viernes, 23 de mayo de 2008

Comentarios a comentarios

Esto de los ordenadores, el email, Internet y los blogs es un invento que parece haber sido diseñado a medida para los escritores. Puede que también lo utilice Hacienda, la CIA, Carrefour y los arquitectos, pero a mí me parece que lo suyo es hacer lo que yo hago: escribir. Claro que a los pajilleros les parecerá que todo esto más bien se inventó para poder ver fotos de tías en pelotas, y en movimiento, y con webcam. Aunque para eso les sobra casi todo el teclado: con un ratón y una sola tecla roja como el ojo de Polifemo que diga “SEX”, es suficiente. Aún me acuerdo de los trabajos escritos a mano en el Instituto (ojo con el margen, títulos en color), y de los trabajos escritos a máquina en la universidad (Underwood, Olivetti), con papel de calco para quedarme con una copia. El título del libro, tras el autor, va subrayado. No existían negritas, ni cursivas, ni fuentes, ni cuerpos de letra, ni tracking, ni justificados, ni alineación al centro ni a la derecha para los párrafos (excepto si tenías una paciencia de cojones).
Ahora es mucho mejor. Más fácil. Más rápido corregir. E imprimir. Y hacer copias. Y enviar por correo de modo instantáneo. Como el Nesquik.
Excepto si de pronto se te borra todo, y no has hecho copia.
Si, por ejemplo, llevas una hora escribiendo, terminas, lo envías por email, o en el blog, o en los comentarios del blog (no, no estabas escribiendo en Word para luego copiar-pegar, sino que lo hacías directamente en Outlook, o en el blogger, o en los comentarios abiertos) y de pronto crees que lo has enviado, pero no, y se te borra, y no, no está salvado.
No hay copias de seguridad.
No hay recuperación de documentos.
Lo has perdido.
Por torpe. Por no hacerlo en Word e ir salvando cada cinco minutos. Por no hacerlo bien. Idiota, mira que te lo habré dicho veces.
Aunque en ocasiones es un documento mucho más largo. O varios documentos. No has hecho un backup desde hace tres meses, y de pronto el ordenador hace plof. Se apaga, y no se enciende. No hay disquetes, ni cds con los datos salvados. La placa base y el disco duro se han quemado. En la tienda te dicen que no pueden recuperar nada. Todo perdido. Meses perdidos. Has perdido hasta las notas manuscritas que tenías por ahí, que ya no te servían porque las habías pasado a limpio. La has cagado.
La semana pasada a Chema le robaron el portátil en el Starbucks de Neptuno, en Madrid, a las puertas del Palace. Al camarero se le había olvidado llevarle sacarina, en lugar de azúcar, y se levantó de la mesa para acercarse hasta la barra y coger un sobre de sacarina. Dejó el portátil abierto sobre su mesa. Al regresar no estaba. Solo estaba el café, mudo y aún caliente. Se habían llevado el portátil y el trabajo de los cinco últimos meses. No, él no hacía back-ups más que de vez en cuando. Solo cuando tenía finalizado el trabajo, herencia de las fotocopias que se mandaban hacer solo cuando la novela estaba terminada. ¿Para qué antes?
Pues eso, que los comentarios a los comentarios se me han borrado. Plof. No están. Me acuerdo de ellos, claro, pero no es lo mismo. ¿Los vas a volver a escribir? Pues no, al menos no del mismo modo, ni en el mismo sitio. Os decía, resumiendo, que os mando muchos besos, y que gracias. Que sois estupendos/as. Que os quiero mucho. Ea. Pero es que dicho así no tiene tanta gracia, ya lo comprendo. No es lo mismo leer un libro a leer el resumen.
¿Y dónde estarán esas palabras? Si nadie las ha leído, más que yo, en ese caso solo existen en mi memoria, y cuando muera morirán también, inevitablemente. Y no habrán existido nunca. Como el árbol que muere en Siberia, pero nadie lo vio nacer, ni crecer, ni morir. ¿De verdad ha existido? A mí me da que esos comentarios que solo han sido tecleados, pero no han aparecido en la pantalla, son como el gato de Schrödinger, que ni está vivo ni está muerto. ¿Os acordáis de que en 2003 una médico de La Concepción sufrió un brote psicótico y mató apuñaladas a tres personas? Pues por lo visto se pasaba horas y horas tecleando en un ordenador que estaba apagado. ¿Qué escribía?
Ayer una amiga editora me decía que la escritura y los Talleres de escritura salvaban vidas. Pero vidas ajenas: las de todas esas víctimas que no han sido degolladas porque el verdugo estaba escribiendo relatos. Luego se los envían a ella, y aunque son relatos malos que no puede publicar, ella siempre les contesta que sigan escribiendo. Mientras lo vuelven a intentar, no se cabrean ni cogen el cuchillo jamonero y se van a buscar a su mujer que está viendo un programa de Ana Rosa Quintana. Otra vida salvada. Visto así, la escritura es un agente de orden público, y debería tener subvenciones del Ministerio de Justicia.
Eso de comentarios a los comentarios suena al libro de Borges “Prólogos con un prólogo de prólogos”. Pero Borges es mejor. Siempre será mejor. Mucho mejor si está muerto. No, no era eso. Y más si está muerto, quería decir. Yo también escribiré mejor cuando esté muerto. Pero no hay prisa, eh, sin empujar.

