domingo, 2 de marzo de 2008

Por caridad

Mi madre siempre se quejaba por la artritis, así que ayer la arrojé desde el acantilado que está junto al faro. Luego contraté a unos matones para que le hicieran una visita a mi exmujer: “Que parezca un accidente”, les dije; no creo que se lo tome a mal, porque ella sabe que yo siempre he sido algo bromista. Después, jugando a los médicos, violé a una niña en el parque, pero sin querer. Les quité los bastones a quince ancianos para ayudarles a ejercitar las piernas. Cambié el agua bendita por ácido sulfúrico en la pila de la iglesia para que a los creyentes se les quedara la santa cruz grabada en la frente. En un pequeño descuido degollé a mi vecina Marta, sin mala intención. Rellené los bollycaos de mis sobrinos con estricnina para reírnos todos juntos al ver la cara que ponían. Por la tarde doné una lata de gas mostaza abierta al pabellón de oncología del Hospital Severo Ochoa. Me mortifica que haya desalmados a los que no les importe que la gente sufra.

15 comentarios:

Beatriz Montero dijo...

Me están gustando esots microcuentos splatter. Menuda colección de personajes están surgiendo.

Diego Flannery dijo...

A mi me mortifica ver como los demás no reconocen el sacrificio de algunos para que la gente sea un poquito más feliz y muestre una sonrisa amigable. ! Afloja hombre y que el perverso polimorfo que hay en tí aflore¡

Mi vida en 20 kg. dijo...

Uf, sera este el primo de jack???

Belén dijo...

Bueno, no te ire a llorar al hombro por si acaso... ;)

Besicos felices

Enrique Páez dijo...

Bea: Splatter = humor negro. Me lo apunto. :-)

Diego: En ello estamos...

20 Kg: ¿Jack? Un blandengue :-)

Belén: No tengas miedo, noooooooo

Arcángel Mirón dijo...

Lo del ácido sulfúrico en lugar de agua bendita es excelente (para ficción, para ficción!!!!).

Tu ironía revela: hay gente que estaría de acuerdo con todo esto. Ayudar entre comillas para que no sufran. Matar a los indigentes para que no pasen hambre y frío.
Qué espanto.

No tu texto, tu texto es excelente.

Fernando Alcalá dijo...

hay veces que las palabras sobran, como esta, que todo lo bueno está dicho en tu texto.

Dr.Mikel dijo...

Enrique se te olvido entrar al colegio de primaria con la metralleta, :-)))
Encantando de conocerte, gracias por tu visita, espero seguir leyendote. Mi casa es la tuya, hasta cuando gustes.

Juanjo Merapalabra dijo...

Ahora que nos acercamos a la semana de pasión viene que ni al pelo.
Sabes como hacer violento para el lector un cuento violento.

Anónimo dijo...

No he podido evitar que escape de mi boca una sonrisa irónica al leer esta serie de cuentos. Hay que ver de qué manera sentimos con horror o deleite pasmado la lectura de las elucubraciones sórdidas de una mente. Me recuerdas la generación actual de adolescentes perdidos, vaya desastre! Desgraciadamente hay mucho de eso en estos tiempos, es triste :(

Una maravilla leerte, eres bienvenido siempre en mi espacio y gracias por el abrazo del otro día :)

Saludos!

Enrique Páez dijo...

Arcángel: Gracias por el deleite sulfúrico. Una delicatessen. :-)

Fernando: Muchas gracias. Ponte cómodo ;-)

Dr. Mikel: Un placer verte por acá. Tomo nota de las metralletas, pero es que el día anterior había atropellado a 4 colegiales, y me daba no sé qué, porque los padres son un poco tiquismiquis.

Ergorrion: A ver si nos vemos en un paso de la Semana Santa de Cadiz.

Magiademujer: Gracias por visitarme. Echo de menos mi infancia de Caracas.

pandora dijo...

madre mía!! espero que no haya nadie más que se lo pase tan bien como tú, porque si no...pocos quedaremos!!!!!jajaja.

un beso, pandora.

carmen dijo...

Genial, Enrique. Dejo tres días de abrir tu blog y me encuentro con tres joyas. No volveré a dejar pasar tanto tiempo.
Un abrazo
Carmen

Clarice Baricco dijo...

ayyyy....ya me mortificaste al leerte...ufff....Sabes? es una tarde linda y me has matado ya...

Tu làpiz es un verdadero arma. Cuidado.

Excelente texto.

Abrazos.

Enrique Páez dijo...

Pandora: Hay que disfrutar de lo bueno y de lo malo. Un beso.

Carmen: Gracias por pasar por aquí, a pesar de estar convaleciente, supongo (algo me dijo Alfonso de una pequeña operación...). Un beso.

Clarice: Disfruta del día entero, que estás llena de color. Besos.