Hay muchos escritores que afirman que escribir una novela es su forma de vivir otras vidas que les han sido negadas. Escribiendo pueden cambiar de sexo, nacionalidad, época histórica, profesión, fortuna… Algunos alumnos saben, ya desde la infancia, que han nacido para ser músicos, o deportistas, o científicos, o explorados. Es algo que muchos llaman vocación. Lo saben casi desde el primer momento, y mantienen sus preferencias durante toda su vida.
¿Y los escritores? ¿Saben los escritores que quieren ser escritores ya desde la infancia? Pues la mayoría no. La mayoría lo descubre con el tiempo. Y tal vez, sólo tal vez, lo que descubren es precisamente que les gustaría tener muchos oficios a lo largo de su vida. Ser médicos, astronautas, vagabundos, arquitectos, cantantes, políticos, soldados o hechiceros. Les gustaría vivir en muchos sitios, en mundos reales y en mundos fantásticos. Y eso nadie puede hacerlo. Sólo los escritores, cuando escriben, viven otras vidas, y con la misma intensidad, y a veces más, que las vidas reales.
LITERATURA
E

JULIO TORRI: Meditaciones críticas
Ahora imagina tu novela. Tu primera novela ya escrita, firmada por ti, terminada y publicada. ¿Cómo lo has hecho? ¿Has tardado mucho tiempo? Seguro que sí. Las cosas bien hechas necesitan tiempo. En el caso de una novela se puede tardar años. Es como proyectar, construir y decorar un edificio de diez o doce plantas, con todas sus viviendas, oficinas, ascensores, cañerías…
Por eso es importante que sepas que antes de escribir una novela, conviene hacer proyecto, un guión, un resumen, un índice de la novela. Así lo hacen todos los escritores. ¿Te imaginas que alguien construya un edificio sin hacer sobre papel un proyecto previo? ¿Acaso crees que se mantendría en pie? Pues del mismo modo que hay edificios que se derrumban por no estar bien calculados, también las novelas "se caen" (de puro malas) cuando no están bien diseñadas.
Escribe ahora el índice de tu próxima novela. Piensa que tiene que tener, al menos, diez o doce capítulos, y que en cada capítulo tiene que suceder algo: un viaje, un misterio sin resolver, una conversación reveladora, una persecución, un descubrimiento, un accidente, una escena de peligro o de suspense…
No se trata de que escribas la novela ahora, sino el guión: tres o cuatro líneas para cada capítulo. Piensa que puede estar escrita en primera persona, y que en ese caso tú eres el o la protagonista de la historia (real o irreal); o que la puedes escribir en tercera persona, y hacer que el protagonista sea… quien tú quieras.
3 comentarios:
Veo que la vena pedagógica no te abandona. Bendita sea.
Un abrazo.
Nice blog!
^_^
Deliciosa entrada, Enrique. No sabes lo a tiempo que me cae.
Un abrazo, maestro (...siempre).
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