23 comentarios:

Beatriz Montero dijo...

Ejem, ejem. De que me suena a mí eso del backup, el ordenador muerto, un trabajo de meses perdido, el corazón a cien. Sí, escribir salva vidas. Besitos.

Bibiana Fernández Simajovich dijo...

Pero tu ordenador no hizo ¡Plof! ¿No?, solo los mensajes hicieron ¡Plof! ¿NO?, las veces que me pasa eso, además de servirme de lección...(Tantos "¡Idiota, más que idota, siempre haces lo mismo!" da sus frutos al final) yo, como útil terapia, respiro profundo, me armo de toda la paciencia del mundo y empiezo hacerlo de nuevo, te lo juro, no importa lo largo que haya sido, lo hago de nuevo. Así de lo malo, te queda lo menos malo, porque al final el trabajo queda hecho...
YA'TA

Belén dijo...

Me ha pasado alguna vez, y sabes?

Jode mucho

Besicos

Esaque dijo...

Entonces no escribirás más. A mí no me compensa. Yo prefiero hacer el esfuerzo y ser generosa con los vivos a pesar de que no estén muertos.

Mi vida en 20 kg. dijo...

Al menos solo fueron los comentarios no???
Un beso y animo y a tomar mas medidas.
Hace un tiempo mi blog desaparecio por 3 meses...abria y nada, nada, nada.....tenia guardados los post, pero no era lo mismo crear un nuevo blog...me demore esos 3 meses en recuperalo con ayuda de googlehelp, nunca supe que paso...

Saludos

Ruth dijo...

Una pregunta tonta: ¿cómo se hace un backup de esos? Así ando yo, confiando ciegamente en el amigo Mac.
Yo para mí que lo escritores, mucho mejor si están vivos. Lo que escriben desde la tumba no me suele gustar demasiado, y creo que a ellos tampoco.

Enrique Páez dijo...

Bea:
Que termines el libro de cuentacuentos. Que nos vamos de vacaciones. Besos.

Una ET:
Tienes toda la razón. Esto son solo penitencias del dios Microsoft para que nos ganemos un cielo wifi.

Belén:
Jode. Pero sería peor un tiesto en la cabeza. Beso.

Esaque:
Lo que quería decir es que la escritura se revalúa tras la muerte. Pasa también con la pintura. Conviene desconfiar de la escritura de ultratumba.

Mi vida:
Tu blog se fue de vacaciones. O en huelga. Hay que regar las plantas, y los blogs, y loa amigos (pero con choripanes, je, je).

