lunes, 11 de agosto de 2008

Oficio de masoquistas (2)

Y lo primero que tengo que resaltar es que escribir se trata de un oficio. No es una profesión, como la de militar, periodista o abogado, porque esas profesiones suelen estar bendecidas por un título oficial (universitario a ser posible, y si no de otro tipo que lo simule), sus miembros se colegian en asociaciones blindadas que se protegen de posibles intrusismos, y en algún momento crítico de sus vidas sacan el carnet y dicen aquello de “Yo soy un profesional, oiga, así que me respeta”. Al escritor nadie le da un triste carnet que le proteja, por más que muchos lo busquen en la Escuela de Letras, en la Escuela de Escritores, o en la Asociación Colegial de Escritores. Escritor puede ser cualquiera, no hace falta estar apuntado en ninguna lista, porque no existe ningún editor que exija (gracias a dios) cualificaciones previas. Es más, para un editor, de buenas a primeras, será mucho más apetitoso que el manuscrito que se le entrega esté firmado por el vencedor de Gran Hermano que por un multidoctorado en Letras.
Los oficios son simples, no los dignifica un título colgado en la pared, y se aprenden con tiempo y esfuerzo: ebanista, titiritero, carterista, bailarina, herrero, puta, cocinero, pescador (hagan el favor de poner todos los sexos en todas partes, no se queden solo con las putas). Algunos tratan de dignificar su oficio diciendo que lo suyo ha ascendido a un nivel superior, y se ha convertido en una profesión o en un arte, tanto las putas como los vendedores de pólizas de hogar.
Pues no, la escritura tampoco es un arte, como podría ser el canto, la pintura, la escultura o la danza. Por supuesto que todos los trabajos pueden realizarse con más o menos arte, y en algunos casos ese componente es fundamental (desde la esgrima hasta el psicoanálisis). En eso la escritura no es diferente. Pero pienso, y en eso difiero de muchos mitómanos de la escritura, que se puede escribir bien con oficio y sin arte, pero no hay manera de escribir algo más extenso que tres haikus con arte y sin oficio. Las musas ayudan mucho, pero no escriben libros (los editores estarían encantados al dejar de pagar derechos de autor). Los libros los escriben unos enfermos esquizoides que pertenecen a un gremio de masoquistas (no un colegio profesional, quita, quita) que reniegan siempre de su oficio, que dudan de sus capacidades, que se desesperan cuando no escriben, que sudan sangre cuando escriben, y que enrojecen si alguien les llama escritores. A todos ellos, por cierto, la peor pregunta que se les puede hacer es la que se les hace con más frecuencia: “¿Qué estás escribiendo ahora?”

12 comentarios:

Arcángel Mirón dijo...

Reitero: Amén.

Yo no sé qué cosa es el arte. O sí lo sé, pero es posible que mi certeza difiera de la tuya, porque el arte ajeno funciona por egoísmo, y el propio... ése sí que no sé.

Yo escribo. Punto.

Beatriz Montero dijo...

¿Esquizofrénico? ¿y por qué no me avisaron de esto antes? Ay, ay.

Siento decir maestro que difiero y mucho en eso de que la escritura no es un arte como lo es el canto, la pintura, la escultura o la danza.
De acuerdo en que se puede escribir con oficio y sin arte, y también se puede pintar, cantar, hacer danza o teatro con oficio y sin arte.
Y por cierto, ¿qué es arte? Quién determina lo que es arte, ¿los académicos, los compradores, los espectadores, los creadores, el mercado, el gusto de las potencias mundiales, el de la alta sociedad?

La escritura es un arte. El arte comienza con la elección de una determinada palabra unida a otra, de esa palabra y no otra, escogida no al azar sino tras masticarla, con la combinación de palabras al igual que un pintor utiliza los colores,unos colores y no otros, y los emplea en determinada perspectiva. Esa combinación y elección muy clara de las palabras es lo que hace que el significado intríseco deje de serlo para ser metafórico y eso le confiere belleza y por tanto arte a la escritura.

Y sirva como ejemplo de arte de la escritura una frase tuya del post anterior:
"Un clavo ardiente para tapar el vacío."

Y ya acabo con disculpas por tal parrafada, pero al leer eso de que la escritura no es arte me ha disparado el dedo en el teclado.

Hale, un beso con arte.

David dijo...

Estoy de acuerdo con casi todo lo que dices. Desde hace tiempo me pregunto por qué sucede esto con los escritores o con quienes pretenden serlo (si no es lo mismo). ¿De dónde viene el prejuicio de que, para escribir, uno debe ser un ente genial, estar hecho de una pasta distinta del resto de los mortales, tener "un don"?, ¿ha sido siempre así o es una herencia venenosa del Romanticismo? Yo intento aprender el oficio. Para vencer los obstáculos que mencionas y que voy conociendo, acudo a una definición muy simple y literal: escritor es la persona que escribe. Nada más. Es un pensamiento que suele aliviarme, aunque no siempre da resultado... Abrazos.

Anónimo dijo...

Simplemente, no es importante ser escritor, no le des más vueltas.
Besos

Javier Puche dijo...

Muy bien dicho, sí señor. Y quienes crean que por escribir son una suerte de iluminados, incurren en la estupidez.
Abrazos

Anónimo dijo...

Enrique,buenos días, conoces la obra de Oscar Alonso? Es un escritor vasco que escribe bastante bien, la noche de los puentes es su blog:http://oscaralonsoalvarez.blogspot.com/
Besos de buenos días

y qué más da... dijo...

Amigo Enrique, yo, como Bea, no estoy de acuerdo en que la escritura no sea un arte, o que sea un arte menor. El artista es el que ve al mundo lleno de grietas, de pinchazos que hay que reparar, y luego es capaz de "hacer arte" con esa visión. El arte, lo que quiera que sea el puñetero arte, está en la base del proceso. Yo he visto a aprendices de pintor copiar cuadros con un nivel de detalle impresionante, pero eso no era arte. Lo habría sido si después uno escupiera en el lienzo o le pusiera un cartel de "Se Vende" grapada en el centro. Así quizá sí. Arte+artesanía. Pero ¿Quién va a saber más esto que tú, querido Enrique?

Ruth dijo...

Completamente de acuerdo en todo.
Me encanta leer tus reflexiones sobre los escritores. Espero que haya una tercera parte.

Tiburcio Samsa dijo...

Si el escritor supiera realmente porqué escribe... A veces he pensado que un escritor escribe porque no sabe no escribir. ´

Lo fácil es ver la televisión, no sentarse delante de un ordenador y empezar a componer una historia. Cuuando hay algo en tus circuitos mentales que te quita de lo fácil y te fuerza a lo difícil es que o necesitas un psiquiatra o necesitas escribir. Tal vez escribamos para no tener que ir al psiquiatra más a menudo (Leopoldo Panero dixit, y si no lo dijo, seguro que lo pensó).

Un abrazo

Tiburcio

Mi vida en 20 kg. dijo...

A mi me parece que noes necesario el nombre no??? arte o no arte?? es qaue es solo lo que e siente...si va la emocion todo bien.

Fernando Alcalá dijo...

Me he sentido tan identificado con el último párrafo que creo que estoy enfermo. ¿Es grave, doctor?

Anónimo dijo...

hola soy MIla
Mis alumnistos están encantados de poder leer tu novela desde internet. Así no se tienen que comprar el libro. Ya ves y se ahorran la clase de lengua.
Enhorabuena por esta idea. Espero que te gusten sus comentarios.
Besitos.