viernes, 21 de octubre de 2011

Creo que estoy en Brasil

Matan a Gadafi, ETA se rinde, la economía europea se hunde, y yo estoy en Brasil, entre conferencias y talleres de escritura. Creo que vivo en otro mundo. O quizá sucede que otros mundos existen, pero solo nos es dado ver el que tenemos tan cerca que solo nos ciega y nos sirve de venda. ¿Debería preocuparme la crisis en España? Bueno, pues sí, me preocupa. La crisis en sí misma ya sabemos que está provocada por los propios banqueros y los usureros, y que hasta es necesaria para recuperar el norte y la cordura. Gracias a la crisis hay una generación de indignados que por fin se levanta. No son unos pocos, son la mayoría silenciosa, la que todos los políticos desean que siga enmudecida. Pero las mentiras son tan grandes, y el rey de la economía está tan desnudo, que es imposible callarse.

Lo siento por tantos amigos que viven esta crisis con desesperanza, con angustia. No es para menos. El cinturón ya no tiene más agujeros, y los que han provocado la crisis siguen estando en el poder, siguen tomando decisiones, siguen dirigiendo la economía. ¿Quién puede fiarse de ellos? Yo no. Están desnudos, pero pretenden echarnos la culpa, y quieren que paguemos la cuenta de sus despilfarros. A mí no me cuadran las cuentas.

Desde aquí, desde Brasil, las cosas se ven de otra manera. Resulta que a los brasileños, como a los indios, lo de la crisis de Europa y EE.UU. les suena a broma divertida. Ellos nacen y viven en una crisis mucho mayor que la que vivimos nosotros, nuestros padres y nuestros abuelos. No se ríen porque tienen más decencia que la que nunca tuvieron los banqueros europeos, pero creo que les importa muy poco. Que nos miran como se mira a un niño consentido que de golpe tiene un ataque de llanto porque las cosas no le salen como quería, como había soñado. La capacidad de aguante ante la frustración en España y Europa es tan pequeña (mirada con ojos de indios, chinos o brasileños), que están a punto de sacarnos la lengua y darnos una azotaina educativa que dure cien o doscientos años, para ver si reaccionamos.

Yo no estoy contento de ser europeo. Nunca me he reído con los chistes racistas, ni me he sentido orgulloso de los imperialismos, las cruzadas, las inquisiciones, el ninguneo y la soberbia. El orgullo de la raza y de la patria no me hincha el pecho. Nunca he tenido vocación de matón, ni he admirado a los capacobardes de patio de colegio. Que no cuenten conmigo los fascistas que se disfrazan de empresarios y pretendidamente poseedores de una cultura superior. Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales, maldigo la poesía del que no toma partido, partido hasta mancharse.

Hoy estoy en Brasil, y Rajoy me da risa, Esperanza Aguirre me parece un esperpento, y que Ana Botella sea la futura alcaldesa de Madrid me parece tan triste, tan patético, que no sé si romper el pasaporte y pedir asilo aquí, en Brasil, o en la India, o en Australia. Tal vez tengo vocación de extranjero, de vendepatrias, de paria, de tercermundista, porque veo a los niños de aquí (hay muchos, pero muchos, muchos), y a los niños de la India (más aún, son incontables), que no solo no están preocupados con su futuro, mucho más incierto que el de cualquier europeo de a pie, sino que están felices mirando al sol, volando cometas en la playa, y jugando con las chapas de cocacola sobre la arena. ¿De verdad crees que están todos desorientados?

miércoles, 12 de octubre de 2011

La orgía del hormigón armado

Los edificios de la avenida Paulista, en Sao Paulo, hacen botellón a media tarde, se arriman los unos a los otros, y se meten con disimulo empinadas escaleras de caracol por las ventanas entreabiertas, aprovechando que los oficinistas han terminado la jornada laboral y están bebiendo caipirinhas en los bares de las calles adyacentes.

Cuando salgo a pasear, después de impartir el Taller de Escritura "Bestiarios" en el Instituto Cervantes, me doy cuenta de que el impulso erótico lo inunda todo en Sao Paulo, y que solo en una ciudad brasileña podría uno encontrarse con grandes moles de hormigón palpitando con urgencias libidinosas.

Mi padre habría disfrutado aquí, y eso que era ingeniero de caminos. Y ya se sabe que con los ingenieros de caminos, bromas, las justas. Catedrático de hormigón armado: y con el hormigón
la estética es innecesaria (mariconadas, ni de coña). La erótica, inexistente. Si hay que follar, se folla, qué remedio, porque reproducirse es necesario, pero nada de perversiones y guarradas.

Solo en Sao Paulo sucede la magia de que los edificios se contagian del amor por la samba, el carnaval y las curvas. Y entonces pasa lo que pasa, no hay más que verlo.


domingo, 9 de octubre de 2011

Mi Taller de Escritura en Sao Paulo

Estoy en Sao Paulo, la nueva Nueva York de América del Sur. 11 millones de habitantes.

Encuentro con amigos (Ze Boca, Giba, Maurizio Manso, Luis Fernando...), presentaciones de libros, contada de cuentos de Bea en la Librería Cultura de Perdizes.

Mañana Bea dará un Taller de Cuentacuentos en el Instituto Cervantes de la Avenida Paulista,, y el martes yo daré otro de Escritura Creativa y Bestiarios en el Cervantes, también.

Luego, viaje a Brasilia y Belo Horizonte para más talleres y presentaciones de libros.

Muy contento. Pues sí.



Escritura Creativa

Ponente: Enrique Páez

Fecha: 11 de octubre, martes, de 15:00 a 17:00

Precio: Asistencia gratuita.

Plazas Limitadas: 30 personas

Se cobrará una tasa de R$10,00 a los interesados en obtener certificado.

El escritor Enrique Páez respondera a los distintos interrogantes que se plantean a la hora de escribir un texto literario: recursos de la cretividad, tecnicas narrativas y gestacion de historias. Los participatentes escribirán un microrrelato a partir de un disparador de la creatividad que podrá ser comentado antes de finalizar la sesión.

Atendimento da secretaria: Segunda a sexta das 07:00 às 21:30 e sábado das 08:30 as 16:30

Instituto Cervantes Sao Paulo

Av. Paulista, 2439 - 7.º andar

01311-300 Bela Vista - Sâo Paulo

Brasil

Tel.: 55 (11) 3897 96 00 / 9606 / 9484

Fax: 55 (11) 3064 22 03

informasao@cervantes.es / censao@cervantes.es / recepcao@cervantes-brasil.com.br



sábado, 1 de octubre de 2011

Dos nuevos libros: presentación en São Paulo

Beatriz Montero y Enrique Páez, junto con el Instituto Cervantes de São Paulo, quieren invitarte a la presentación de sus dos nuevos libros que acaban de ser publicados en Brasil por la editorial Aletria (en portugués):

  • Me chamo Suzana, e você? (de Enrique Paez)
  • Enrique e os monstros (de Beatriz Montero)

Para todos aquellos que estén en São Paulo o alrededores puede ser un buen momento para encontrarnos e intercambiar ideas y experiencias.

La presentación de los libros será el próximo viernes 7 de octubre a las 19:30 horas, en el Instituto Cervantes de São Paulo, Avenida Paulista 2439, Bela Vista.

Luego nos tomaremos una cerveza. O una caipirinha.