Ruth:
Hay programas de backups, no los conozco. Pero básicamente se trata de tener copias actualizadas de los documentos con los que estamos trabajando. Los Cds también fallan. Yo recomiendo discos duros portátiles externos sin fuente de alimentación y conexión USB. Los Lacie de 160 GB, por ejemplo, que cuestan 85 euros. Ahí te caben hasta las fotos de la primera comunión.

Juanjo Merapalabra dijo...

Jeje, Enrique Páez defiende que los escritores no son asesinos en la realidad, aunque sean malos. La próxima vez que escriba algo encenderé el ordenador no me vaya a pasar como a la médica esa.

Un abrazo.

Ivana Diaz Otero dijo...

Yo tampoco hago backup´s más que de vez en cuando, como Chema, aunque lo mío es por pura pereza... Más de una vez perdí datos importantes, no del trabajo, ¡gracias a los dioses!, pero ni aún así aprendo. Es que esos minutos perdidos, esperando a que el Nero termine, me desesperan... Y en mi caso es peor perder las palabras, ya que mi memoria dura lo que dura un suspiro... Así que entiendo el sentimiento de rabia que genera perder, aunque sea, los comentarios, porque soy víctima de mis propias limitaciones. Pero valoro enormemente el esfuerzo de quienes saben superar las suyas.
Gracias por comentar tus cometarios ;-)

Edurne dijo...

Vuelvo a la carga.
Anoche, cuando "colgaste" este post tan real e instructivo, me puese dedos en teclas a comentar y comentar... vamos, hasta tres veces me lié la manta a la cabeza, y dicharachera como andaba yo, los super comentarios salieron de traca.
Pero más de traca fue que que las tres veces, tres (como los toros), los coments se volatilizaron en el éter, tal cual tú comentabas...
Sería debido a alguna extraña conexión entre realidades en planos diferentes? Ahhh, chi lo sá!
El caso es que desesperada lo dejé ahí, en 0 comentarios, por lo que di en pensar que tal vez, quizás... fuera un problema general, ya que el administrador de blogger me mandaba mensajes diciendo eso de que lo sentimos y blablabla...
Ayyys!
Y decía yo muchas cosas, ya lo creo, vamos, como para aburrir a un camello, o a un dromedario, que total, siempre me confundo con ellos!
Cmentaba yo que de vez en cuando, de cuando en vez sí que solía hacer copias, y que este finde, animada por sus sabias recomendaciones, me pondría como loca a grabar, a guardar...
pero que sí, que suelo usar un par de "biromes" galácticos de última generación para ir guardando trabajillos y fotitos varias, así que me perdonaba a mí misma, que tan idiota no estaba, digo, decía!
Y siguiendo con el parlamento nocturno, me apeaba y explayaba en lo del plagio y su referencia a Ana Rosa Quintana, la reina del susodicho...
Es decir, que yo, tal cual can de Pavlov, hacía la siguiente asociación Plagio=ARQ, sin necesidad de oír timbre alguno y empezar a salivar... Vamos, que en esas me andab yo anoche, en elucubraciones trasnochadas y frustradas...
Y respecto a la escritura y su valor como agente de seguridad... que no se me había ocurrido a mí pararme a pensar en ello, pero que sí, que va a ser que sí, que tiene efectos apaciguadores, que hace de freno y además catapulta malas leches y otras perversiones hacia el mundo de la fantasía, que es donde mejor están.
Así que seguiremos leyendo y escribiendo, mal, bien o peor...
Y que eso, que cruzaré de nuevo los deditos por si sí, por si no...
Y que siempre es un placer leerle, caballero!
Un abrazote!

Arilena dijo...

Los ordenadores son muy buenos. De hecho ya me he acostumbrado a escribir en el ordenador, ahora soy bastante incapaz de escribir a mano. Pero siempre queda ese miedo, que todo se borre, porque hasta que no lo sacas en papel, eso que has escrito no dejan de ser unos y ceros que sólo la máquina puede entender. Me ha pasado varias veces, el Windowns ha dicho hasta aquí y he tenido que formatear. Hasta ahora lo más importante que he perdido han sido fotos (de viajes, de amigos), los cuentos no me dan pena porque eran cosas que eran necesarias escribir tan sólo para aprender.
Ahora mismo no sé que haría si se me borrara el ordenador. Tengo copia en un USB (béndito cacharro) de casi todo lo importante pero ahí sigue la cosa, no dejan de ser todo unos y ceros, unos y ceros.

