The Guardian:
A whole new world of magic animals, brave young princes and evil witches has come to light with the discovery of 500 new fairytales, which were locked away in an archive in Regensburg, Germany for over 150 years.
The tales are part of a collection of myths, legends and fairytales, gathered by the local historian Franz Xaver von Schönwerth (1810–1886) in the Bavarian region of Oberpfalz at about the same time as the Grimm brothers were collecting the fairytales that have since charmed adults and children around the world. Last year, the Oberpfalz cultural curator Erika Eichenseer published a selection of fairytales from Von Schönwerth's collection, calling the book Prinz Roßzwifl. This is local dialect for "scarab beetle". The scarab, also known as the "dung beetle", buries its most valuable possession, its eggs, in dung, which it then rolls into a ball using its back legs. Eichenseer sees this as symbolic for fairytales, which she says hold the most valuable treasure known to man: ancient knowledge and wisdom to do with human development, testing our limits and salvation.
Von Schönwerth spent decades asking country folk, labourers and servants about local habits, traditions, customs and history, and putting down on paper what had only been passed on by word of mouth. In 1885, Jacob Grimm said this about him: "Nowhere in the whole of Germany is anyone collecting [folklore] so accurately, thoroughly and with such a sensitive ear." Grimm went so far as to tell King Maximilian II of Bavaria that the only person who could replace him in his and his brother's work was Von Schönwerth. Von Schönwerth compiled his research into a book called Aus der Oberpfalz – Sitten und Sagen, which came out in three volumes in 1857, 1858 and 1859.
The book never gained prominence and faded into obscurity. While sifting through Von Schönwerth's work, Eichenseer found 500 fairytales, many of which do not appear in other European fairytale collections.
For example, there is the tale of a maiden who escapes a witch by transforming herself into a pond. The witch then lies on her stomach and drinks all the water, swallowing the young girl, who uses a knife to cut her way out of the witch. However, the collection also includes local versions of the tales children all over the world have grown up with including Cinderella and Rumpelstiltskin, and which appear in many different versions across Europe.
A news of The Guardian.
The tales are part of a collection of myths, legends and fairytales, gathered by the local historian Franz Xaver von Schönwerth (1810–1886) in the Bavarian region of Oberpfalz at about the same time as the Grimm brothers were collecting the fairytales that have since charmed adults and children around the world. Last year, the Oberpfalz cultural curator Erika Eichenseer published a selection of fairytales from Von Schönwerth's collection, calling the book Prinz Roßzwifl. This is local dialect for "scarab beetle". The scarab, also known as the "dung beetle", buries its most valuable possession, its eggs, in dung, which it then rolls into a ball using its back legs. Eichenseer sees this as symbolic for fairytales, which she says hold the most valuable treasure known to man: ancient knowledge and wisdom to do with human development, testing our limits and salvation.
Von Schönwerth spent decades asking country folk, labourers and servants about local habits, traditions, customs and history, and putting down on paper what had only been passed on by word of mouth. In 1885, Jacob Grimm said this about him: "Nowhere in the whole of Germany is anyone collecting [folklore] so accurately, thoroughly and with such a sensitive ear." Grimm went so far as to tell King Maximilian II of Bavaria that the only person who could replace him in his and his brother's work was Von Schönwerth. Von Schönwerth compiled his research into a book called Aus der Oberpfalz – Sitten und Sagen, which came out in three volumes in 1857, 1858 and 1859.
The book never gained prominence and faded into obscurity. While sifting through Von Schönwerth's work, Eichenseer found 500 fairytales, many of which do not appear in other European fairytale collections.
For example, there is the tale of a maiden who escapes a witch by transforming herself into a pond. The witch then lies on her stomach and drinks all the water, swallowing the young girl, who uses a knife to cut her way out of the witch. However, the collection also includes local versions of the tales children all over the world have grown up with including Cinderella and Rumpelstiltskin, and which appear in many different versions across Europe.
A news of The Guardian.
The Guardian:
Un nuevo mundo de animales mágicos, jóvenes príncipes valientes y brujas malvadas ha salido a la luz con el descubrimiento de 500 nuevos cuentos de hadas, que estuvieron encerrados en un archivo en Regensburg, Alemania, durante más de 150 años.
Los cuentos son parte de una colección de mitos, leyendas y cuentos de hadas, recogidos por el historiador local Franz Xaver von Schönwerth (1810-1886) en la región del Alto Palatinado bávaro de más o menos la misma época en la que los hermanos Grimm recogieron los cuentos de hadas que desde entonces han encantado a los adultos y niños de todo el mundo. El año pasado, la comisaria cultural del Alto Palatinado Erika Eichenseer publicó una selección de cuentos de hadas de la colección de Von Schönwerth, llamando al libro "Prinz Roßzwifl". Este nombre es significa escarabajo en el dialecto local. El escarabajo entierra su posesión más valiosa, sus huevos, en el estiércol, y luego los enrolla en una bola usando sus patas traseras. Eichenseer ve esto como simbólico de los cuentos de hadas, que dice guardar el tesoro más valioso que el hombre conoce: el conocimiento y la sabiduría antigua que tiene que ver con el desarrollo humano, poniendo a prueba nuestros límites y la salvación.
