos más. Días hermosos.

Yo estuve también en el de Cartagena de Indias del 2000, con Alekos, y Alicia Barberis, Yolanda Reyes, Triunfo Arciniegas, Luciana Savagnet, Silvia Castrillón y muchos más.

Ahora toca el reencuentro con tantos amigos. Y presentar nuestros proyectos: yo llevo el de "Historias para cambiar el Mundo / Stories to Change the World", y Bea con "Two Worlds / Dos Mundos: Bilingual Storytelling in India and Spain".  Todo en inglés, of course.


IBBY es la Organización Internacional para el Libro Juvenil, por las siglas inglesas de International Board on Books for Young People. Wikipedia señala que es un colectivo internacional de asociaciones y personas interesadas en fomentar la lectura entre los niños y jóvenes. Se fundó en Zúrich en 1953 y hoy tiene su sede en Basilea. En la actualidad cuenta con más de sesenta secciones nacionales.

Congresos internacionales del IBBY entre 1998 y 2014

2014 México, D. F.
2012 Londres
2010 Santiago de Compostela
2008 København
2006 Macau
2004 Ciudad del Cabo
2002 Basel
2000 Cartagena de Indias, Colombia
1998 Nueva Delhi



viernes, 17 de agosto de 2012

¡NO PASARÁN!

"¡No pasarán!", en español, dice la camiseta que lleva puesta Nadezhda Tolokonnikova, del grupo punky Pussy Riots, juzgada en Moscú por cantar contra Putin en la catedral ortodoxa. 

Es el mismo eslógan que usaron los republicanos madrileños que resistían contra el ejército de Franco. 

La historia se repite siempre con matices diferentes. 

A estas alturas de la crisis provocada por los bancos y los gobiernos, deberíamos todos llevar puesta una camiseta igual. 


lunes, 13 de agosto de 2012

IBBY 2012 Londres y César Vallejo

Ya tengo casi terminado el póster para el próximo IBBY (International Board on Books for Young People) dentro de 10 días en Londres: "Stories to Change the World / Historias para cambiar el mundo". Se esperan más de 700 asistentes de 50 países. En el Imperial College. 

El mío será el único póster procedente de España, aunque sí habrá otros seminarios. 
Habrá algunos amigos y amigas, del IBBY anterior (Santiago de Compostela), de las editoriales, escritores, ilustradores. 

Se acabaron las olimpiadas, y ya quiero llegar.  


Beatriz impartirá el Seminario 25 "Oral Storytelling and Translation: Two Worlds' a bilingual Storytelling project in India and Spain" , y contará cuentos, por supuesto. 

¿Alguien más se apunta?


http://
www.ibbycongress2012.org/

Y como sigo pensando que hay que leer más poesía, aquí pongo una de César Vallejo, La masa, que tiene mucho que ver con mi póster:

Al fin de la batalla, 
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre 
y le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!» 
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. 

Se le acercaron dos y repitiéronle: 
«¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!» 
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. 

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil, 
clamando «¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!» 
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. 

Le rodearon millones de individuos, 
con un ruego común: «¡Quédate hermano!» 
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. 

Entonces todos los hombres de la tierra 
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado; 
incorporóse lentamente, 
abrazó al primer hombre; echóse a andar...


martes, 7 de agosto de 2012

A las barricadas

Desde hace tiempo que sabemos, ya sin disimulo, a dónde van nuestros impuestos. La banca, los bancos, ese tragaldabas insaciable, necesita que paguemos muchos más impuestos para llenar su panza sin fondo. Se quedarán, se están quedando, con nuestro dinero, con nuestros salarios, con las jubilaciones, con el derecho a cobrar el paro. Destrozarán, están destrozando, la educación, la sanidad, nuestro futuro y el futuro de nuestros hijos, condenados a convertirse en una generación perdida. Una generación condenada a la miseria laboral, económica y mental. Mucho más despojada que aquella que vivió la guerra y la posguerra.


Hace casi 30 años Golpes Bajos Caligari decía que eran malos tiempos para la lírica. Yo creo que es momento de volver a la poesía radical, combativa. La de Miguel Hernández (Nunca medraron los bueyes en los páramos de España), la de Gabriel Celaya (Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales), la de Blas de Otero (Esto es ser hombre, horror a manos llenas), la de Ángel González (Lo había perdido todo: / amor, familia, bienes, esperanzas. / Y se decía casi sin tristeza: / ¿no es hermoso, por fin, vivir sin miedo?).

