sábado, 19 de julio de 2008

A favor de las lenguas minoritarias

Desde hace unos días circula un manifiesto sospechoso (UPyD y El Mundo están detrás) en defensa del castellano, que según dicen está amenazado por el euskera, el catalán y el gallego. Dicen que el castellano está siendo hostigado, arrinconado, censurado y ninguneado. Que, como nos descuidemos, va a desaparecer. La verdad, yo que he nacido en Madrid, y he vivido en Cataluña y en Euskadi, y que estoy licenciado en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid, nunca he visto la amenaza por ninguna parte. Ni siquiera cuando estoy en Bilbao, en Barcelona, o en Santiago de Compostela. Los argumentos apocalípticos esgrimidos y que aseguran que el castellano está en peligro son muy parecidos a los que utilizaba Franco para hacer exactamente lo mismo que ahora estos iluminados piden que se haga: tratar de acallar el euskera, el catalán y el gallego.
Los filólogos amamos las lenguas. Todas las lenguas: las grandes y las pequeñas, las vivas y las muertas, las que crecen y las que se extinguen. El gallego, el euskera y el catalán son grandes tesoros culturales de España, y hay que protegerlos y sustentarlos (sobre todo cuando han sido perseguidos y censurados por el fascismo franquista durante 40 años). Defenderé con uñas y dientes esas lenguas como si fueran mías. Porque, aunque yo no las hable, las considero mías. Son mías. Pertenecen a mi herencia cultural, son una parte hermosísima de nuestra cultura.
El castellano no está en peligro. No seamos ridículos. Es el idioma que más crece en el mundo, el tercero en extensión entre los miles de idiomas existentes en nuestro planeta (que sí que están en peligro).
No hay lengua en el mundo que ame tanto como al castellano. A fin de cuentas soy castellano, soy escritor de profesión, y escribo con infinito placer en castellano. No me siento amenazado. El reduccionismo lingüístico es fascista. El tratar de eliminar a las minorías es fascista. El no aceptar otras lenguas es fascista. El pretender imponer la lengua oficial de un país sobre las lenguas minoritarias es fascista. Lo dice un filólogo castellano que ve cómo algunos fascistas usan la lengua castellana para someter a los que siempre fueron minoría.
Que Arcadi Espada lo apoye no me provoca confianza alguna, porque he podido leer una buena sarta de mentiras retrógradas firmadas por él. Acerca de las posturas políticas de Vargas Llosa, ni hablemos (qué pena que un escritor tan grande se autodegrade con apoyos a todo tipo de propuestas derechosas). Qué lástima que Savater y Boadella, buenos antifranquistas en su momento, se hayan pasado al enemigo. Qué falta de memoria histórica. Qué vejez tan mal llevada.
La verdad es que a mí no me molesta que en un cartel de carretera ponga Lleida en lugar de Lérida, ni que ponga Bilbo en lugar de Bilbao. Y tampoco me molesta oír a los gallegos o a los catalanes hablar en su lengua por la calle, en los comercios, en las casa y en los bares. Y que en los colegios den clase en catalán, y en euskera, y en gallego. No hay peligro. Todos ellos, sin excepción, ven muchos más programas emitidos en castellano en TVE, Antena 3, Telecinco, la Cuatro y la Sexta, que en todas las cadenas autonómicas juntas. Los periódicos, revistas y libros que se editan y se venden en castellano dentro de Cataluña, Euskadi y Galicia son diez veces más numerosos en cantidad y ejemplares que los que se editan y venden en las lenguas minoritarias dentro de esos mismos territorios. ¿A qué viene tanto miedo? ¿Por qué a la derecha reaccionaria le sigue dando miedo la diferencia, la cultura minoritaria, los rasgos de identidad diferenciales, la multiculturalidad? ¿Pretenden poner en práctica la neolengua mínima orweliana de 1984?

18 comentarios:

Anónimo dijo...

Un gran argumento de peso, sí señor: si ‘El Mundo’ y el partido de Rosa Díez apoyan el manifiesto, entonces es que no tienen razón. Son enemigos, según tú. Qué digo, peor aún son fascistas. Qué bien, te felicito por tu independencia de criterio.

Beatriz Montero dijo...

El miedo a la aceptación de ota lengua demuestra que el lenguaje es un arma poderosa.
Aprendamos euskeda, catalán, gallego, portugués, árabe igual que se estudia el inglés.

Ruth dijo...

Que alguien que no sea catalán, gallego o vasco argumente como tú en defensa de las lenguas minoritarias me da esperanza. Cuándo se dará cuenta la gente de que el pequeño nunca se come al grande, de que un niño, por más que haya nacido de padres euskaldunes en un pueblo euskaldun, se pasa más de la mitad de su día oyendo, leyendo y hablando castellano porque es la lengua fuerte. Que no corre peligro, leñe, que hay que ser bruto, cegato, mentiroso y tener muy mala leche.
Me ha encantado lo que has dicho de que esas lenguas son tuyas también. Exacto. ¿O acaso el castellano sería lo que es hoy sin ellas? Son de todos.
Yo incluso iría más allá y pediría a Educación que se diera la oportunidad de estudiar cualquier idioma cooficial en cualquier punto de España, igual que se oferta el francés o el alemán. Así nos llevaríamos mejor.

Tiburcio Samsa dijo...

Yo creo que los idiomas son fenomenos naturales. Estan hechos para comunicarse y, cuando no hay politicos metomentodos mareando, la gente recurre a lo que les resulta mas comodo y mas practico.

El lado negativo es que muchas veces ese mas comodo y mas practico se traduce en la perdida de las lenguas minoritarias. Si eres aymara del altiplano boliviano y te trasladas a La Paz, tu y tus hijos tendreis mas oportunidades si perdeis vuestro aymara y os castellanizais.

En Bolivia vi como un idioma puede desaparecer en muy pocas generaciones. La abuela de Juana solo hablaba aymara y no entendia el espanol. Su madre entendia el espanol, pero no lo hablaba. Juana era perfectamente bilingue. Sus sobrinos (Juana no tenia hijos) entendian el aymara, pero no lo empleaban. Admito apuestas sobre lo que ocurrira con los hijos de los sobrinos de Juana.

Vintage dijo...

GRACIAS, GRACIES, GRACIAS, ESKERRIK ASKO

Con lo bonito q es saber idiomas XDDDDDDDD

Haldar dijo...

hablando de lenguas, les cuento algo interesante de esta isla llamada Jamaica. Supuestamente el idioma oficial es el Ingles, pero la poblacion habla en su diaro vivir el Patois, que es una mezcla del ingles con palabras africanas y asi susevamente. El patois jamaiquino no tiene una gramatica, simplemente la gente lo aprende y ya. Incluso, mucha gente del pueblo, de las clases bajas, solo hablan patois y no ingles. Pero el estado se empeña en relagar al patois como una lengua hablada por la gente inculta. La gente "estudiada" y de las clases poderosas se rehusan a darle al patois el lugar que se merece. Ellos dicen que no hablan patois, pero solo basta verlos en la calle, discutiendo, o en el supermercado, o chismeando con las amigas, lo hacen en patois, no en ingles. Incluso alguien esta presenteando un proyecto de traducir la biblia al patois, y el primer opositor ha sido el mismo gobierno. Era solo una anecdota.

Belén dijo...

Puedo adoptar lo que tu dices palabra por palabra?

Muchas gracias pro la felicitacion eh?

Besicos

Anónimo dijo...

Tienes razón en todo, claro.
A mí esta discusión me parece cuando la leo desde tan lejos simplemnente ridícula.Las universidades europeas viven un boom de la lengua castellana,no damos para más, las clases están repletas.
Lo que tienen que hacer es dar a conocer mínimamente en las escuelas españolas todas las lenguas del país. Supongo que así a algunos se les despertará el interés.
Vamos, que leo tu artículo y no me puedo creer que hayan dicho y defendido semejante tontería.
Pero una evidencia para ellos puede ser que con el paso del tiempo, el conocimiento de los niños gallegos, catalanes y vascos del castellano sea penoso. Ese es un problema con el que se van a tener que enfrentar tarde o temprano.
Besos

Edurne dijo...

Eskerrik asko por lo que me toca.
Soy bilingüe y enseñante en mi idioma, el Euskera. También doy lengua Castellana como asignatura, pero el resto de materias las estudian nuestros niños en Euskera.
El Castellano en peligro? Para nada! Si no hay más que aguzar un poquito el oído en el recreo, en los pasillos y escuchar... Castellano puro y duro!
Intentar recuperar lenguas que han estado relegadas, postergadas al ostracismo, identificadas con todo aquello que al gobernante de turno no le interesba... no creo yo que sea pecado! Lenguas, por otro lado antiquísimas, algunas de origen desconocido...
En mi familia existe una generación perdida, la de mis padres. Después de la guerra, el miedo y las represalias fueron tales que mis abuelos decidieron "callar". Yo aprendí con mi aitite (abuelo) a escondidas. Era un juego apasionante, tanto para él como para mí porque estabámos haciendo algo prohibído. Jamás entendí el porqué... Pero sí me quedó (nos quedó) el orgullo de que yo, la nieta mayor fuí la primera en recuperar el tesoro que nos habían arrebatado...
Cuando me alfabeticé y más tarde me presenté a las primeras oposiciones de Magisterio en Euskera sentí como un alivio interno, un estar resarciendo a tanta gente...
En fin, adoro las lenguas, todas.... y si pudiera las aprendería todas toditas todas. Enriquecimiento al cien por cien!
Y escribo en castellano, me gusta el castellano... por qué iba a rechazarlo si también forma parte de mí, de mi cultura, si también va en mis genes?
Cómo puede haber gente tan obtusa que se preste a semejantes afirmaciones, apoyos absurdos y tejemanejes de interes políticos de algunas mentes retorcidas...?
Mi no comprender!
Reitero las gracias por tu aporte y tu apoyo, por tu lógica tan lógica, en una palabra!
Muxutxuak!

El insomne parlante dijo...

Antes que nada; Enrique, muchas gracias por pasarte por mi blog y dejar tu comentario en él. Sin duda te haré caso. Sería un estúpido o un cretino si desatendiese ese comentario de la mano del autor de un libro del que he aprendido tanto (y lo que queda). Así que me pondré a rescribir el relato y a ver qué soy capaz de sacar de él. En realidad, en el blog simplemente dejo los primeros esbozos, la reescritura (que es lo que en realidad me quita el sueño), la voy almacenando en el disco duro de mi ordenador, y la voy revisando de vez en cuando.

Aprovecho –ya que estamos- para dejar un comentario en este último post tuyo. Perdonar por la extensión, pero es que se trata de un tema que me pone... ;-)

Soy catalán de nacimiento y de convicción. Soy aspirante a escritor y escribo en catalán y en castellano. Reconozco que en castellano me resulta más fácil ya que viví 12 años de dictadura y no se me enseñó el catalán jamás; hablaba en catalán con mi madre y algunos amigos, pero estudiaba en castellano, me educaba en castellano y crecía en castellano siendo un auténtico analfabeto en el catalán, idioma del que leía poco (no existían traducciones de clásicos, ni ná de ná) y en el que no era capaz de escribir nada.

Con 37 años me di cuenta de que tenía dos hijos con los que hablaba en catalán y que estaban empezando a estudiarlo, a leerlo y a escribirlo. Fue entonces cuando me uní a ellos y lo aprendí también. La vergüenza para España no es que el castellano esté en un peligro irreal (ya que como bien dice Edurne, no hay más que escuchar a los crios hablando en los patios de los colegios), la vergüenza es que el fascismo haya creado a seres ignorantes en su propia lengua. Lengua, por otra parte, tan española como el castellano, como el gallego, como el euskera, etc, y que forman parte, todas, del patrimonio cultural nacional aunque algunos, en un acto de acto claro de nacionalismo español, pero tan nacionalista como el resto de nacionalismos que tanto critican, estén dispuestos a dinamitarlo.

Mi abuelo murió en una celda de Franco por hablar el catalán en una Catalunya prohibida. Yo fui arrestado durante un mes en un calabozo de Madrid por hablar el catalán con compañeros catalanes durante mi servicio militar en el Cuartel General de Cibeles, y hablo de hace relativamente poco, del 1984. A decir verdad es el único mal recuerdo que guardo de Madrid; el de un teniente gilipollas y el de un cura que vino a verme al calabozo para tratar de quitarme al demonio catalán que llevaba (y llevo ;-) dentro (la madre que los parió)Esto, aunque parezca inverosímil... os aseguro que es real. Por el resto, mi relación con madrileños fue tan grata, que aún sigo enamorado de la ciudad y de su gente. Sólo espero que con esos aires de rancio que nos vienen últimamente, mis hijos, no tengan que verse encerrados jamás, todo y que en el calabozo me lo pasé teta ;-)

Pese a todo, amo el castellano porque es el idioma que me ha transmitido mi padre, pero es que además, coincido con el resto de vosotros en que cualquier idioma es un enriquecimiento personal, y sólo soy capaz de entender tanta tontería desde un punto de vista de interés puramente político. Lo cierto, es que a nivel social, en Catalunya, castellano y catalán conviven sin ningún problema.

Enrique, gracias por un post tan obvio, pero por desgracia, tan necesario.

Juanjo Merapalabra dijo...

Pues yo diría que el castellano está en franco retroceso. No por la presencia de otros idiomas que no hacen sino enriquecerlo, sino por la simpleza de pensamiento de quienes creen defenderlo atacando otras lenguas. Cuanto más simple es un pensamiento menos palabras hacen falta para transmitirlo, menos sutil es la realidad a la que se refiere. Y el lenguaje configura el pensamiento, y si seguimos teniendo a estos defensores de la lengua tan pobres de argumentos no hará falta que venga otro idioma a matar el nuestro, ya se suicida solo.

Joseba M. dijo...

Querido Enrique,
se puede decir más alto, pero no más claro...
Como somero apunte, me atreveré a lanzar una pobre pregunta: ¿por qué son siempre los adalides de la unidad "patria" los que más se empeñan en dividir la misma "patria" con zarandajas tales?
Siempre metiendo miedo, ¡qué cruz!
Un placer siempre, don, y gracias por sus visitas. Me envanecen...

Bibiana Fernández Simajovich dijo...

Vamos a ver, sin ninguna duda no hay lengua mayoritaria que pueda estar en peligros en varias generaciones (Y si lo estuviera sería por necesidades de adaptación a nuevas formas de comunición perfectamente válidas)
Pero, en el ámbito escolar sí hay un peligro cuando una de las dos lenguas oficiales se toma como segunda y es el conocimiento mismo de esa lengua.
Se que no han sido mis padres los únicos que han tenido la mala experiencia de intentar que sus hijos aprendieran una segunda lengua en el colegio mismo no siendo éste bilingue. Lo único bueno es que finalmente se dieron cuenta de que debían enviarnos también a una academia para matar dos pájaros de un tiro: salvar la asignatura y aprender el idioma como corresponde (más tarde como profesora de inglés en EGB pude reconocer las razones de éste inconveniente pero daría para otro post)
Existe en el conocimiento-aprendizaje de las lenguas comunitarias otra variable que está en peligro; el sentido común. La política lenguística de ésta región es tan descerebradamente tendenciosa (ossea...) que perjudica explicitamente el conocimiento en gral. (también el castellano). Vaya tu hijo al colegio que vaya y con el modelo lenguístico que sea (El modelo A: todo en castellano está en extinción y tampoco veo mal que así sea) los críos y no tanto no controlan el castellano, el oral si... pero el escrito ¡Dios mío!y diariamente se me aparecen ejemplos a patadas, amén de que para entrar a un cargo público te dan más puntos el conocimiento de euskera que la experiencia y las titulaciones provocando que valiosos profesionales deban emigrar...¡Y hay que ser muy hijo de puta para mandar al exilio a tus propios compatriotas porque cojean de una pierna teniendo la otra perfectamente hábil!

David Urquiza dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
David Urquiza dijo...

Enrique Páez; lo que no has hecho tú, antes de criticar el manifiesto, es leer el manifiesto; o mientes conscientemente; una de dos (y ninguna es buena).

Rubén dijo...

Viajando por la red he dado casualmente con esta entrada. Permíteme indicarte que hablas un poco desde la ignorancia de los hechos, Enrique.

Como aspirante a ser funcionario docente en una comunidad con lengua cooficial como es Valencia, y obligado por lo tanto, a superar un requisito lingüístico y realizar un Curso de Capacitación Linguística (en valenciano, pero no en castellano, como si todo el mundo dominara el castellano por el simple hecho de haber cursado Bachiller...), puedo decirte que en algunos aspectos estás tremendamente equivocado, y quizás es porque desconoces la realidad.

La realidad es que en base a la Constitución y el Estatuto de la Comunidad Valenciana, se redactó una Ley de Uso y Enseñanza en Valenciano, cuya misión es "normalizar" el uso de la lengua valenciana para que recupere de nuevo su esplendor no solo en el ámbito literario, sino en el uso cotidiano y administrativo. Para llevar a buen término este, digamos, "proyecto", se han llevado numerosas actuaciones. Y en lo que respecta al ámbito educativo, estas actuaciones se resumen en la implantación de una serie de Programas de Educación, que son tres: Programa de Inmersión Lingüística (PIL), Programa de Incorporación Progresiva (PIP) y Programa de Educación en Valenciano (PEV). La elección de cada uno de ellos dependerá del centro (tipo de alumnado, si es zona castellanohablante o valencianohablante, etc.). Aun así puedo decirte que el programa que lleva a cabo una apuesta total por la lengua es el PEV. La implantación de un PEV puede suponer, perfectamente, que toda la docencia sea en valenciano, que toda la documentación oficial del centro vaya redactada en valenciano, y que rótulos, carteles, bibliografía, etc., sea todo en valenciano. De modo que en estos casos estaríamos asistiendo a una minorización del castellano, un incumplimiento de la cooficialidad, y por lo tanto, de la Constitución.

Este es un hecho que se da en Cataluña y Baleares, incluso fuera del ámbito educativo, donde toda la documentación oficial de la Administración va estrictamente en catalán, incumpliendo la Constitución por no respetar la cooficialidad. Afortunadamente eso en Valencia todavía no pasa, y encontramos en los textos administrativos las dos lenguas cooficiales. Luego tenemos casos como los de la Universidad de Valencia, donde va todo en valenciano, y la UPV, donde se cumple la cooficialidad. Politiqueo puro y duro, aunque solo los cooficiales demuestran ser demócratas y acatar la Constitución.[Cont.]

Rubén dijo...

Has hablado también de que no te importa que se rotule Lleida o Girona. Supongo que cuando dices eso estarás de acuerdo entonces en que la toponimia de una comarca histórica castellana que pertenece a Valencia, debería mantenerse en castellano, ¿no? Pues nada más lejos de la realidad: una de las actuaciones llevadas a cabo con tal de "normalizar", ha sido inventar un topónimo en catalán para algunas comarcas históricas castellanas. Tal es el caso de denominar Plana d'Utiel a la comarca histórica Requena-Utiel o Meseta de Requena-Utiel, haciendo uso de un topónimo importado del catalán, plana, para referirse a una comarca que además de llana no tiene nada. Y así aparece en los libros de texto, atlas, mapas, etc. de los colegios, de modo que nuestros niños están aprendiendo una verdad a partir de una mentira. O quizás, estarás de acuerdo con que en los medios de comunicación gallegos, catalanes, vascos, etc. se refieran a cualquier elemento geográfico castellano por su nombre en castellano, ¿no? Pues tampoco... en TV3, C9, etc., no escucharás otra cosa que Conca, en lugar de Cuenca, por ejemplo.

A pesar de tener cada vez una mayor aceptación y expansión por el mundo, te podría poner un gran número de ejemplos en España en los que el castellano está sufriendo un proceso de minorización, ejecutado precisamente por aquellos que tanto se llenan la boca de plurilingüismo, y que no tienen ningún problema en importar anglicismos e incorporarlos a su vocabulario, pero que mueven cielo y tierra para impedir el uso de palabras o expresiones derivadas del castellano (a las cuales, los catalantes y valencianos, por ejemplo, llaman barbarismes), siendo el castellano una lengua hermana que coexiste desde hace siglos (no así el inglés).

Y en este sentido, UPyD seguramente llevan parte de razón.

Un saludo.

Unknown dijo...

Grazas en Galego