Von Schönwerth pasó décadas preguntando a la gente del campo, obreros y empleados acerca de las costumbres locales, tradiciones, hábitos e historia, para poner en papel lo que sólo se había transmitido de boca en boca. En 1885, Jacob Grimm dijo lo siguiente sobre él: "En ninguna parte de la totalidad de Alemania hay nadie que lo recoja [el folclore] con tanta precisión, tan fondo y con un oído tan sensible." Grimm llegó tan lejos como para decir al rey Maximiliano II de Baviera que la única persona que podría reemplazarlo en su trabajo y el de su hermano era Von Schönwerth. Von Schönwerth recopiló su investigación en un libro titulado "Aus der Oberpfalz - Sitten und Sagen", que salió en tres volúmenes en 1857, 1858 y 1859.
El libro nunca tuvo éxito, y se desvaneció en el olvido. Pero al bucear a través de la obra de Von Schönwerth, Eichenseer encontró 500 cuentos de hadas, muchas de las cuales no aparecen en otras colecciones de cuentos europeos.
Por ejemplo, hay una historia de una joven que escapa de una bruja para transformarse en un estanque. La bruja luego se tumba sobre su estómago y se bebe toda el agua, tragándose a la joven, quien usa un cuchillo para buscar su salida al exterior de la bruja. Sin embargo, la colección también incluye versiones locales de cuentos conocidos por los niños de todo el mundo, como Cenicienta y Rumpelstiltskin, y que aparecen en muchas versiones diferentes por toda Europa.
Una noticia de The Guardian.
Un nuevo mundo de animales mágicos, jóvenes príncipes valientes y brujas malvadas ha salido a la luz con el descubrimiento de 500 nuevos cuentos de hadas, que estuvieron encerrados en un archivo en Regensburg, Alemania, durante más de 150 años.
Los cuentos son parte de una colección de mitos, leyendas y cuentos de hadas, recogidos por el historiador local Franz Xaver von Schönwerth (1810-1886) en la región del Alto Palatinado bávaro de más o menos la misma época en la que los hermanos Grimm recogieron los cuentos de hadas que desde entonces han encantado a los adultos y niños de todo el mundo. El año pasado, la comisaria cultural del Alto Palatinado Erika Eichenseer publicó una selección de cuentos de hadas de la colección de Von Schönwerth, llamando al libro "Prinz Roßzwifl". Este nombre es significa escarabajo en el dialecto local. El escarabajo entierra su posesión más valiosa, sus huevos, en el estiércol, y luego los enrolla en una bola usando sus patas traseras. Eichenseer ve esto como simbólico de los cuentos de hadas, que dice guardar el tesoro más valioso que el hombre conoce: el conocimiento y la sabiduría antigua que tiene que ver con el desarrollo humano, poniendo a prueba nuestros límites y la salvación.
Von Schönwerth pasó décadas preguntando a la gente del campo, obreros y empleados acerca de las costumbres locales, tradiciones, hábitos e historia, para poner en papel lo que sólo se había transmitido de boca en boca. En 1885, Jacob Grimm dijo lo siguiente sobre él: "En ninguna parte de la totalidad de Alemania hay nadie que lo recoja [el folclore] con tanta precisión, tan fondo y con un oído tan sensible." Grimm llegó tan lejos como para decir al rey Maximiliano II de Baviera que la única persona que podría reemplazarlo en su trabajo y el de su hermano era Von Schönwerth. Von Schönwerth recopiló su investigación en un libro titulado "Aus der Oberpfalz - Sitten und Sagen", que salió en tres volúmenes en 1857, 1858 y 1859.
El libro nunca tuvo éxito, y se desvaneció en el olvido. Pero al bucear a través de la obra de Von Schönwerth, Eichenseer encontró 500 cuentos de hadas, muchas de las cuales no aparecen en otras colecciones de cuentos europeos.
Por ejemplo, hay una historia de una joven que escapa de una bruja para transformarse en un estanque. La bruja luego se tumba sobre su estómago y se bebe toda el agua, tragándose a la joven, quien usa un cuchillo para buscar su salida al exterior de la bruja. Sin embargo, la colección también incluye versiones locales de cuentos conocidos por los niños de todo el mundo, como Cenicienta y Rumpelstiltskin, y que aparecen en muchas versiones diferentes por toda Europa.
Una noticia de The Guardian.
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