domingo, 3 de febrero de 2008

Con una vida basta

Este es un texto falso que sustituye al que había antes, para evitar su copia.
Percuntia tempora fati conqueror, in uentos inpendo uota fretumque; ne retine dubium cupientis ire per acquor; si bene nota mihi est, ad Caesaris arma iuuentus naufragio uenisse uolet. lam uoce doloris utendum est: non ex acquo diuisimus orbem; Epirum Caesarque tenet totusque senatus, Ausoniam tu solus habes». His terque quaterque uocibus excitum postquam cessare uidebat, dum se desse deis ac non sibi numina credit, sponte per incautas audet temptare latebras quod iussi timucre fretum, temeraria prono expertus cessisse deo, fluctusque ucrendos classibus exigua sperat superare carina.

4 comentarios:

David dijo...

Estoy de acuerdo contigo, Enrique. Y si es cierto que no salimos nunca del círculo del eterno retorno, hay que dar gracias infinitas al olvido. Me ha encantado volver a leerte. Saludos.

Recaredo Veredas dijo...

Un par de vidas más podrían no venir mal. Dependiendo, lógicamente, de donde naciéramos y en qué circunstancias. Enhorabuena por el blog. Saludos.

Enrique Páez dijo...

Arturo, habitante del mal: es cierto que el olvido es un premio poco reconocido. sin él, ¡qué agonía de memoria!

Enrique Páez dijo...

Recaredo:
Bienvenido a este blog, compañero de oficio. Tendremos que hablar (aún no he leido tu libro: debió de salir después que el mío).
Un abrazo