martes, 1 de febrero de 2011

El renacimiento en el arte de contar cuentos (CLIJ-1)

El renacimiento en el arte de contar cuentos

Anda, cuéntame un cuento, nos pide el niño y la niña al irse a la cama. Contar cuentos pertenece al territorio mágico de la infancia, pero también es una de las actividades que desencadenan con mayor intensidad la creatividad, la imaginación, la comunicación, la interculturalidad y la solidaridad.

Los cuentos también invaden nuestra vida diaria. Están en todas partes. Y consiguen hacernos ver la vida desde otra perspectiva: más mágica, más soportable, más bella. Unos cuentan cuentos como animación a la lectura, otros para reforzar los contenidos transversales en el aula, para pedir un aumento de sueldo, para conseguir un préstamo, o para enamorar a la futura pareja. Lo cierto es que sin cuentos no podemos vivir.

Anda, cuéntame un cuento. Pues verás, esta es la historia de un gato que tenía los pies de trapo y la barriguita al revés. ¿Quieres que te lo cuente otra vez? Como un cuento de nunca acabar, así es este oficio de contar cuentos, un cuento en sí mismo con una vida circular que nunca se agota. Lucía, profesora de español en un liceo de París, comentaba que sus alumnos conseguían aprender el español más rápido que en otras clases. ¿Cómo lo consigues? Le preguntaron los otros profesores. Contando cuentos. Y es que siempre es más atractiva una historia fantástica que una historia real, común y anodina. Existen otras muchas personas que hacen uso de la herramienta de cuentacuentos en sus trabajos: abogados, sindicalistas, mediadores sociales, enfermeras. La lista podría ser infinita.

Ya fue dicho en “Los secretos del cuentacuentos” (Beatriz Montero, Ed. CCS, Madrid, 2011), que el arte de contar cuentos es un árbol gigantesco anclado en raíces milenarias. Un árbol cuyo perímetro aumenta cada día con las palabras nutritivas de los narradores. Un árbol robusto que se mantiene firme ante las nuevas tecnologías que lo rodean. Y el cuentacuentos es esa voz que se enreda en el alma, de cuya boca salen palabras que se convierten en lazarillos que nos conducen a tierras hermosas llenas de fantasía. ¿Puede haber algo más poderoso que la voz que se mantiene viva en la memoria durante siglos?

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Primera parte del artículo publicado en la revista CLIJ nº 239, enero-febrero 2011, reproducido aquí con autorización de sus editores y autores. ver artículo completo aquí: ¿Qué es la Red Internacional de Cuentacuentos?"

1 comentario:

Loli Pérez dijo...

Enrique, la magia de los cuentos es algo que traspasa la barrera del tiempo.

Saludos
L;)