sábado, 3 de diciembre de 2011

Metamorfosis

Aquel niño murió a manos de un adolescente cruel; el mismo adolescente que fue degollado años después por un adulto despiadado; pasado el tiempo la ruleta de la vida hizo que aquel adulto se dejara vencer por un viejo; y el viejo, agotado, antes de morir, volvió a convertirse en niño.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Es increíble el modo en que algunas cosas, la vida por ejemplo, puede llegar a adquirir un cariz tan retornable.

Me gustó pasar por su espacio.
Un cordial saludo,
Db.

Edurne dijo...

Es la pescadilla que se muerde la cola.

Un abrazote!
;)

Enrique Páez dijo...

O más bien una pesadilla que se muerde la cola. ;-)

Edurne dijo...

Totalemente de acuerdo: una pesadilla!
;)