miércoles, 10 de septiembre de 2008

Lidia09

Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Percuntia tempora fati conqueror, in uentos inpendo uota fretumque; ne retine dubium cupientis ire per acquor; si bene nota mihi est, ad Caesaris arma iuuentus naufragio uenisse uolet. lam uoce doloris utendum est: non ex acquo diuisimus orbem; Epirum Caesarque tenet totusque senatus, Ausoniam tu solus habes». His terque quaterque uocibus excitum postquam cessare uidebat, dum se desse deis ac non sibi numina credit, sponte per incautas audet temptare latebras quod iussi timucre fretum, temeraria prono expertus cessisse deo, fluctusque ucrendos classibus exigua sperat superare carina.

9 comentarios:

Aurora Páez dijo...

Ahora que la acción decae, todos o casi todos nos preguntamos por el inicio. Es curioso comprobar que cuando la mente la tenemos al borde del estrés, eso no nos importaba, estábamos más por lo que acontecía que por lo que aconteció. Hay que ver lo simple que somos y que fácil es manipularnos. Quique, seguro que nos dará respuesta a todas nuestras preguntas cuando él lo crea conveniente, en cambio nosotros, ya queremos saber el final.

Creo que hay que dejarse llevar por la novela y a las incógnitas, ¡que les den! El autor, según mi parecer, es el único responsable de formar el cuerpo perfecto para que todo tenga sentido, o no.

Bueno, es un buen tema a debate ¿no creéis?

Saludos, colegas.
Nena

Beatriz Montero dijo...

En ese páramo desolador y quemado que recorren me asombra que puedas hacer bellas imágenes como la de un buitre acompañándoles, los huesos que encuentran en el camino o dormir a la sombra inexistente de un árbol calcinado.

Sí, Nena, yo también me hago un montón de preguntas, dónde está la gente, por qué hay tanta tierra quemada, es el fin del mundo. Y cada vez que empiezo a leer un nuevo post siento que voy a escuchar una música chirriante y me van a pegar un susto de muerte como si se tratara de una película de terror y apareciera un encapuchado con una motosierra.

Juanjo Merapalabra dijo...

Ya nadie echa de menos a las ratas, en fin, tenemos un pajarraco y muchas horas para pensar y saber cómo somos o cómo nos vemos. Además de la ceniza, la tensión de un próximo encuentro se palpa en el ambiente. Bueno, digo yo.

Bibiana Fernández Simajovich dijo...

Otra vez me agarró la angustia...nos diste solo un poco de respiro, siento que vuelvo a necesitar airev

josef dijo...

Me da miedo el pajarraco. Te sigo.

Maria Coca dijo...

Sigo caminando contigo. Éste es un capítulo de paso tranquilo pero a pesar de ello continúo el misterio.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Muy ciertas las palabras de Aurora respecto al stress pero difiero un poco en cuanto a "lo simples que somos"... en situaciones extremas actuamos, sentimos, sufrimos; no es tiempo para preguntarnos cómo llegamos ahí, sino para encontrar soluciones a través de las palabras y las acciones. Luego siempre viene la calma, aunque ésta sea desoladora y es cuando nuestra mente se llena de interrogantes por dilucidar. Yo más bien podría analizar el hecho de qué pasa cuando en las manos de una persona ajena se encuentra el curso de una historia de la que todos formamos parte (aunque sea como espectadores) y de qué forma nos podemos convertir en sujetos activos para influir en el rumbo de los acontencimientos.
El buitre me hace pensar que hay vida y verdor cerca, pero cuánto falta? la desolación nos sigue angustiando tanto como el fuego... curioso no? tiempo de introspección :) Saludos Enrique! eres genial :)

Diego Flannery dijo...

Cuanto espacio por recorrer y cuantas respuestas por encontrar. El páramo clama por lo que no supimos ser y se venga por lo que fuimos. Pensaba en Pedro Páramo de Juan Rulfo... el realismo mágico nos está esperando después del próximo recodo del camino.
Abrazos Enrique
Diego

Edurne dijo...

Bueno Enrique, aquí andamos, parece que de confesionario... jejejeje!
Y parece que eres como el Gran Hacedor, creas los personajes según te place y los manipulas (y a nosotros también!) a tu antojo.

Bueno, a mí el pajarraco de marras también me da un poco de yuyu (menos mal que Carlitos pone la nota de distensión, cantando canciones como siu estuviera en los boy scouts), y sigo intrigadísima, pero no nos queda otra que esperar a que nos vayas mostrando el camino: ahora por aquí, ahora por allí...
Pues nada... a esperar!