martes, 21 de octubre de 2008

Lidia41

Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Prima duces iunetis uidit consistere castris tellus, quam uolucer Genusus, quam mollior Hapsus circumeunt ripis. Hapso gestare carinas causa palus, leni quam fallens egerit unda; at Genusum nune sole niues nunc imbre solutae praecipitant; neuter longo se gurgite lassat, sed minimum terrae uicino litore nouit.

16 comentarios:

josef dijo...

Vaya palo lo de Héctor. ahora lo del perro ciego si es una recompensa. Los perros son fundamentales en tu novela. Y para mal, los lobos...En resumen los cánidos. sigues? Adelante.

Beatriz Montero dijo...

Esto es HORRIBLE.

Se me encogió el corazón con la muerte de Héctor. Se acabó la esperanza del encuentro con él a la orilla del mar.

¿No hay piedad en este libro?

Anónimo dijo...

Una escena dramática donde las haya. ¿Le sonreirá alguna vez la fortuna a nuestra heroina? Creo que ya ha sufrido lo insufrible.

Arcángel Mirón dijo...

Yo pregunto: ¿odiás mucho a alguien, y te la agarrás con esta gente, como un dios vengativo?

:)

Pobre Lidia.

Yo sabía que el perro era muy perro. Yo sabía.

:)

Aurora Páez dijo...

¡¡¡OHMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMM!!!

Edurne dijo...

Yo ya estoy con el corazón "encogío" desde esta mañana!
No puede ser, Héctro muerto, y así...!
Miedo me da pensar en la madre... miedo, tengo mieeeedooooo!
Pero bueno, este perrillo les va sacar del apuro, seguro, que la intuición de los canes es de las de fiarse totalmente... aunque esté ciego total!
La verdad, está siendo muy dura la historia, muy dura, así que espero (y deseo) que el final sea de los buenos, de los de " y fueron felices y comieron perdices"!

Ruth dijo...

Pues a mí ya me tienes tan acongojada que sé que, si llega a ser un libro escrito en papel, lo hubiera devuelto a la estantería pero ya mismito. Vamos, que no lo dejo porque va en dosis pequeñas muy manejables, pero me tienes hecha polvo.

Haldar dijo...

Ya, te pasas! mira que matar a Hector! Es demasiado. Lo que falta es que encuentren a la madre muerta, ya que visjaba en la misma caravana que Hector. Esto es como un cuento infantil para masoquistas. Que mas le puede pasar a esta gente? Que al padre se le caiga el brazo? Que se muera y se queden los chicos solos? Cualquier cosa que se me ocurra podria ser posible. Es una mezcla de dolor, tristeza y rabia.

Diego Flannery dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Diego Flannery dijo...

Las promesas se vuelven en contra, cuando solo la sustentamos con la esperanza. A seguir viviendo y luchando...minuto a minuto, lo demás queda en el camino. Bien por Feliciano, tenía un plan B, para seguir adelante, así da gusto un nuevo mosquetero de cuatro patas.

La Maga dijo...

¡¡¡HÉEEEEEEEEEEEEEEEECTOR!!!

Tremendo Enrique. Recapitulo todo lo que ha vivido Lidia desde la primera entrega y no hay cuerpo que lo resista: fantasma de su hermano gemelo muerto, madre desaparecida, pérdida del hogar, fuego abrasador, ratas y lobos hambrientos, un tornado, padre manco... ¿Me dejo algo? Sí, se me olvidaba, además tuvo su primera regla. Ni los programas de la Quintama dan tanto de si. A ver como arreglas tanto contratiempo que nos tienes en un vilo.

Meiga Luz dijo...

Ay por favor, qué tristeza :(
Pobre Lidia, esta cría ha pasado más desgracias en lo que va de novela de las que pasa cualquiera en toda una vida. Por dios, Enrique, un poco de compasión con esta familia. No nos mates a más personajes o nos va a dar algo a todos tus lectores, de verdad. Empieza a ser un poco demasiado tanto drama.

Más te vale que tenga un buen final, que si no...

Mi vida en 20 kg. dijo...

Enrique !!! que crueldad mas grande...esta gente no tiene descanso...ahora Hector....no quiero pensar lo peor para la madre, pero en vista de los acontecimientos no quedara uno vivo...

Anónimo dijo...

Pobre chica, qué pena. La pérdida del primer amor siempre es dura, pero en este caso más aún.

Llevaba toda la novela convencida de que encontrarían a su madre y a Hector, ahora todo es posible... (también que les pase algo bueno para variar).

¿Tardarán mucho en pasar el campo de minas? Hace ya algún día que no comen nada.

Bueno, sigue que estamos en ascuas.

Carmen Cuevas

Anónimo dijo...

Creo que quien necesita ayuda es nuestro amigo escritor :) esto será un experimento? y nosotros los conejillos de indias? no se, digo yo...

Anónimo dijo...

Enrique el libro de Abdel es una histori que a pasado???