jueves, 26 de febrero de 2009

Tanteos con la muerte (01)

Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Percuntia tempora fati conqueror, in uentos inpendo uota fretumque; ne retine dubium cupientis ire per acquor; si bene nota mihi est, ad Caesaris arma iuuentus naufragio uenisse uolet. lam uoce doloris utendum est: non ex acquo diuisimus orbem; Epirum Caesarque tenet totusque senatus, Ausoniam tu solus habes». His terque quaterque uocibus excitum postquam cessare uidebat, dum se desse deis ac non sibi numina credit, sponte per incautas audet temptare latebras quod iussi timucre fretum, temeraria prono expertus cessisse deo, fluctusque ucrendos classibus exigua sperat superare carina.

12 comentarios:

Enrique Páez dijo...

Vale, te hago caso y lo corrijo. Gracias, futuro editor.

Ruth dijo...

Me has dejado de piedra. No sé qué me ha impresionado más, si la vara por la nariz, el empujón por el balcón o lo del ahogamiento en la cazuela de chocolate. Un texto corto con más de un clímax, eres un maestro.

Beatriz Montero dijo...

Nunca imaginé diciendo que la niña del exorcista, o Chucky: el muñeco diabólico eran unos angelitos comparados con este diablillo cabroncete de cuatro añitos. ¡Madre mía! Espero que los fantasmas no existan.

Anónimo dijo...

No sabe una si reírse,asustarse,alarmarse o angustiarse con niños como Alvarito...¿o con todos los niños en general? En todo caso,unos minutos estupendos leyendo algo diferente...gracias...ah...me recuerda a las muertes ridículas,pero muertes,con que empezaba aquella serie tan buena,"Dos metros bajo tierra".
Saludos de Aurora Boreal
Saludos........Aurora Boreal

Edurne dijo...

Adiós, qué fuerte has empezado, Enrique!
Este Alvarito me ha dejado petrificada y conun susto en el cuerpo...
Esta mañana estaba yo mirando desde la ventana de mi clase, ala hora del recreo de los peques, y veía uno así, tipo Alvarito, repartiendo estopa a diestro y siniestro pero con unas formas de Al Capone que vamos, se me ha quedado en chocolate helado (menos mal que no era una olla, que sino, me ahogo ahí mismo!)y me he puesto a cavilar...
Y mira por dónde, vas y apareces tú con un relato como éste!
Abrazoskis!

David dijo...

Muy bueno, Enrique. Es verdad, hay que tener cuidado con lo que se les da a los niños, que luego van creciendo con apetitos desproporcionados. Saludos!

Anónimo dijo...

El final del cuento está en "Subete aquí, que te hago sitio, y mira hacia abajo".

Ritos de escritura me gustó, Escribir o morir, el tema, me parece muy manido, el tema. En cualquier caso, suerte.

Juan Negro, Investigador Privado

Belén dijo...

Qué pequeño cabroncete...je je je

Besicos

Anónimo dijo...

Madredelamorhermoso! Empezamos fuertecito, eh? El entierro de la sardina te ha dejado las entrañas iracundas???

Mola... te seguiremos, como siempre.
Besotes

Raúl dijo...

Buenisimo, Enrique.

leo dijo...

Pa habennos matao.
Una muerte dulce, la del chocolate.
Abrazos.

Ana dijo...

Miedo me das con este cambio tan gore...pero lo has bordao, como siempre. ;-)