miércoles, 8 de junio de 2011

La escritura diafragmática

Escribir, respirar. Respirar, escribir. Para los escritores más vocacionales, ese es el binomio correcto, la simetría perfecta. Necesitan escribir tanto como respirar. Hace tiempo que los deportistas, los actores, los cantantes y los yoguis saben que hay respiraciones superficiales, débiles, que aspiran el aire a pequeños sorbos; y hay respiraciones profundas, que esponjan las aletas de la nariz y renuevan el aire de los últimos alveolos en la profundidad de los pulmones. Esa es la respiración diafragmática, infrecuente para los no iniciados, pero que se puede alcanzar con unos simples ejercicios bien dirigidos.

Al escribir sucede lo mismo. Hay escritores superficiales, que apenas rozan la epidermis de los hechos y las personas, constructos llenos de tópicos y arquetipos, la levedad de la escritura. Y al mismo tiempo, habitando otros cuerpos, hay otros autores que se sumergen en el pozo, que radiografían a los personajes, que hacen visible lo que no era obvio, y quiebran el secretismo de los deseos. Escritura superficial contra escritura diafragmática.

Ojalá todos los escritores aprendamos a escribir con el diafragma, con las entrañas (lo más entrañable que tenemos).

Ojalá los políticos también empiecen a respirar con profundidad, en otros aires menos corruptos, y su olfato les conduzca más allá del olor a barniz y naftalina de sus despachos oficiales.

Ojalá todos nos bebamos la vida a grandes sorbos, exiliados de la monotonía, y salgamos a la calle con los pulmones llenos de aire nuevo y refrescante, como si todos los días fueran un 15-M en la Puerta del Sol de Madrid.

7 comentarios:

Kum* dijo...

Ferpecto, maestro. Una entrada sublime, de cabo a rabo.

Besos, Enrique.

y qué más da... dijo...

Hagamos radiografías a unos cuantos políticos al azar y veamos si es que, quizá, no tienen diafragma. Si mi suposición fuera cierta, podríamos emparentarlos con otros seres vivos: mejillones, ranas, presidentes de entidades financieras, etc.
Todo un descubrimiento que eclipsaría hasta la crisi del E.coli

Enrique Páez dijo...

Gracias, Kum.

David: ¿Será el E.Coli una materialización, por sublimación, del pensamiento financiero? Puede ser...

Benito Olmo dijo...

Toda una declaración de intenciones, te felicito.
¡Por fin tomamos la calle!

¿Por qué no los mandamos a todos a tomar viento? Es facil: sale más barato indignarse.

Enhorabuena por tu blog, no olvides visitar el mio.
http://milcosasquenotedije.blogspot.com/

Isabel dijo...

Es estupenda la comparación. Con la respiración normal nos podemos hasta asfixiar, sin embargo, la diafragmática hace que todo por dentro se riegue y viva.

Ojalá, ojalá, ojalá.

Un placer leerte.

Begoña Argallo dijo...

Escribir es respirar profundo cuando el aire te comienza a faltar, y respirar de nuevo el aliento y la voz, y después de ellos todos los sentidos. Escribir es una pasión que sólo crece.
Saludos

Begoña Argallo dijo...

* recuperar quería decir ;)