miércoles, 25 de junio de 2008

Memoria de la sombra

Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Percuntia tempora fati conqueror, in uentos inpendo uota fretumque; ne retine dubium cupientis ire per acquor; si bene nota mihi est, ad Caesaris arma iuuentus naufragio uenisse uolet. lam uoce doloris utendum est: non ex acquo diuisimus orbem; Epirum Caesarque tenet totusque senatus, Ausoniam tu solus habes». His terque quaterque uocibus excitum postquam cessare uidebat, dum se desse deis ac non sibi numina credit, sponte per incautas audet temptare latebras quod iussi timucre fretum, temeraria prono expertus cessisse deo, fluctusque ucrendos classibus exigua sperat superare carina.

19 comentarios:

Beatriz Montero dijo...

Qué belleza, qué lindo, qué poeta sos.

Bibiana Fernández Simajovich dijo...

Si, eres un gran poeta. A mi también me ha parecido muy guapo lo que has escrito y además lo he entendído todo lo que tiene mérito (Yo mismo he trenzado una cuerda de sílabas venenosas y la tengo anudada alrededor del cuello)

Y muy guapo el mozito de la foto

Aurora Páez dijo...

Los recuerdos de la infancia, que queden para tus nietos. ¿Por qué recordar ahora lo que a lo mejor no te gusta?

Las buenas ensoñaciones son como los orgasmos, hay que alargarlas hasta la extenuación.

Me ha parecido precioso el relato, y de una tremenda ternura.

Un beso.
La Nena

Arcángel Mirón dijo...

Ay, Enrique.

Me dolió. Me emocionó.

Belén dijo...

Dios mío, esos recuerdos impregnados... yo es que me pongo a temblar :)

Besazos

Luis Recuenco dijo...

El amor, el olvido, la muerte. Sábato dijo que vivir es construir futuros recuerdos, no dijo que también es fabricar futuros olvidos, los que nos van alejando de la vida. Sólo el amor nos puede rescatar. Por eso es vital no olvidar el amor, porque moriríamos de frío y de soledad, la terrible soledad del olvido.

Anónimo dijo...

Qué fuerza y qué desgarro. Quien no haya vivido eso alguna vez debería pasarse el resto de sus días buscándolo. Otra cosa será saber describirlo así...

Has conseguido emocionarme.

Un besazo,
Elisa

leo dijo...

Sólo las piedras no se emocionarían... (Ah, que las piedras no saben leer)

Manu Espada dijo...

Has conseguido unas imágenes realmente potentes.

Edurne dijo...

Vengo directamente del surrealismo hasta esta infancia evocada, hasta esta realidad de caracol explorador, de besos dormidos y penetraciones desgarradas... vengo y me quedo. Me quedo así, como atontada por este derroche, por esta cascada de flores prohibidas, por su perfume de noches y miedos.
Me quedo y no sé qué decir... sólo me quedo!

Haldar dijo...

Hermoso! que mas puedo decir?.Hermoso!

Abrazos

Mi vida en 20 kg. dijo...

Bello...belllo....bello.

Tantas cosas que nos sobran...

Besos

Maria Coca dijo...

Escribes entre el romanticismo y la melancolía. Escribes para buscarte entre palabras que hablan de tí. Y lo haces estupendamente.

Me alegra haber encontrado tu lugar en este mundo. Sin duda, volveré.

Anónimo dijo...

Tienes un estilo de prosa absolutamente mágico!!! Una gozada leerte.

Esaque dijo...

Te has ido a la sombra, y nos dejas con la memoria?

Anónimo dijo...

Hola, me gusta el blog. Te propongo un intercambio de enlaces entre nuestros blogs.

Si estas de acuerdo, déjame un mensaje.

Saludos.

Enrique Páez dijo...

Muchas gracias por vuestros comentarios. Siento haber estado ausente, huido, tanto tiempo, pero ya estamos de regreso (Enrique y yo, es un plural mayestático, o de humildad, vaya contradicción). Y con ganas de poner en marcha el proyecto de Lidia, que no se me ha olvidado.

carmen dijo...

Fantastico, Enrique.
Siempre me sorprendes
Un abrazo
Carmen

Enrique Nieto dijo...

Bonito, muy bueno. Uno no puede olvidar lo que está siendo y me da, sin conocerte, que el niño -mejor- no lo has matado del todo y por eso no lo recuerdas.