Un abrazo y a ver cuando vemos "120 kilos" en libro.

Haldar dijo...

Un gran susto pase hace dias cuando mi computador le dio algo y solo quedo en pantalla azul. Terror!!! Y terror no por las cosas escritas, ya que generalmente escribo en word y guardo en un pendrive (asi se dice?) y luego copy/paste. El susto fue porque todas mis fotografias estaban guardadas alli. Y para colpo debo preparar una mustra de mis fotos para el Julio. De verdad que un mega susto. menos mal que el problema fue que se le daño algo que noa fecto el disco duro y todo sigue estando alli. Ya estoy que me compro un disco duro portatil para hacer un backup de todo.

Y de eso de escribir comentarios como este en el blog y que despues nada, si me ha pasado. Incluso despues de haber hecho click en la techa de publicar comentario, zaz! nada.

Abrazos

Anónimo dijo...

Bue... a quién no le ha pasado lo del plof!? siempre digo que las cosas pasan por una razón de ser (la razón? no siempre se cuál es jeje)y en este caso no nos libramos de la arrechera del momento pero es sólo una de las desventajas (ventajas hay muchas!)la otra gran desventaja para mi es que hemos perdido el contacto con el papel (para escribir digo)y la comunión con su olor y la sensación del contacto del bolígrafo al dibujar caracteres en éste; eso sin contar que la letra se nos va deformando jeje.
Me pasó que hace poco le escribí a un amigo una cartica de una página aprovechando que le enviaba por un servicio de encomiendas, un libro; al elaborar la misiva me quedé espantada al ver cuánto había cambiado mi letra. En realidad ya sólo escribimos para firmar cheques, llenar planillas, hacer listas de mercado, anotar en alguna agenda un compromiso, hacer una que otra nota y no recuerdo qué más...
Bueno pero ya me alejé del post :) que era sobre escribir simplemente jeje. Y si... puede salvar vidas escribir, sobre todo la propia :)

Un abrazo Enriquito :)

Fernando Alcalá dijo...

Maravillosa entrada, me ha despedido con una sonrisa en los labios a pesar de que el acojono me ha ido subiendo desde el estómago a la garganta y me he puesto a abrazar la torre del ordenador para darle cariño y que no le pase absolutamente nada de lo que cuentas. Marcho ahora a hacer copias de seguridad.

Un abrazo!

Bibiana Fernández Simajovich dijo...

Me olvidé de decir que, para mi, la mejor copia de seguridad (y la más económica)es adjuntar los trabajos en un correo electrónico

Anónimo dijo...

Ya.
Estos días, entre desmentido y desmentido, he dejado de escribir. No quiero ni pensar lo que soy en potencia.
Beso enorme

carmen dijo...

Me ha impresionado la paciencia y entrega de todos aquellos que escribíais antes de los ordenadores. Empece tarde a escribir tan solo por eso. Nunca me sentí capaz de soportar una máquina de escrtibir. La peli de Woody Allen en la que una novia indignada, arroja la única copia de su novela al mar, me ocasionó un sarpullido del que todavía quedan secuelas.
Ahora hago miles de copias cada vez que escribo. Lo malo es que nunca sé cual es la buena y eso es peor.
Siempre escuché que la generación de la guerra era más fuerte, mucho más sana (por la selección natural, claro). Pues yo digo que la generación de la olivetti, es más paciente y más luchadora. A esos no hay editorial que los frustre.
Enhorabuena
Carmen

Enrique Páez dijo...

Comentarios a los comentarios de “comentarios a comentarios” (Solo por poner ese título valía la pena hacerlos):

Juanjo: En realidad, lo que quiero decir es que los escritores son asesinos que no ejercen, amodorrados con morfinas morfosintácticas. Si les quitas la escritura, la montan.