Para empezar, propongo ir ensayando una canción inspiradora. Un himno revolucionario. Empecemos a cantar, a voz en cuello:

Negras tormentas agitan los aires,
nubes oscuras nos impiden ver,
aunque nos espere el dolor y la muerte,
contra el enemigo nos llama el deber.

El bien más preciado es la libertad,
hay que defenderla con fe y valor.

Alza la bandera revolucionaria
que llevará al pueblo a la emancipación,
alza la bandera revolucionaria
que llevará al pueblo a la emancipación.

En pie pueblo obrero, a la batalla,
hay que derrocar a la reacción.

¡A las barricadas, a las barricadas,
por el triunfo de la Confederación!
¡A las barricadas, a las barricadas,
por el triunfo de la Confederación!

viernes, 3 de agosto de 2012

¡Acaban de publicar otro libro mío en Brasil!

Es una novela de misterio y aventuras. "Esther, Juan e Bia em: O Sequestro" . Con al mejor editorial, Aletria (Belo Horizonte), y las mejores editoras: Rosana Mont'Alverne y Juliana Flores . Imprescindible. Más contento no puedo estar. 


http://loja.grupoe10.com.br/catalog/product/view/id/27/s/esther-juan-e-bia-em-o-sequestro/

A primeira aventura dos irmãos Esther e Juan e da amiga Bia chega finalmente ao jovem leitor brasileiro. O mistério começa no quarto da pequena Martita, onde a família instalou um receptor/emissor de ruídos. O aparelhos começa a receber interferências e, certa noite, Esther escuta inquietantes conversações telefônicas: o planejamento de um sequestro.

martes, 31 de julio de 2012

Reseña de CUATRO MUERTES PARA LIDIA


Gracias a Cris Monteoliva por esta reseña en su blog 


CUATRO MUERTES PARA LIDIA. Enrique Paez


Título: Cuatro muertes para Lidia
Autor: Enrique Paez
Editorial: Bruño
Págs: 128
Precio: 8,90 €

La adolescencia puede ser una etapa muy feliz, aunque también una época un tanto confusa y llena de obstáculos que salvar. La cosa se recrudece si algo grave ocurre cuando, digamos, tienes quince o dieciséis años. Llegar a la edad adulta sin alguna cicatriz se hará cada vez más difícil conforme comiences a entender ciertas cosas, a raíz de dicho incidente grave o de otros sucesos posteriores. Y si no me crees, adéntrate en “Cuatro muertes para Lidia”, la nueva novela de Enrique Páez de la que hoy os hablaré.
Todo arde alrededor de Lidia, su hermano Carlos y su padre, y salir del pueblo, a pesar de la incertidumbre de lo que habrá más allá de las llamas, se convierte en la máxima de las prioridades. El objetivo está claro en las mentes de los tres: hay que encontrar a mamá, separada de ellos hace tiempo, y construir juntos un futuro viable. De si lo conseguirán o no, de qué es lo que les depara ese futuro, te enterarás solo si te decides por este libro juvenil y apocalíptico de ritmo trepidante.
Como decía antes, la adolescencia es a veces una etapa complicada. Porque no, no es nada fácil dejar de ser niño, abrir los ojos a eso que llaman realidad, aceptar que pronto serás un adulto en un mundo de adultos y nadie podrá protegerte de los monstruos que están por venir. Pocos, eso sí, podrán decir que han vivido su etapa final de adolescente literalmente entre llamas, tal y como lo hace Lidia, la narradora y protagonista de esta novela de aventuras apocalípticas.
La verdad es que Lidia ya lo tenía difícil como adolescente antes del fuego: su hermano gemelo murió cuando ella era aún demasiado pequeña como para entender las crueldades de la vida, su hermano mayor tiene la edad mental de un chico de cinco años (lo que la obliga a cuidar de él continuamente) y, para, colmo, no sabe si Héctor, el muchacho que le gusta, es o no su novio. El fuego no hace más que empeorar las cosas: separando a su familia, forzando a su padre a guiarla a ella y a su hermano por un camino incierto, poniendo cada vez más obstáculos en la carretera al infierno… ¿Merecerá la pena tanto esfuerzo?
Dicen que lo que importa es el viaje, no el destino final. Esto resulta absolutamente cierto en “Cuatro muertes para Lidia”, una novela corta pero terriblemente intensa donde lo que cuenta es la evolución de los personajes a lo largo de sus páginas, tanto física como mentalmente. El camino se encargará de ponérselo cada vez más difícil a todos, aunque, como ya imagináis, sabrán superar los obstáculos hasta el incierto destino. No sin cicatrices, eso sí. Porque esta no es una historia de superhéroes invencibles, sino de personas normales intentando sobrevivir a pesar de todo.
Por último, no hay que olvidar que, además de una historia de trasfondo psicológico y casi filosófico, “Cuatro muertes para Lidia”, es una novela apocalíptica, con todos los elementos que pueden atraer a los amantes (jóvenes o no tan jóvenes) de este género tan de moda últimamente: una catástrofe natural de origen desconocido, unos personajes que se rinden mientras otros deciden seguir adelante pase lo que pase, monstruos con forma de hombres, enfermedades del pasado que vuelven al presente tal vez para quedarse, personas que se sacrifican por otras, escenas crueles pero necesarias, y, sobre todo, mucha, pero que mucha emoción.
“Cuatro muertes para Lidia”, en definitiva, es una novela breve que, sin embargo, tanto te dará que pensar durante y después de la lectura. Atrévete ahora a emprender el viaje junto a Lidia y su familia, en busca de un futuro mejor más allá de las llamas, y descubre lo duro que puede ser el camino para esta adolescente que, ya tan joven, ha de cargar con tantos pesos sobre su espalda. ¿Llegarás al final del camino sin una cicatriz? ¿Conseguirás olvidarte de Lidia tan fácilmente? ¿Me harás caso y te decidirás por este libro sin que yo tenga que seguir haciendo preguntas retóricas?
La adolescencia es para casi todos una montaña rusa de emociones que superamos como podemos. Aunque siempre hay quien lo tiene más difícil. Dime si no es cierto después de leer “Cuatro muertes para Lidia”, una novela que sin duda te sorprenderá.
Cristina Monteoliva

