La idea fue del Gangas, sí, sí, el hijoputa ese que trabajaba de conserje en Hermanos Miralles, el que decía que su abuela le iba a dejar una pasta en herencia, qué cabrón, si nos conocemos todos desde el orfanato; su abuela, no te jode, y una mierda, creo que sí, que se llamaba Álvaro, pero de eso no estoy muy seguro, porque por su nombre solo le llamaba el juez y el de la condicional, bueno, pues sí, pues ese, el Gangas, ese fue el que se empeñó en que le jodiéramos el andamio al Goyo, que era un cabrón, que se joda, pero eso fue hace muchos años, que la mitad no habíais nacido aún, ¿el Goyo con los maquis?, tú te pinchas, ¿no?, si el hijoputa era más franquista que Milans del Bosch, pues no te digo más que todos los primeros viernes de mes, después de comulgar en la parroquia de San Ginés, se pasaba por los sótanos de la DGS a comerle la polla al inspector Conesa, y yo no sé si sería porque la hostia se le atragantaba o porque quería ahorrarse las cuatro pesetas que costaba el chocolate con churros, pero te juro por mi madre, aunque no sé quién cojones es, que lo que te cuento es tan verdad como que yo me llamo Marcelo, que soy de Sanlúcar, y que nunca falté a mi difunta esposa, y si no que vengan aquí cuatro civiles y me rompan la almorrana a cipotazos, hostias, que además estaban allí Carlos, el carnicero de Vallecas, y el putón de Mila, esa que se ponía los hábitos de carmelita cuando se iba a hacer la calle, y cobraba el doble, la jodía, porque decía que sor Pilar le lavaba el coño con agua bendita.
(Pequeño homenaje a la novela "Mendigo", de Milagros García Guerrero)
15 comentarios:
Caray, qué verraco el muchacho. Vamos, digo yo.
¡Cago en sos! ¡Cuánta gente y lugares que me faltan por conocer...!
PD:¡ahi va, no! ¡Qué Goyos conocí muchos!
Parece que el agua bendita sobra por ellí ? jajaja...
Me quedo con Sanlúcar de Barrameda
principalmente por la manzanilla y los langostinos; por su música, en particular el flamenco ...y Olé!!!
Buscare la novela...
Vaya una cuadrilla, mamma mía! No sé... miedo me dan!
Ay,qué risa. Con tu permiso (si me lo das) voy a poner este texto de ejemplo a mis alumnos para que aprendan español! puedo?
Besos
Mita:
Puedes utilizar el texto en tus clases, claro que sí, pero me gustaría ver la cara que ponen tus alumnos cuando les expliques el significado de "cuatro civiles me rompan la almorrana a cipozatos". Ánimo.
Bueno Enrique...como defendemos nuestras pobres hemorroides!!!jaja
ajjaja, Enrique, es que te voy a censurar algunas cosas, eh?
No, no...lo grave va a ser hacer la traducción directa, porque eso en español suena como "de casa", pero en alemán suena, sobre todo lo del coño y el agua bendita como un disparate descomunal inadmisible. Pero lo voy a usar en el último año con estudiantes que ya han pasado al menos seis meses o un año en Espana (es obligatorio), y esos ya se hacen una idea de cómo somos.
Gracias, besos
"Al morrana" y "cipotazos" en alemán tiene que sonar fatal.
Gran pequeño homenaje, Enrique. Me ha gustado el tono del relato, que mantienes desde el principio hasta el coño con agua bendita.
De tan bruto que es este Marcelo, uno acaba cogiéndole (en el sentido de "coger" en España, no el "coger" argentino o mexicano) cierto cariño. No he podido evitar una carcajada con la explicación que inventa al por qué le comía la polla al inspector Conesa: por ahorrarse las cuatro pesetas del chocolate con churros.
No conozco la novela que homenajeas, pero orgullosa debe estar del homenaje.
Tampoco yo conozco la novela a la que te refieres, pero tu relato es lo suficientemente atractivo como para interesarse por ella.
Hola mi siempre recordado "ex profe." Te seré sincero, no he leído esa novela, pero sólo de leer tu post ya me reí un montón. Me gusta, ¡qué digo!, me encanta tu ironía y humor escribiendo. Saludos desde Madrid!
No me acostumbro a la ausencia de tus escritos. Escribe más a menudo, por favor. Un abrazo.
Luis.
Mila dijo:
Hola a todo/as los que habéis leído este post de Enrique. Soy la Mila que cobraba el doble por salir a hacer la calle vestida de carmelita y la misma que escribió esta novela que homenajea Enrique. Recuerdo muy bien cuándo escribió este cuento y cuándo lo leyó porque fue en un cumpleaños mío. Álvaro había pedido a todos mis amigos que escribieran un cuento relacionado con la novela que había escrito, cuyo protagonista era un mendigo llamado Goyo. Los cuentos de todos ellos fueron mi regalo de cumple y la finalidad era animarme a que sacara del cajón una novela que había escrito y que tenía allí durmiendo el sueño de los justos después de que me la rechazaran en unas cuantas editoriales. Los cuentos tuvieron el efecto de darme confianza de nuevo en ella y, efectivamennte, ese mismo año me dieron el Premio Narrativa Joven 2004 de la Universidad Complutense. Cuento todo esto porque sé que entre los lectores del blog de Enrique hay muchos escritores, para ver si esto que les cuento les puede servir de ayuda y darles un poquito de ánimo. También lo cuento para darle las gracias a Enrique por aquel empujón y por este homenaje. Le debo muchos empujoncitos a Enrique; cada vez que lo visito en su Dacha de Cáceres, me agita la cabeza y salgo removía, pero para bien. Muchos le conocéis personalmente y ya sabéis a qué me refiero y otros estáis leyendo sus comentarios publicados en este blog sobre este oficio de "masoquistas" y os podéis imaginar lo que significa tener a este hombre delante dándote caña para que escribas. Es inagotable, perspicaz y muy muy entusiasta. Así que, de nuevo, Enriquito muchas gracias.
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