Ido: A lo mejor son olvidos intencionados, actos fallidos.

Edurne: Va a ser que el servidor estaba en huelga. O cantando el chiqui-chiqui, y por eso no nos hacía caso. Y de la función apaciguadora de escritura: recuerdo que algún alumno he tenido derivado de su psiquiatra: “Ve, ve, escribe con Enrique, que te vendrá muy bien”. Tendría que haberle cobrado la mitad de sus honorarios.

Arilena: Al final somos como Santo Tomás: Si no lo veo, no lo creo. Hay que meter los deditos dentro de la llaga para saber que existe. Vaya pedazo de sadomasoquista.

Haldar: Más vale tener el disco duro, además, en una habitación aparte. Para que la gotera no le caiga, para que el incendio no le queme, para que tu furia no le alcance.

Magia de mujer: La vida propia también se salva, claro que sí. A veces más bien pienso que la vida empieza ahí, pero es pura deformación profesional.

Fernando: Dale besos al microchip, y te devolverá calambres apasionados.

Una ET: Esa es muy buena idea. Yo a veces también lo hago, a cuentas de otros, o a cuentas dormidas.

Lara: Deja de desmentir y escucha la voz que te habla bajito desde muy adentro: Tienes que hacerlo, no hay otro modo, son malos, ¡a por ellos!

Carmen: ”Los que escribíamos antes de los ordenadores”. Esa frase es demoledora, me hace sentir viejísimo. Para las copias, y no confundirlas, lo mejor es numerarlas: Papillon001, Papillon002, Papillon003.

Pableras dijo...

Vamos que si jode, pero es como lo de los árbitros de fútbol, si no se equivocasen nunca además de hundir un par de periódicos perdería la emoción.

Luis Recuenco dijo...

Con lo de los robos y las pérdidas nada se puede hacer, salvo extremar las precauciones, pero en cuanto a los ordenadores te aseguro que los de Apple son mucho más fiables que los pc's. Yo llevo casi diez años usándolos y apenas he tenido problemas. Aprender a usarlos, lo que en economía de empresa denominan 'el coste del cambio' ya es otro cantar.

Manu Espada dijo...

Creo que lo de la médico no fue en la Conceoción, sino en la Fundación Jiménez Díaz, se llamaba Noelia de Mingo, me acuerdo porque llamábamos así a una jefa, y además es el hospital al que voy, cada vez que estoy allì me acuerdo.

Otra cosa te quería comentar. hace años fui a un programa de la tele que dirigía un amigo, era el primer programa y necesitaba concursantes, ya que aún no tenía, se llamana "Al habla" y era sobre lengua. El caso es que de premio nos dieron un lote de libros. Pues el caso es que ayer estaba escribiendo y cogí uno de esos libros para hacer una consulta. El libro se titula "Escribir, manual de técticas narrativas", con prólogo de Luis Landero. Y cuál fue mi sorpresa cuando me fijé que el autor era "Enrique Páez". Tantos años con ese libro en mi estantería y fíjate, ahora escribo en el blog de su autor. las vueltas que da la vida, que dice mi abuela.

Chiki dijo...

Yo de pequeña escribía en un cuaderno de cuadros, con espiral. Mis cuentecitos, mis poemas patéticos, hasta hice un poema en inglés, que manda güevos. Y un buen día lo perdí. Lo perdí volviendo de la facultad, lo llevaba en la mochila, lo saqué en el autobús para anotar algo y lo perdí. Los ordenadores ayudan. Pero a veces se pierden. (Pobre Chema, jo)

Enrique Páez dijo...

Pableras: Habrá que tomarse la escritura como actividad de alto riesgo. Para el ordenador.

Luis: Es verdad que los usuarios de Mac son fieles y propagandistas. Tal vez tengais razón.

Manuel: Me alegra saber que duermo en tus estanterías. Y que ahora despierto, :-)

Chiqui: No lo perdiste: se independizó. Otra niña lo recogió para escribir cartas de amor.