lunes, 22 de febrero de 2010

En Madrid, con humo y bebecuentos

Estoy en Madrid, y siento cualquier cosa menos añoranza. No hay emoción de regreso del exilio. No hay sonrisa boba al pasar por delante del portal de mi antigua casa. Supongo que me he ido asilvestrando, y ya el humo de la ciudad me marea. También es verdad que Ángel Zapata e Inés fuman mucho, y no es un humo surrealista ni cenetista, sino humo de tabaco negro, que hace años tenía sabor a besos, y ahora solo sabe a cenicero.

El sábado estuve dando una clase de cuatro horas a los alumnos del máster de narrativa de la Escuela de Escritores. Les puse la cabeza como un bombo, pobres, entre palimpsestos y haikus deconstructivos. Hay que espabilar, que si no a la que te descuidas Belén Esteban y Ana García Obregón se escriben una novela tridimensional con cuatro tetas de silicona, y se funda una nueva poética de la postmodernidad. Cuando te sientes a escribir, antes métete una guindilla por el culo, verás cómo hay más movimiento en tus argumentos y los personajes tienen más chispa. Es la escritura orgánica, vegetal, atávica. Verás que risa.

Bea estuvo contando Bebecuentos en el auditorio de la Casa de América, en Cibeles, y provocó un atasco de cochecitos en los pasillos del palacio de Linares. Más de 300 asistentes, entre bebés y padres, sentados incluso en el escenario, rodeándola por completo. Canciones de cuna, pompas de jabón, besos con babas. Una fiesta.

Y muchos amigos, eso sí. Pero a la próxima nos vemos en Tenerife

7 comentarios:

LA ZARZAMORA dijo...

Eso está bien.
Que le metan e infusen a uno una guindilla por el culo podría hasta inspirarlos, lo cual no es el caso de muchos demagogos que siguen vendiendo siesta y apuntes corroidos por la improvisación y dando lecciones de demagogía e improvisación a quienes aún no los conocen. Igual el picante de tu blog hasta los inspira para hacer algo que sea digno de una clase;)

Un placer leerte siempre,
Besos. Buenos coloquios.

LA ZARZAMORA dijo...

de infusión: infunsen... me inventé esta palabruja.

Infundan, den, perfumen aromen etc...
ir... hasta: meter.

Belén dijo...

Yo estoy haciendo el curso anual en Zgz... jope, te prometo que no fumaré, pero podrías venir..:P

Besicos

Anónimo dijo...

Identifico tu regreso con mis regresos a El Cairo. Suelo llegar de noche y no lo percibo hasta la mañana siguiente, cuando miro al cielo y veo una enorme nube negra circundando la ciudad. Por eso vivo en las afueras, donde todavía hay aire con arena y no con arena y residuos tóxicos de todo tipo.
De buena gana hubiera ido yo a los bebecuentos, por mí misma, me explico... :-)

leo dijo...

Ufff, no sé, el método de la guindilla es un poco fuerte, ¿no?
Qué imagen: un atasco de cochecitos de bebés. :-)
Un beso.

Fernando Alcalá dijo...

Eso iba a decir yo, ¿en serio debería seguir ese consejo? Me da como miedito!!

Y, de nuevo, Leo me ha quitado la idea de lo que iba a decir, porque una foto de la Gran Via atascada de cochecitos de bebé seguro que la podríamos vender en Arco por un pastón.

Maria Coca dijo...

Es curioso cómo nos aclimatamos a los pequeños lugares de forma tan rápida. A mí también me ha ocurrido algo similar.
Y sobre escribir, pues si, hay que usar guindillas o cualquier otro utensilio para sangrar palabras que digan algo.

Un abrazo.