jueves, 26 de julio de 2012

Entrevista y reseña en La Biblioteca Imaginaria


Conversando en diferido con ENRIQUE PAEZ


Comenzamos esta nueva actualización veraniega de La Biblioteca Imaginaria con la refrescante entrevista que tan amablemente nos ha concedido vía email el escritor y profesor de escritores Enrique Paez.
Enrique, autor de numerosas obras juveniles de éxito tanto dentro como fuera de las fronteras españolas, ha publicado recientemente “Cuatro muertes para Lidia”, una novela apocalíptica de gran profundida que, como siempre, veréis reseñada tras este artículo (¡No seáis impacientes!). Hablamos con él sobre este tema, pero también sobre otros. Si queréis saber cuáles, no dejéis de leer esta entrevista. Yo os dejo ya con ella:

¿Cuándo comenzaste a escribir?
A las trece años, como casi todos los adolescentes. Empecé con un diario, poemas, quejas, cartas y reflexiones metafísicas. Luego, poco a poco, se fueron colando todos los personajes a esa fiesta de la escritura.

¿Y cuándo supiste que la escritura era algo más que una afición?
Siempre lo supe. La escritura, en mi caso, es una prolongación de mi brazo, un desagüe de mi cerebro. No concibo la vida ni el pensamiento sin la escritura.

¿Por qué literatura juvenil?
Quizá por identificación personal. Yo sigo siendo un poco adolescente en muchos aspectos, y no me cuesta nada adoptar sus procesos mentales. Los conceptos de justicia, amor, dolor, honor y poder están más agudizados y más equilibrados en la mente adolescente.


Además de escritor, eres profesor de escritores. ¿Cuál de tus dos facetas te resulta más fácil?
Es mucho más fácil enseñar que ejercer. Para escribir hay que dejarse la piel en el papel, mientras que enseñar a escribir se hace desde un lugar más retirado, más protegido. Las dos son tareas placenteras, pero la de escribir es mucho más arriesgada.

