jueves, 9 de octubre de 2008

Lidia33

Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Prima duces iunetis uidit consistere castris tellus, quam uolucer Genusus, quam mollior Hapsus circumeunt ripis. Hapso gestare carinas causa palus, leni quam fallens egerit unda; at Genusum nune sole niues nunc imbre solutae praecipitant; neuter longo se gurgite lassat, sed minimum terrae uicino litore nouit.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Todos los honores a Ringo.
Sea.
Elisa (en modo compungido)

Meiga en Alaska dijo...

Ya puedes darle un final feliz a esto porque tanta desgracia junta no hay cuerpo que lo aguante, por dios Enrique que me va a dar algo.

Pobrecito Ringo. Todo un héroe :(

Aurora Páez dijo...

Dicen que al morir nosotros perdemos 21 gramos, el peso del alma según los alquimistas. ¿Cuánto pesará la de un perro?
En silencio, de pie y con el puño derecho golpeando mi corazón, despido al héroe.
Hasta siempre Ringo.

Edurne dijo...

No es justo,no!
RIP!
Estoy compungida,tremendamente...

Mi vida en 20 kg. dijo...

Uf, he venido a ponerme al dia y lei todo de un patada...que cosas mas terribles, esta pobre familia no tiene descanso, una tras otras las desgracias y ahora el pobre Ringo, seguro les costara pasar esta pena.
Un abrazo

Haldar dijo...

Chau Ringo...

Diego Flannery dijo...

Que así fue !!! En las pequeñas batallas, grandes sacrificios. Quedará el valor de Ringo para que se lo recuerde y el resurgir del "lado salvaje de Lidia".

Arcángel Mirón dijo...

Esto no te lo perdono.

Ruth dijo...

¡Ay! ¡Qué dolor, madre! ¿Por qué siempre hay que matar al perro?
Guauuuuuuuuu (hasta siempre, Ringo).

Anónimo dijo...

esta es sin duda la escena que más me ha emocionado.
Salve, Ringo. Nos veremos al otro lado del claro.

josef dijo...

ESTE CAPÍTULO MERECIÓ LA PENA POR MUCHOS DE VIAJE ANGUSTIOSO. FUE UNA BATALLA DECISIVA. LO SIENTO POT RINGO... sALUDOS!

Beatriz Montero dijo...

A mí todavía se me cae el moquillo. Qué pena. Si es que no me salen las palabras ni con ayuda del teclado.

Bibiana Fernández Simajovich dijo...

Así son los perros de leales.

RINGO, EL PERRO QUE MURIÓ CON LAS BOTAS PUESTAS
Agur

Luis Recuenco dijo...

Tu generosidad, al mostrar día a día la construcción del andamiaje de una novela, es mucho más que pródiga. Tu talento es obvio, pero mostrar su cara oculta (trabajo, trabajo y trabajo) colma las expectativas de cualquiera que aspire a aprender el oficio de contar. Gracias por ello. Y por lo que como alumno tuyo me enseñaste, que no es poco.