Lo tenía que decir así, tal cual, sin pretender ser políticamente correcto (y que me perdonen Marcelito, José, Carmen, Concha, Almodóvar y Antonio Gala, pero la cosa no va con ellos).
¿Puede una compañía de telefonía móvil dar por culo?
Oh, sí, claro que puede.
Movistar lo hace. Y estoy casi seguro que Orange, Vodafone, y el resto de mafias también lo hacen. Pero a mí quien me da por culo es Movistar (con las otras no lo he probado, ya tengo el bote de vaselina agonizando).
¿Y cómo, cómo? Por dios.
Fácil.
Con miles de anuncios no solicitados (“Cómprese un tanga en Carrefour”, “Una desconocida se está haciendo un dedo pensando en ti, ¿quieres saber quién es? Mándanos un SMS a Sexfake 69”, “Apúntate a la oferta de llamadas desde Pekín”). Juro que me costó mucho más esfuerzo pedir que me borraran de las bases de datos de publicidad de Movistar, que los cursos de Lingüística de texto y Hermenéutica hegeliana en el doctorado. Sin comparación.
Pero la cosa no se queda ahí. Nunca se queda ahí. Movistar y sus creativos nunca descansan: siempre encuentran un modo sutil, o no tan sutil, de dar por culo.
Y en este caso de sutil, nada.
Ayer quise llamar a las 6 de la tarde a Basilio, a su móvil. Pero no me contestó. Quizá estaba en el cine. O follando. A mí me da lo mismo. Simplemente él no estaba, y decidí que ya le llamaría más tarde, o que, probablemente, cuando Basilio pudiera y quisiera, vería una llamada perdida mía en su móvil y me devolvería la llamada. Así de fácil.
A veces la vida parece fácil.
Pero Movistar consigue que no lo sea.
Para eso están.
A la una y veinte de la madrugada, sonó mi móvil con el inequívoco sonido de un mensaje recibido. Tengo el sueño ligero, así que desperté con un calambre. Me temí lo peor: mi madre ha muerto, Pablo está en comisaría, Belén se ha suicidado, le han dado el Planeta a Lucía Etxevarría. En fin, los terrones nocturnos de cada cual.
Pero no era nada de eso.
El mensaje, que abrí con los dedos temblorosos, decía (a la una y veinte de la madrugada): “AVISAME MOVISTAR 606.XXX.134 sigue sin estar disponible, 1:18. Por favor, inténtelo de nuevo más tarde. [01:18:54 AM] ***Fin***”
¿A qué hijo de la gran puta de Movistar se le ocurrió enviarme un mensaje en mitad de la noche para decirme que Basilio no tenía el teléfono disponible todavía? ¿De qué cojones me sirve saber a la una y media de la noche, en mitad del sueño, que no puedo aún llamar a Basilio?
Es lo más absurdo del mundo. No me avisan de que puedo llamar. No. Me avisan de que aunque quisiera llamar a Basilio en mitad de la noche (cosa que no quiero, desde luego), además, no puedo hacerlo. Y para eso me despiertan. Con dos cojones. Hay que ser muy hijo de puta para hacer eso.
A eso le llamo yo dar por culo.
Es evidente que lo hace una máquina, que ha sido programada por un descerebrado, y el programa aprobado por un supervisor hijo de puta, para mayor ganancia y abundancia de dinero de los sátrapas propietarios de Movistar.
Ojalá les salga un cáncer en los huevos. Ojalá un grillo inmortal les haga nido en el oído y les taladre el tímpano cada noche. Ojalá se les enquiste la batería del móvil en el ojo del culo (una de uranio, una que contamine y dure mil años) y les dé calambres intermitentes cada vez que suene un móvil de Movistar. A ellos y a todos sus descendientes.
No soy cristiano, así que no hay perdón: Que les corten todos los dedos, los veinte, despacito, uno a uno, con un cuchillo con poco filo, mellado y oxidado.
9 comentarios:
Pues me da a mi que estás un poco cabreado. Si entiendes el gaditano profundo y quieres oír una venganza contra una de las telefonías pon annare en el youtube.
Bienvenido de nuevo al mundo de la alta tecnología.
Es curioso que este país esté secuestrado por las empresas de telefonía (todas!!!), que nos roben pero nosotros seamos los morosos. Que el Estado esté contra los ciudadanos y los mediocres legisladores que escogemos aplaudan a los ladrones que nunca irán a la cárcel.
Soy profesor de Escritura Creativa, y tengo ganas de escribir una historia sobre ellos.
¿Quién es Basilio?
Basilio es un astrofísico santanderino que trabaja en Canarias, y a pesar de ello buena gente.
¿a pesar de ello buena gente?
¿eso es por ser santanderino, por astrofísico o por trabajar en Canarias? Me asaltan las dudas. Ni siquiera estoy muy seguro de ser buena gente. Feliz sí, como un tonto con un palote. Pero es que he tenido suerte en la vida. Entre las cosas buenas que me han pasado están haber conocido a gente como Enrique. Y haber perdido el puto móvil hace una semana. La verdad es que lo hecho tan poco de menos que no he ido a comprarme otro aún. Pero claro luego te llamán y estás no disponible. Lo siento.
Luego te llamo
Un abrazo
Basilio
Ejem, no es por ahondar en la herida y en los terrores nocturnos, pero... a Lucía Etxebarria ya le dieron el Planeta, me temo. Duerme tranquilo, ya pasó.
¿No fue un mal sueño?
Me lo temía...
Solo falta que nos haga una crónica de sus embarazos.
Leo esta entrada y tengo que volver a mirar el título del blog ¿Seguro que no lo he escrito yo? Además de que me ha pasado lo mismo (mi Basilio es otro, eso sí), me siento tan identificado con tu cabreo. Hace tiempo que yo no me desahogo como has hecho tú, ¡qué envidia!
Me ha encantado leer la entrada; pero lo mejor, lo que más gracia me ha hecho, ha sido ver que Basilio te respondía aquí en el blog.
Ajá, ¿así que tú también eres miembro del club de los enculados por Movistar, eh?
Ya me parecía a mí que no podía ser yo el único.
Échale un vistazo a mi entradilla: "Para acabar de una vez por todas con esos dichosos telefonillos"
Un saludo.
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