domingo, 16 de mayo de 2010
Mala muerte
Andrea llenó la bañera hasta más de la mitad con agua caliente, pero sin llegar a quemar. Vertió en el agua lo que quedaba de la bolsa de bolitas de espuma de lavanda. Enchufó la radio y sintonizó Kiss FM. Una antigua canción de Tom Jones comenzó a sonar con fuerza. Cerró la puerta, se desnudó y se sumergió en el agua. La última sensación, al menos, sería de felicidad. Cerró los ojos e intentó relajar todos sus músculos. No lo consiguió, porque cada vez que dejaba la mente en blanco le venía a la cabeza la imagen de Rubén besando a Nuria junto al parking del Morocco. Después de unos minutos abrió los ojos, estiró el brazo fuera del agua y alcanzó el cúter. Lo abrió, palpó el filo con la yema del pulgar, y comprobó que estaba afilado. Sujetó el cúter con la mano derecha, lo hundió en el agua, y se hizo un corte profundo en la muñeca izquierda. Apenas le dolió. Luego cambió el cúter de mano, y se rajó la muñeca derecha. El agua se empezó a teñir de rojo alrededor de las muñecas, formando una nube roja alrededor de la cintura. Dejó caer el cúter dentro del agua y cerró los ojos. En la radio empezó a sonar "Bulería", de David Bisbal. Andrea abrió los ojos asustada. "No me puedo morir escuchando una horterada", pensó. Sacó el brazo derecho ensangrentado fuera del agua, cogió el transistor y lo hundió en el agua cuidando de no desenchufarlo. No le dio tiempo ni a desangrarse.
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9 comentarios:
macabro y aun asi real, mucha gente utiliza este metodo de suicidio, la pregunta que queda en el aire es porque se toma una decision de esta indole?
www.alfredocoellop.blogspot.com
¿Por lo de Bisbal?
Por Bisbal uno se suicida como sea.
Buf por dios... la verdad es que morir por Bisbal... eso si que es triste :)
Besicos
Perdona, pero en Kiss FM no ponen "Bulería". Vamos, por ser picajosa, na más.
Genial.
Sólo una observación: en tus últimos relatos noto un tono sombrío. ¿Es sólo impresión mía?
Andrea y yo habríamos hecho exactamente lo mismo ante la misma canción. Lo que ocurre es que, probablemente, esa canción sea la que acabe matándome.
De cirrosis.
Muy simple: cada vez que suena en los altavoces un sábado por la noche, corro a la barra a pedirme otra copa. La necesito para poder superarla.
¡¡¡Pero mira que llegas a ser macabro!!! ya podías buscar otra canción ¿no?
Terribleeeeeeeee, cuando uno tiene el enredo en los muslos y el lío se sube a la cabeza hasta una canción hueca le puede llenar a uno de desesperanza. Me gustó mucho este blog. Cuento desde el 1990, ojalá podamos intercambiar narraciones, le invito cordialmente a http://halocubano.blogspot.com
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