Como profesor publicaste hace unos años “Escribir. Manual de técnicas narrativas”, un libro por el que aún muchos lectores de mi blog personal me siguen preguntando. ¿Te has planteado escribir una segunda parte para seguir ayudando a los escritores noveles?
Alguna vez lo he pensado. No tanto una segunda parte de técnicas narrativas para ayudar a romper el bloqueo literario, sino una ampliación en torno a cómo y qué comentar en los escritos de otros, una especie de guía para profesores de escritura creativa a partir de mi experiencia personal.


¿Cómo surgió la idea de escribir “Cuatro muertes para Lidia”?
A raíz de la muerte de mis padres, con 15 días de diferencia uno del otro, yo me vi ante un espacio personal devastado. Sabía que tenía que escribir una novela de viajes, de superación, de crecimiento, de tránsito de un lugar a otro. Tenía modelos tan ilustres como la Odisea, o el Quijote, pero la clave estética del espacio arrasado me la dio Cormac McCarthy con “La carretera”. No es el mismo espacio, ni los personajes, ni el trasfondo, ni siquiera el punto de vista narrativo, pero sí el mismo universo estético. Es una propuesta de escenario minimalista, casi inexistente, para que los personajes destaquen sobre el fondo negro.

¿Se parece Lidia a alguien que conozcas o es un personaje totalmente ficticio?
Lidia se parece a mí, inevitablemente, aunque tenga otro sexo y otra edad. Como decía Flaubert: “Madame Bovary, c'est moi”. Todos los personajes son trasuntos del autor, por identificación o por rechazo. Y se parece también a mis dos hermanas, y a miles de adolescentes de ambos sexos.


¿Crees que sobrevivirías en el mundo de Lidia?
Ya lo he hecho. Ese mundo apocalíptico destruido no es más que un espacio subjetivo, es el mundo visto desde los ojos de una adolescente en un momento de su vida. Todos hemos vivido momentos así a lo largo de nuestra vida, y podemos sobrevivir a esos tiempos terribles. Esa es la esencia de la “resiliencia”, la capacidad para sobreponernos y continuar viviendo, aunque con cicatrices y memorias oscuras, claro está. 

¿Qué futuro le puede deparar a una joven como Lidia en un mundo tan devastado?
Ahora mismo casi parece que ese futuro devastado está más cerca que nunca, por culpa de los bancos y los gobiernos. A pesar de todo yo creo en la capacidad de regeneración del ser humano. Puede que tarde, pero todos los bosques vuelven a crecer después de un incendio. 

¿Qué esperas que encuentres los lectores en “Cuatro muertes para Lidia”?
Espero que encuentren esperanza a pesar de tener ante ellos un futuro que parece muy oscuro. Y espero que encuentren un modelo solidario como el de Lidia, para continuar. Y espero que encuentren consuelo al dolor de ser, simplemente, adolescentes.

¿Qué nuevos proyectos literarios tienes en marcha?
Tengo varias novelas esperando a ser escritas girando como planetas alrededor de mi cabeza, y estoy en la fase de selección. Al final sé que no seré yo, sino ellas, o ella, la que se imponga y exija ser escrita de modo inmediato, sin posibilidad de dilación. Yo me convertiré en un intermediario, como decía Cortázar, entre la historia que quiere ser escrita, y el lector que la está esperando.

Muchas gracias, Enrique, por tu tiempo, tus palabras y tus fotos personales. Esperamos que Lidia llegue a muchos lectores, y todas esas novelas que rondan tu cabeza pasen pronto al papel y las librerías.
Y a vosotros, amig@s lector@s, gracias por estar una vez más al otro lado de la pantalla, ¡también cuando hace tanto calor!

Cristina Monteoliva

viernes, 20 de julio de 2012

Cómo acabar con la cultura y la educación

Suben el impuesto del IVA un 525% para el material escolar (del 4% al 21%). 
Castigados los niños que compren "agendas escolares, blocs de exámenes, cartulinas de colores, ceras plásticas, compases, crespón, cuadernos de escritura, cubos y juguetes lógicos de madera, espumas de colores, forros de libros, cuadernos de caligrafía, cuadernos de música pautados, papel charol, papel kraft, papel de seda, papel vegetal, pasta de modelar (plastilina), recambios de papel, témperas." 
¿Estais seguros de que así saldremos de la crisis?

jueves, 12 de julio de 2012

Storytelling around the World (4) / Cuentacuentos en el mundo

In  Australia oral storytelling gained new life in the 1970s through storytelling guilds in Victoria and Western Australia and later in New South Wales and other states. These guilds have close ties with storytelling guilds in New Zealand and Singapore. The biennial international storytelling conference in Masterton (Glistening Waters) is one of the most popular events of the year. More info http://www.storyguild.org.au/

In India during the past ten years, storytelling has had a resurgence in primary and secondary schools, in the hands of trainers of teachers. A private college called Kathalaya (House of Stories) has already trained more than 35,000 teacher-storytellers to work in schools, mainly in the South of India (Bangalore, Chennai, Madurai, and Mumbai).

