A pesar del equilibrio necesario para poder decir "yo soy yo porque yo soy yo", todos necesitamos a los demás. Tenemos que saber qué les pasa, qué sienten, qué piensan. Y para eso tenemos que ponernos, figuradamente, en la piel del otro. Tenemos que cambiar de narrador.
Por ejemplo, en El secreto del lobo, su autor, Fernando Alonso, vuelve a contar el cuento de Caperucita Roja, pero desde la versión del lobo. En ella el lobo, que es vegetariano y tiene el pelaje rojo de tanto comer zanahorias, es ya un lobo viejo y sin dientes cuando conoce a Caperucita. Jamás se comió a los siete cabritillos, ni a los tres cerditos, y mucho menos a la abuela de Caperucita. Todo ha sido una invención de Caperucita para aprovecharse de él y dejarle en ridículo, así que antes de morir decide revelar su secreto. Lo malo es que casi nadie está interesado en conocerlo. Y eso es algo que pasa a diario en nuestro mundo. Oímos sólo lo que queremos oír, sólo lo que nos conviene.
EL LOBO ROJO

FERNANDO ALONSO: El secreto del lobo
Mírate a ti mismo como si fueras otro. Imagina que por un momento dejas de ser Laura, o Daniel, y te conviertes en alguien que te observa desde fuera. Un observador que ve todo lo que tú ves y sabe hasta lo que piensas y sientes en cada momento. Un narrador omnisciente, vaya.
Y ahora haz que ese otro (el narrador omnisciente en tercera persona) escriba una página de tu diario personal desde ese punto de vista. Ya no puedes escribir: "Ayer me levanté con una sed terrible. Soñé que estaba perdido en el Sahara y que mi lengua se convertía en arena. Mi madre me preguntó…". Sino algo más parecido a esto: "Miguel (o Inés, o Sandra, o Julián, cualquiera que sea tu nombre) se despertó el miércoles con una sed terrible. Había estado soñando que se perdía en el Sahara y que su lengua se convertía en arena. Su madre le preguntó..."
Escribe de ti como si otro lo estuviera haciendo y cuenta lo que ha sucedido durante un día concreto de la semana pasada. No tiene por qué ser algo espectacular, sino concreto y verdadero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario