Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Percuntia tempora fati conqueror, in uentos inpendo uota fretumque; ne retine dubium cupientis ire per acquor; si bene nota mihi est, ad Caesaris arma iuuentus naufragio uenisse uolet. lam uoce doloris utendum est: non ex acquo diuisimus orbem; Epirum Caesarque tenet totusque senatus, Ausoniam tu solus habes». His terque quaterque uocibus excitum postquam cessare uidebat, dum se desse deis ac non sibi numina credit, sponte per incautas audet temptare latebras quod iussi timucre fretum, temeraria prono expertus cessisse deo, fluctusque ucrendos classibus exigua sperat superare carina.
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Dedicado a mis alumnos y alumnas de Albarracín (Este es el ejercicio que yo también escribí pero no os leí, al tiempo que vosotros.) La foto es anónima, capturada con Google.
13 comentarios:
Gracias por la dedicatoria, Enrique, qué foto tan bonita has puesto. Un abrazo maño, Patro.
!Pobre chaval! Una escena tan romántica y cargada de simbolismo que se esfuma de repente por 40 malditos euros...
Lo que es la vida
Buen relato, profesor.
Asi es la vida. Un relato iniciatico de lo mas bello.
Espero que el chavalin llevase dinero encima...
Estreno absoluto del chico en las dos caras de la misma moneda. C'est la vie!
Jó, qué chasco, no?
Ahí, con las margaritas y e pasto, todo tan bucólico, tan tarantantán y va la otra y lo fastida con los cuarenta euros!
Katxisss!
Sniff,sniff, con lo bonito que era todo, que jodío volver a la realidad.
Me alegro que nos hayas vuelto a colgar cuentecito y a ver si hay suerte y hay nuevas entregas de la novela :-)
Yo quiero que me des algún taller jo, con lo cerca que estoy de Albarracín...
Besicos
buen texto.
Güau, qué final. Me quedado tan planchada como Andrés. Sí, sí, mucho U2, campito, estrellas, buen rollito y al final... ¡Zasca!
Gracias por el cuento y por dejarnos leer nuestros "relatos". Había algunos muy buenos y todos escritos en poco tiempo. Lástima que no leyeras el tuyo. Disfruté con el curso de Albarracín. Nos vemos por aquí.
Ouch! El áspero contacto con la realidad. Un trago amargo para el chaval. Buena historia!
Me hubiera encantado estar en Albarracín. Espero que el año que viene pueda y así compartir contigo relatos tan magníficos como el que has escrito. Me dejas sin palabras, Enrique. Y en serio, tenía mucho interés en acudir a tu taller.
Besos
y lo que no sabe es que ella sí que llevaba la cámara...
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