(Written by Enrique Páez, first published on Storytelling Magazine, April/May 2012, Volume 24, Issue 2, NSN, Jonesborough, Tennessee, USA).



Australia. En la década de 1970 la narración oral tuvo un renacimiento gracias a la formación de gremios de cuentacuentos en Victoria, Australia Occidental, y más tarde en Nueva Gales del Sur y otros estados. Estos gremios mantienen estrechos vínculos con los cuentacuentos de Nueva Zelanda y Singapur. La conferencia bienal Internacional de Cuentacuentos de Masterton (Glistening Waters) es uno de los eventos más populares del año. Más información http://www.storyguild.org.au/

India. Durante los últimos diez años, la narración de cuentos se ha implantado en las escuelas primarias y secundarias, gracias a los formadores de profesores. Una institución privada, llamada Kathalaya (Casa de las Historias), ya ha capacitado a más de 35.000 docentes-narradores que trabajan en las escuelas, principalmente en el sur de la India (Bangalore, Chennai, Madurai y Mumbai).

(Texto de Enrique Páez, publicado por primera vez en la revista Storytelling, abril/mayo de 2012, Volumen 24, Número 2, NSN, Jonesborough, Tennessee, EE.UU.)

martes, 10 de julio de 2012

Storytelling around the World (3) / Cuentacuentos en el mundo


In China, as far back as history goes, professional storytellers have travelled from place to place performing their stories for a few weeks. Although the storytellers of today are paid on a monthly salary, this is still their habitual way of life. The art of storytelling in China evolved to its traditional form from the Han dynasty (202 BC-AD 220) to the late Song (960-1279).

In Russia, currently  few people hear storytelling and even fewer realize how it can be used in the modern world. But there are some new places for researchers, like the Center of Applied Knowledge “Prime Life Education”, headed by Kirill P. Gopius, in Saint Petersburg. http://www.primelife-edu.com/ (use Google translator).


(Written by Enrique Páez, first published on Storytelling Magazine, April/May 2012, Volume 24, Issue 2, NSN, Jonesborough, Tennessee, USA).



En China, ya desde los orígenes de su historia, los narradores profesionales viajaban de un lugar a otro, haciendo turnos para transmitir sus historias de pueblo en pueblo durante algunas semanas. A pesar de que los cuentacuentos de hoy en día tienen un salario mensual, y no dependen directamente de los ingresos procedentes de sus actuaciones, esta sigue siendo su forma habitual de vida. La datación de los primeros testimonios de este arte de la narración en China varía dentro de un lapso de tiempo de aproximadamente mil años, desde la dinastía Han (202 aC-220 dC) hasta finales de dinastía Song(960-1279).

Rusia. En el mundo occidental la narración de cuentos es una gran industria, pero en Rusia sólo unos pocos han oído hablar de ella, y menos aún darse cuenta de lo que puede ser utilizada en el mundo contemporáneo. Sin embargo, se han abierto algunos lugares nuevos para los investigadores, como el Centro de Conocimiento Aplicado "Prime Life Education", encabezado por Kirill P. Gopius, en San Petersburgo. http://www.primelife-edu.com/ (utilizar el traductor de Google para los que no saben ruso). 


(Texto de Enrique Páez, publicado por primera vez en la revista Storytelling, abril/mayo de 2012, Volumen 24, Número 2, NSN, Jonesborough, Tennessee, EE.UU.)

jueves, 5 de julio de 2012

¡Qué mala es la envidia!

Cuenta la leyenda que una vez una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga. Ésta huía rápido con miedo de la feroz depredadora, pero la serpiente no desistía. 
Huyó un día, y ella la seguía; dos días, y la seguía... 
Al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga se paró, y le dijo a la serpiente:


-¿Puedo hacerte tres preguntas?
-No suelo dar esa oportunidad a nadie, pero como te voy a devorar, puedes preguntar -contestó la serpiente.
-¿Pertenezco a tu cadena alimenticia? -preguntó la luciérnaga.
-No -contestó la serpiente.
-¿Yo te hice algún mal? -dijo la luciérnaga
-No -volvió a responder la serpiente.
-Entonces, ¿por qué quieres acabar conmigo?
-¡Porque no soporto verte brillar!


Y de ese modo, cada día nos encontramos con serpientes.



domingo, 1 de julio de 2012

Storytelling around the World (2) / Cuentacuentos en el mundo (2)

In Morocco Halakis (storytellers), musicians, charmers and dancers perform every day of the year before large crowds of people in Djemaa el Fna Square, Marrakech. Halakis say Djemaa el Fna is “...a sea. You can swim in the sea but you will never be able to entirely explore the sea of Djemaa el Fna;” “It is like a spring of Art;” “it is more than a school, it is a University.” In 2001 UNESCO named Djemaa el Fna as “a masterpiece of the oral and intangible heritage of humanity”.

In northern Canada and the Arctic region storytellers are called “storm fools” because people look forward to their coming in storms. They are the only ones who manage to establish contact and maintain cultural ties and communication among scattered communities, which are isolated during the winter.



(Written by Enrique Páez, first published on Storytelling Magazine, April/May 2012, Volume 24, Issue 2, NSN,  Jonesborough, Tennessee , USA)

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En Marruecos hay un lugar único en el mundo en el que los halakis (cuentacuentos), músicos, bailarines y los encantadores de serpientes actúan todos los días del año frente a grandes multitudes. Este lugar es la plaza Djemaa el Fna, de Marrakech. Los halakis dicen que Djemaa el Fna es "Un mar; se puede nadar en el mar, pero nunca serás capaz de explorar todo el mar de la plaza Djemaa el Fna"; "Es como un manantial de arte"; "Es más que una escuela: es una Universidad." En 2001, la UNESCO declaró la plaza Djemaa el Fna como "una obra maestra del patrimonio oral e inmaterial de la humanidad".


En el norte de Canadá, a los cuentacuentos de la región del Ártico se les llama "locos de la tormenta", porque la gente espera su llegada durante las tormentas, y son los únicos que logran establecer contacto y mantener los lazos culturales y de comunicación entre las comunidades dispersas, que están aisladas durante el invierno.



(Texto de Enrique Páez, publicado por primera vez en la revista Storytelling, abril/mayo de 2012, Volumen 24, Número 2, NSN,  Jonesborough, Tennessee , EE.UU.)


jueves, 28 de junio de 2012

Storytelling around the World (1) / Cuentacuentos en el mundo (1)


Storytelling around the World -1-

Storytellers belong to the old line of puppeteers, jugglers and magicians who went from village to village and town to town.

In Japan, storytellers carrying Kamishibai (storycard theaters) traveled on bicycles through scattered settlements from the ninth century until the mid-20th century. It is said there were more than 50,000 of these storytellers during the golden age of Kamishibai between 1930 and 1950. With the coming of television in 1950, the "electric Kamishibai" on their bicycles were reduced to almost nothing. Television was the scythe of storytelling in Japan.



(Written by Enrique Páez, first published on Storytelling Magazine, April/May 2012, Volume 24, Issue 2, NSN,  Jonesborough, Tennessee , USA)




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Cuentacuentos en el mundo -1 -

Los cuentacuentos pertenecen a la antigua estirpe de titiriteros, malabaristas y magos que iban de pueblo en pueblo y de ciudad en ciudad.

En Japón, los narradores de historias que llevaban Kamishibai (teatrillo de cartón) viajaban en bicicleta a través de asentamientos dispersos desde el siglo IX hasta mediados del siglo XX. Se dice que hubo más de 50.000 de estos cuentacuentos durante la época de oro del Kamishibai, entre 1930 y 1950. Con la llegada de la televisión en 1950, "el Kamishibai eléctrico", sus bicicletas casi han desaparecido. La televisión ha sido la guadaña de la narración de cuentos en Japón en el siglo XX.


(Texto de Enrique Páez, publicado por primera vez en la revista Storytelling, abril/mayo de 2012, Volumen 24, Número 2, NSN,  Jonesborough, Tennessee, EE.UU.)